Alerta en países de Latinoamérica por el cohete chino sin control: ¿podría caer en Argentina?
Un gran cohete chino que está fuera de control y regresará a la atmósfera de la Tierra este fin de semana, está generando preocupación a nivel mundial, en especial por el tema relacionado con el lugar donde pueden impactar sus escombros
Los pronósticos apuntan que diversos países de Latinoamérica, entre otros, podrían ser zonas donde caigan sus restos.
El Pentágono está rastreando los restos del cohete Long March 5B también conocido como conocido Chang Zheng 5 o CZ-5B, que se lanzó el 29 de abril y que, tras desviarse de manera descontrolada, regresará a la Tierra el fin de semana.
Dónde caerá es una de las grandes incógnitas. El mapa de alerta por la llegada de esos restos muestra varios países de Latinoamérica, como Argentina, Colombia, Ecuador, Venezuela y Brasil, ya que el cohete podría sobrevolar por encima de ellos.
Es complicado deducir a ciencia cierta dónde se encuentra el cohete ya que su velocidad orbital es de alrededor de 28.000 kilómetros por hora y definir un punto fijo de aterrizaje podría marcar una diferencia de más de 10.000 kilómetros en tan solo media hora.
Lo que sí sabe es que la inclinación orbital de la etapa central del aparato es de 41,5 grados, por lo que podría estar orbitando a la altura de Madrid, Nueva York, Pekín, sur de Chile o Wellington (Nueva Zelanda).
De cumplirse los pronósticos de la Corporación Aeroespacial, el océano Pacífico, toda África y prácticamente toda Latinoamérica podrían ser algunas de las zonas donde se estrellase. También estiman que ese fenómeno podría ocurrir el 9 de mayo. Se puede acceder a la página de Youtube SkyRobot para observar el movimiento del módulo central del cohete en vivo.
Sin embargo, se estima según varios reportes que hay pocas posibilidades de que aterrice en un área habitada y lo más seguro es que caiga en el océano.
No es la primera vez que ocurre algo similar: en mayo de 2020 cayó sobre el océano Atlántico (a la altura de Costa de Marfil), convirtiéndose en el objeto más grande de los últimos 30 años en realizar un reingreso incontrolado desde la órbita.
El papel del Pentágono
El Escuadrón de Control Espacial número 18 de EE.UU. proporciona actualizaciones diarias sobre la ubicación del cohete a través del sitio web Space Track.
Si bien la mayoría de los objetos de desechos espaciales se queman en la atmósfera, el tamaño del cohete, 22 toneladas, generó preocupación porque algunas de sus piezas más grandes puedan volver a entrar en la atmósfera y causar daños si golpean áreas habitadas.
No obstante, Jonathan McDowell, experto del Centro de Astrofísica de la Universidad de Harvard, aclaró a la cadena CNN que la situación "no es el fin de los días".
"No creo que la gente deba tomar precauciones. El riesgo de que haya algún daño o de que golpee a alguien es bastante pequeño. No es despreciable, podría suceder, pero el riesgo de que te golpee es increíblemente pequeño. No perdería ni un segundo de sueño por esto como una amenaza personal", precisó a la cadena.
McDowell explicó que señalar hacia dónde podrían dirigirse los escombros es casi imposible en este punto debido a la velocidad a la que viaja el cohete.
Aún así, el océano sigue siendo la apuesta más segura sobre dónde aterrizarán los escombros, dijo, solo porque ocupa la mayor parte de la superficie de la Tierra.
"Si quiere apostar a dónde aterrizará algo en la Tierra, apueste por el Pacífico, porque el Pacífico es la parte más extensa de la Tierra. Es así de simple", dijo McDowell.
Este suceso se produce después de que China lanzara el primer módulo de su estación espacial planificada el pasado jueves por la mañana desde el centro de lanzamiento de Wenchang, en la isla sureña de Hainan, según la Administración Nacional del Espacio de China.
La estación espacial de China no se lanzará de una vez; se ensamblará a partir de varios módulos que se enviarán en diferentes momentos y estará en pleno funcionamiento a finales de 2022.