La inflación no encuentra techo en EE.UU.: toca máximos de casi trece años
Sexto mes consecutivo de avances para la inflación en EEUU. En lo que va de 2021, cada dato publicado ha superado al anterior, generando cierta alarma en los mercados, sobre todo en los últimos meses.
El IPC se ha situado en el 5% interanual en el mes de mayo, impulsado una vez más principalmente por el alza de la energía (el petróleo ya está por encima de los 70 dólares), pero también por el resto de componentes que dan forma a la cesta típica de la compra del consumidor americano, indica el diario español El Economista.
La inflación está tocando máximos de la última década, pero la banca central y buena parte de los expertos piden calma, porque los factores que están provocando este auge de los precios son, en principio, temporales. No obstante, en cada análisis hay un 'pero' que deja la puerta abierta a que esta inflación vaya algo más allá de lo que se espera.
Desde TD Securities, por ejemplo, se muestran de acuerdo con la Fed, que ha citado en varias ocasiones a los factores "transitorios" como causantes del auge de precios.
No obstante, la firma financiera reconoce que "que es probable que otro aumento en los precios de los viajes se refleje en un nuevo empujón para el IPC subyacente. Nosotros habíamos pronosticado un aumento del 0,5%-0,6% mensual del IPC subyacente y el general. Además, los efectos base se sumarán nuevamente a las comparaciones interanuales. Pronosticábamos un 4,8% y un 3.6% interanual para el IPC general y el subyacente respectivamente".
Supera el objetivo
La inflación está superando claramente el 2% marca la Fed como objetivo. Sin embargo, la última modificación en su mandato da cabida a que se produzcan este tipo de episodios durante un tiempo para compensar periodos de baja inflación, como fue el año 2020. Esto da margen a la Reserva Federal para mantener los tipos de interés en el 0% y su programa de compra de bonos aunque los precios sigan superando con creces el 2% que tiene de meta en el largo plazo. La pregunta es cuánto tiempo se mantendrá inmóvil la Fed o hasta dónde puede dejar que suba la inflación (aunque sea de forma temporal) antes de comenzar a tomar medidas, agregó el citado matutino.
Hace pocos días, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presentó ante el Congreso el borrador de un presupuesto de u$s6 billones para el año fiscal 2022, con el fin de "reinventar" la economía del país y competir con China. De ser aprobada, la cifra encaminaría a la nación hacia una deuda récord.
Según el documento publicado por la Casa Blanca, la cantidad de gasto público presupuestado por el equipo de Biden casi cuadruplica su primera versión, con lo que se prevé que el gasto del Gobierno sea el más alto desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
"Debemos aprovechar el momento para reinventar y construir una nueva economía que invierta en la promesa y el potencial de cada estadounidense", declaró el mandatario en su discurso ante el Congreso, en el que advirtió que Estados Unidos no puede permitirse simplemente regresar a donde estaba antes de la pandemia, "con debilidades estructurales y desigualdades de la vieja economía, todavía vigentes".
A qué se destinará el dinero
Un gran porcentaje de dinero se destinará a dos importantes proyectos de inversión que, se supone, crearán millones de empleos. El primero, de u$s1,8 billones, se enfocará en mejorar la educación y los servicios sociales, mientras que el segundo, de u$s2,3 billones, se centrará en obras de infraestructura.
En lo que concierne a gastos en defensa, el monto presupuestado aumenta ligeramente respecto al año anterior, a casi u$s753.000 millones, e incluye un nuevo rubro para la lucha contra el "terrorismo interno". Como se menciona en el documento, el principal objetivo del gasto en defensa es "contrarrestar la amenaza" de China y contener a Rusia.
El equipo del presidente Biden estimó para 2022 un incremento de los ingresos gracias a un aumento de la carga tributaria impuesta a las empresas y personas más ricas, lo que cubriría parte del presupuesto, pero aun así se espera un déficit de 1,8 billones de dólares. De esta manera, el endeudamiento del país norteamericano crecería a un nivel sin precedentes que llega al 111,8 % del PIB, recoge AFP.
Si bien el objetivo de Biden es ambicioso, lo cierto es que también podría encontrarse con una fuerte oposición en el Congreso, en particular con respecto a ciertos puntos claves para los republicanos.
Plan de construcción de viviendas
El presidente estadounidense, Joe Biden, propuso un plan que producirá, preservará y modernizará más de 2 millones de unidades de vivienda accesibles y creará empleos "bien remunerados", siempre que el Congreso lo apruebe.
La Casa Blanca anunció en un comunicado esta propuesta que estaría incluida en el Plan de Infraestructuras -que el Gobierno negocia con los republicanos- y que pretende combinar 213.000 millones en financiación directa y más de 100.000 millones en créditos fiscales para modernizar casas.
Este programa, de acuerdo con la oficina presidencial, incluye más de 500.000 viviendas nuevas y rehabilitadas para compradores y propietarios de viviendas de ingresos bajos y moderados.
Creación masiva de empleos
"Estas inversiones crearían y mantendrían cientos de miles de empleos bien remunerados", aseguró la Casa Blanca, que también aprovechó para subrayar que la mayor parte de estos empleos no requerirían un título universitario y podrían ser sindicados.
La oficina presidencial hizo público su plan de vivienda en medio de las negociaciones sobre el programa de infraestructuras que mantienen demócratas y republicanos, y que está aún muy lejos de un acuerdo.
Y eso pese a que Biden accedió la pasada semana a recortarlo de 2,25 a 1,7 billones de dólares, haciendo caso a las peticiones desde el bando conservador. Los republicanos siguen considerando excesivo el plan demócrata y critican que incluya cuestiones no estrictamente relacionadas con la infraestructura.
Proponen una inversión más reducida, de 568.000 millones de dólares, centrada en lo que consideran infraestructura tradicionales como puentes, carreteras o aeropuertos.
Tironeo con los republicanos
Para Biden y los demócratas, sin embargo, la propuesta republicana se queda corta para las necesidades del país, e insisten en incluir inversiones para adaptar el tejido económico ante los desafíos de la crisis climática, como exenciones fiscales para vehículos eléctricos y la formación de trabajadores.
Por otro lado, los republicanos critican que el plan de Biden sea financiado a partir una subida de impuestos para las grandes empresas, para las que elevaría el impuesto de sociedades del 21% actual al 28 por ciento.
Para hacer valer su débil mayoría en el Senado (51-50), contando con el voto de la vicepresidenta Kamala Harris, los demócratas tienen que usar un mecanismo legislativo, conocido como "reconciliación", que les permite aprobar de manera excepcional proyectos relacionados con el presupuesto por mayoría simple.