Ordenan que clínicas públicas y privadas bonaerenses suspendan cirugías no urgentes para atender COVID-19
El Gobierno de Axel Kicillof ordenó que las clínicas públicas y privadas de la provincia de Buenos Aires deberán suspender toda cirugía y atención de patologías que no revistan urgencia para atender a pacientes con coronavirus. El foco en el control de las camas de terapia intensiva disponibles frente al avance de la segunda ola de contagios.
A través de la Resolución 1297/2021, publicada este martes en el Boletín Oficial bonaerense, el Ministerio de Salud provincial estableció la implementación del "Sistema de Gestión de Camas" al cual deberán responder de forma "obligatoria" tanto los establecimientos de salud públicos como los privados "independientemente de su fuente de financiamiento".
La medida se decidió a raíz del "aumento exponencial en el número de casos confirmados que coincide con la mayor ocupación de camas de cuidados intensivos". Según el último relevamiento, en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el porcentaje de ocupación de camas UTI escaló al 73 por ciento.
Sin embargo, la cartera sanitaria bonaerense reveló que hay "un evidenciado diferencial de hasta un 24% entre la ocupación de camas informadas y las que efectivamente se hallan ocupadas o liberadas". Esta situación -admitieron en el Gobierno de Kicillof- "afecta seriamente la toma de decisiones".
Por ello se dispuso "optimizar la vigilancia epidemiológica" para tener la información en tiempo real respecto de la capacidad de respuesta del sistema sanitario frente a la escalada de contagios. En efecto, Provincia le ordenó a hospitales públicos y privados que deberán actualizar cuatro veces al día el relevamiento del "censo de camas".
Bajo el argumento que con la información actualizada se permitirá "refrescar la ocupación de cada servicio habilitado", el Gobierno bonaerense ejercerá mayor control sobre el sistema sanitario público y privado, que deberá relevar los datos de los pacientes que se encuentran ocupando camas, "realizar el ingreso, seguimiento y egreso" de los mismos, "realizar traspasos o pase de camas", "habilitar camas supernumeraria en caso que sea necesario y administrar los respiradores disponibles en stock".
En tanto, la resolución dispone "la absoluta prioridad a la atención e internación de pacientes con COVID-19, mientras que a criterio médico, no se ponga en peligro inminente la salud de las y los pacientes, además de sostener la atención ambulatoria y las acciones de prevención". E indica la "suspensión y reprogramación" de cirugías y/o procedimientos que se puedan postergar y no revistan urgencia. Este artículo está destinado a aquellas clínicas y hospitales "cuya ocupación de camas de cuidados intensivos alcance el 70% de ocupación sostenido por un período mínimo de dos días", y la deberán cumplir "hasta tanto disminuya el porcentual indicado y se mantenga debajo del 70%". Luego podrán retomar las actividades suspendidas.
El Gobierno advirtió que habrá sanciones para los responsables de las instituciones médicas que no cumplan lo dispuesto, sin embargo el ministro Daniel Gollan manifestó que la resolución "es un elemento formal para pedirle a los hospitales, clínicas y sanatorios bonaerenses que reporten el estado de las camas en el Sistema de Gestión de Camas (SIGEC)", según Infobae.
En la misma línea, el número dos de Gollan, Nicolás Kreplak aclaró que la decisión del Gobierno no pretende ejercer el control sobre las clínicas privadas: "No hay dobles intenciones" y advirtió que "el sistema está muy tenso y todas las partes necesitamos tener la información integrada para poder optimizarlo".
La decisión de la administración de Kicillof va en sintonía con el reclamo de Alberto Fernández hacia el sector privado de la salud por atender otras patologías que no sean COVID-19 en medio de la pandemia. Durante el anuncio de las últimas medidas restrictivas, el Presidente emitió la desafortunada frase en la que acusó al sistema sanitario de "relajarse" al atender "otro tipo de necesidades quirúrgicas que podían esperar". "En el sistema privado se acumuló un número de camas utilizadas que hoy en día pueden ser muy necesarias para atender el COVID", había señalado el mandatario.