Por qué permitirse más tiempos libres en realidad aumenta la productividad laboral
La creencia popular de que cuanto mayor esa la exigencia, más es la productividad, parece que finalmente se ha derribado. Según una nueva publicación en el blog Farnam Street, las personas van a resultar ser más eficientes cuando liberen tiempo y aíslen las actividades en sus ocupadas agendas.
Cómo el tiempo libre aumenta la productividad
Casi como si hubieran escuchado nuestras plegarias cuando pedimos 15 minutos más al madrugar para trabajar, el descubrimiento parece ser demasiado bueno para ser verdad. La teoría que demuestra que llevar un ritmo más calmado incrementa nuestra productividad sale de Slack, el libro de Tom DeMarco que analiza la eficiencia en el lugar de trabajo.
El punto central de la hipótesis comprobada se desprende del corazón de la productividad: si una persona deja ratos libres en su día, siente estos espacios vacíos como una indulgencia, pero la falta de recreos sólo favorece el ajetreo que sacude las rutinas y termina impidiendo trabajar a las personas con su máxima eficiencia.
La explicación parte de que al ocupar cada momento, la persona no es capaz de asimilar las novedades y reaccionar ante giros inesperados ante un cambio de situación. Entonces, el desenfreno de actividades puede verse como una gran cantidad de esfuerzo que lleva a trabajar en decisiones equivocadas o a empezar a ahogarse en una organización caótica. Es por eso que liberar algunos espacios del calendario es la decisión más beneficiosa cuando se vive en tiempos tan poco predecibles como estos.
"Holgazanear nos permite manejar los inevitables choques y sorpresas de la vida. Si tomamos en cuenta todas las horas de nuestros horarios, no podemos reducir la velocidad para recuperarnos de un resfriado menor; por ello, se vale cambiar un poco el enfoque para aprender una nueva habilidad por un tiempo, o absorber un par de horas de dificultades técnicas", se leen en la publicación que sintetiza el libro, y suma, "en general, necesitas más holgura de la que esperas".
Relajarse y pesar tranquilos
En línea con la teoría de DeMarco, la socióloga Christine Carter también predica la aceptación y aceptación del tiempo de ocio en las rutinas para mejorar la eficiencia de cada uno.
Sobre estos recreos obligatorios, Carter comenta que ella se relaja "no porque sea floja o no me importe ser productiva. De hecho, descubrí que el relajarme me hace más productiva porque me relajo estratégicamente, lo que significa que tomo descansos en momentos designados, en intervalos regulares, de maneras que agudizan mi enfoque cuando me siento de nuevo a trabajar", cuenta en sus escritos, y continúa reflexionando: "La holgura estratégica me ha permitido aumentar drásticamente tanto la calidad de mi trabajo como la cantidad de trabajo que hago en un día determinado".
La estrategia es el secreto del asunto. Planear y distribuir los tiempos para evitar quedar exhaustos del ritmo frenético que tienen habitualmente las rutinas va a permitir que sin tanto esfuerzo cada uno rinda con igual, o incluso mejor, eficiencia. La clave está en no acumular tanto trabajo en el día como para que este deje afuera los momentos de paz en el que muchos evalúan la situación y ajustan su plan de ataque.
Ese tiempo libre entre actividades te va a permitir centrarte en tu trabajo y a obtener un mejor rendimiento, tanto a corto como a largo plazo.