La verdadera historia de la foto del día del trabajador que aún estremece al verla
La fotografía "Lunch Atop a Skyscraper" es una de las más reconocidas del siglo XX pero en realidad la imagen formaba parte de una campaña publicitaria para los rascacielos.
En la foto que simbolizó la "resistencia americana y la ambición", 11 hombres comen, hablan y fuman durante su descanso supuestamente a más de 256 metros de altura, sentados en una viga con los pies colgando y sin ningún tipo de sujeción.
Simulan estar tranquilos, sin miedo a la caída porque están acostumbrados, su calma es genuina.
Sin embargo, según profesionales del Archivo del Rockefeller Center a la revista 'Time', la fotografía no fue tomada por casualidad, sino que se planteó como parte de una campaña publicitaria para los rascacielos del complejo.
La imagen simbolizaba la "resistencia americana y la ambición en un época que necesitaba ambas", explicaron.
A día de hoy se desconocen las identidades de los trabajadores de la 69º planta del actual GE Building, así como el nombre de quien capturó la fotografía, ya que los fotógrafos Charles C. Ebbets, Thomas Kelley y William Leftwich se encontraban allí ese día.
La imagen se convirtió en un emblema de la ciudad, mostrando, según los archivistas, "la creencia romántica de que Nueva York es un lugar sin miedo para afrontar proyectos".
Cómo se capturó la escalofriante foto
Hay varias ideas equivocadas acerca de lo que vemos. La primera de todas y la más repetida: que la tomó Lewis Hine en 1932 en el Empire State Building cuando lo estaban construyendo. Sin embargo, no es correcto.
Efectivamente, se tomó en 1932, exactamente el 20 de septiembre, durante el apogeo de la Gran Depresión. Posteriormente, la imagen fue publicada por primera vez en el New York Herald-Tribune el 2 de octubre de 1932. ¿Su ubicación? El 30 Rockefeller Center.
Mucha gente pensaba que fue Hine en el Empire State Building porque efectivamente se encontraba por esas fechas documentando la construcción del mítico rascacielos, tal y como vemos en la imagen superior. Además, se pueden observar similitudes por la época y ambas construcciones.
Sea como fuere, los archivos del Rockefeller denominan al fotógrafo de la famosa imagen como "Desconocido", y quien quiera que fuera tuvo que desafiar a la muerte para hacerla, al igual que los trabajadores que quedaron inmortalizados.
Se sabe con certeza que fue tomada en el piso 69 del edificio a 240 metros de altura, hacia el final de su construcción. Además, y aquí está el pequeño "truco" que muchos no conocen, aunque aquel día tuvo que resultar peligroso, la captura de la mítica imagen no era tan arriesgada como se podía suponer, ya que unos metros más abajo tenían un piso completamente terminado.