Arrancó la Copa América: aunque perdió patrocinadores, subieron los premios y esto van a pagar
La realización del máximo torneo continental de selecciones de América se puso en duda desde muchos sectores. Gobiernos nacionales, partidos opositores y hasta algunos grupos de futbolistas se opusieron en algún momento a que se lleve a cabo el campeonato en medio de la crisis sanitaria.
Sin embargo, quienes nunca tuvieron dudas respecto de la participación, y hasta, como en el caso de la AFA, se apresuraron a manifestar que jugarían, fueron las federaciones de cada país sudamericano.
Es que el dinero que hay en juego es muy alto: la CONMEBOL decidió incrementar un 25% el premio para el campeón respecto de lo sucedido con la Copa América 2019. Además, hay una cantidad suculenta que se le otorga a cada país para que lo administre en gastos operativos. En un contexto complejo, en el que las federaciones no atraviesan un buen momento económico, es una oportunidad que no podían dejar pasar.
Tan sólo por hacerse presentes, las 10 selecciones sudamericanas participantes recibirán u$s4.000.000. La cifra no sufrió modificaciones respecto de la Copa América de hace dos años, pero sí hay un detalle para nada menor a tener en cuenta. En las anteriores ediciones, a cada delegación se le designaba una sede con un hotel y un centro de entrenamiento que sirviera de base. Es decir, se le daba dinero pero se le ponía al mismo tiempo una alta cantidad de gastos fijos.
En este caso, dado que ningún país tiene la obligación de asentarse en tierras brasileñas, sino que pueden viajar desde sus territorios con la mera condición de tener que llegar a un día antes de la fecha del partido, hay una mayor flexibilidad para que cada federación administre. En el caso argentino, por ejemplo, se reducirá el gasto en hotel, ya que el conjunto nacional se concentrará en el predio de Ezeiza, pero se incrementarán las erogaciones en transporte, dado que tendrá que ir y venir con más frecuencia.
Además de ese dinero inicial y seguro, aquel equipo que logre alzarse con el trofeo más antiguo de selecciones se llevará una suma muy importante. El campeón obtendrá u$s10.000.000 adicionales, cifra que implica un aumento de u$s2.500.000 respecto de lo que se llevó Brasil como ganador del campeonato en 2019. En consecuencia, el ganador se alzará al final del torneo con u$s14.000.000.
Tres patrocinadores que retiraron su apoyo
La CONMEBOL logró sostener estos incrementos a pesar de que los idas y vueltas del torneo conspiraron en contra de los inversores. De hecho, uno de los motivos esenciales de la renuncia de Colombia como sede, en medio del caos social que allí se vive, fue la presión de varios auspiciantes que no estaban dispuestos a asociar a sus marcas con un altercado político de tal magnitud.
De todos modos, tres grandes auspiciantes del torneo decidieron alejarse como consecuencia de la imagen que genera que la Copa se juegue a como de lugar en Brasil, territorio especialmente afectado por la pandemia del Covid-19. Además, la suspensión del presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, Rogério Caboclo, acusado de acoso sexual, tampoco colaboró con la comodidad de las empresas interesadas en invertir.
Primero fue MasterCard, la empresa de tarjetas de crédito, que tiene una enorme tradición publicitaria en los certámenes futbolísticos del continente, quien decidió alejarse de esta competencia. Retiró sus acciones de marketing por considerarlas contraproducentes para sus objetivos, aunque no el dinero aportado para el evento.
Luego, Ambev, la mayor fabricante de cervezas del mundo, que produce las cervezas Brahma, Stella Artois, Budweiser y Corona, entre otras, manifestó que sus marcas no estarán presentes en la competencia, aunque seguirán apoyando al fútbol brasileño, de quien son histórico patrocinador.
Pese a lo que se deslizó, la decisión no tiene nada que ver con la ausencia de público en los estadios, dado que en Brasil no está permitido vender bebidas alcohólicas en las canchas.
Solamente se permitió, a modo de excepción, que se hiciera en el marco del Mundial 2014, dado que es una tradición de la máxima cita del fútbol.
También Diageo, compañía dueña de marcas de bebidas alcohólicas como Johnnie Walker y Smirnoff, tomó medidas similares. Retiró sus marcas de los estadios y no realizará publicidades en torno a la competencia en Brasil. Los motivos esgrimidos fueron similares: "Por la actual situación sanitaria brasileña y por respeto a este momento de la pandemia de Covid-19". Por todo esto, se observó un panorama bastante menos poblado de lo habitual respecto a marcas en los primeros partidos.
Un viejo aliado
Con estas tres bajas, Jair Bolsonaro recurrió a un viejo aliado para compensar algunos gastos, al menos en la Confederación Brasileña de Fútbol. La cadena de supermercados Havan, de gran presencia en el país vecino, será auspiciante del torneo pero solamente para la televisión local.
Luciano Hang, dueño de la empresa que pondrá una gran suma de dinero, fue uno de los que financió la campaña a presidente del mencionado mandatario.
Si bien la Copa América ya está en marcha, no se descarta que más auspiciantes se sumen a la ola de MasterCard, Ambev y Diageo durante el torneo, dado que las decisiones en torno a la organización fueron tan intempestivas que las principales empresas que apoyan la competencia continúan evaluando los costos y beneficios de permanecer en este contexto. Muchas ya decidieron reducir las acciones de comunicación que tenían previstas. Por ahora, quedan Disney, Kwai, Latam y TCL como principales auspiciantes.