Murió Madoff: ¿qué lugar ocupaba en la lista de los mayores estafadores de la historia?
Bernie Madoff, el famoso financista que cometió la estafa piramidal más grande de la historia, falleció en la carcel en la mañana del miércoles. Había sido sentenciado en 2009 a 150 años de cárcel por el mayor fraude bursátil de la historia.
El año pasado había pedido ser liberado porque padecía una enfermedad terminal a través de una carta dirigida al juez Denny Chin, de la corte federal de Manhattan, según afirmó su abogado Brandon Sample, pero fue archivada en el sistema judicial.
Madoff estaba preso en una cárcel federal que también posee un hospital en Carolina del Norte, según la Oficina de Prisiones. En teoría, debería ser liberado en 2139.
En una entrevista telefónica con el diario Washington Post, Madoff dijo que no podía recibir un transplante de riñón debido a su avanzada edad, y que estaba relegado a una silla de ruedas. "Soy un enfermo terminal", dijo Madoff al diario.
"No hay cura para el tipo de enfermedad que tengo. Así que sabes, he cumplido. He cumplido ya 11 años (de cárcel) y francamente, he sufrido a lo largo de ese tiempo".
El fraude bursátil del expresidente del índice Nasdaq, considerado el mayor de la historia, fue estimado en hasta 65.000 millones de dólares si se cuenta el aporte y los intereses perdidos por sus clientes. Su estafa, un fraude "piramidal" que duró más de 30 años y se vino abajo en la crisis financiera de 2008, dejó a muchos inversores en la ruina y es llamado también "sistema de Ponzi".
Miembro de una lista antipática
Aunque la palabra timador o estafador, no genera mucha simpatía en las masas, lo cierto es que a lo largo de la historia han habido estafadores de baja categoría y varios otros con clase. En la siguiente lista, les presentaremos a lo más grandes timadores a lo largo de la historia. Madoff, por supuesto, forma parte de ella.
Carlo Ponzi
Carlo Ponzi llegó desde Italia hacia los Estados Unidos en 1903, gracias a su talento y habilidad de ganar la confianza de los inversores, prometiéndoles alta rentabilidad, a través de un fondo de inversión. Inventó el método de la "estafa piramidal", la que básicamente consiste en buscar inversores que convenzan a otro y así sucesivamente, indicó el sitio mott.pe.
Más adelante se supo que supo que el dinero no provenía de las rentabilidades obtenidas, sino del nuevo dinero que constantemente ingresaba de nuevos inversores. En 1920, Carlo Ponzi fue acusado de 86 cargos de fraude. Murió en 1949, pero al igual que lo grandes personajes, el nombre de su estafa sigue vivo.
Steven Jay Russell
La vida de Steven fue la inspiración para la película "Te quiero Phillip Morris", protagonizada por Jim Carrey y Ewan McGregor. Ambos se conocieron en la cárcel y se enamoraron. Fue en ese entonces que Steven le prometió a su pareja un estilo de vida extravagante y lleno de lujos, por ello se propuso trabajar como Director Financiero en una aseguradora, trabajo que consiguió con un currículum falso.
De esta manera, Steven utilizó su puesto de ejecutivo para apropiarse de 800.000 dólares. Cuando, finalmente, fue descubierto lo enviaron de nuevo a la cárcel. Posteriormente, se hizo pasar por juez para quedar en libertad. Fue descubierto y arrestado. Aunque después, en otras ocasiones, se habría vuelto a fugar. La condena actual de Steven Jay Rusell termina el 12 de Julio de 2140.
George C. Parker
George C. Parker se ganó el título de estafador cuando vendió dos veces por semana el Puente de Brooklyn a lo largo de varios años a turistas millonarios. De acuerdo al New York Times, él poseía la habilidad de convencerlos y vender todo tipo de atracciones en la ciudad. Incluso vendió la Estatua de la Libertad a un multimillonario empresario. Sin duda un artista de la estafa. Fue condenado a cadena perpetua.
Bernard Madoff
En la década de 1960, este hombre creó un fondo de inversión que estuvo activo por 20 años. Realizó una de las mayores estafas de la historia, llevando a cabo el método de la "estafa piramidal". Se estima que el monto se acerca a los 500 millones de dólares, equivalente a la fortuna de Bill Gates. Recientemente, en 2009, fue sentenciado a 150 años de prisión.
Marc Dreier Stuart
Este estafador perdió protagonismo, porque 5 días después de ser acusado de defraudar a los inversores, fue descubierta la estafa de Madoff. El Bufete de abogados de Marc Dreier Stuart, tiene una lista de clientes de la talla de Jon Bon Jovi. En 2009, fue declarado culpable de estafar por 700 millones de dólares a sus inversores. Debido al caso de Madoff, de mayores dimensiones, Dreier fue condenado a 20 años de prisión.
Victor Lustig
En 1925, se hizo famoso por vender la Torre Eiffel. Se hizo pasar por un personal del gobierno de Francia y, después de enterarse que el monumento parisino tenía problemas con el costo que requería el mantenimiento, dijo que se debía vender todo el metal de la torre. Por lo tanto, logró vender el ícono parisino y tomó un tren a Viena con una maleta repleta de efectivo. Tiempo después, Lusting convenció al mafioso Al Capone de invertir una gran cantidad de dinero en la bolsa, se quedó con el dinero y le dijo a Capone que se había perdido todo. Fue detenido en EEUU por cargos de falsificación y sentenciado a 20 años. Luego sacó a la venta un libro con las 10 claves para ser un buen estafador.
Frank Abagnale
Sucedió en la década de los 60’s y se llevó, posteriormente, al cine con la película "Atrápame si puedes". Frank William Abagnale comenzó su carrera de estafador escribiendo cheques falsos de su propia cuenta sobregirada. En cinco años tuvo ocho identidades distintas.
Una de las más recordadas fue cuando se hizo pasar como piloto de la aerolínea PanAm. Luego, se hizo pasar por un pediatra en Georgia. Falsificó un diploma de leyes en Harvard y así pasó un examen para obtener un puesto en la Procuraduría en Lousiana. En la actualidad, irónicamente, tiene una compañía especializada en consultoría sobre fraudes financieros.
Mary Baker
Se cuenta que en 1817, un zapatero en Inglaterra conoció a una joven mujer de aspecto exótico y desorientada, hablando un lenguaje que nadie entendía. Tras traer a los extranjeros locales, un marino portugués tradujo su historia. Se trataba de una princesa caraboo de la isla de Javasu. La historia relatada cuenta que fue secuestrada por piratas, quienes la tiraron por la borda y nadó hasta la orilla.
Finalmente, tras semanas siendo la favorita en los diarios locales, la verdad salió a la luz. Se trataba de una sirvienta llamada Mary Baker, que había trabajado en varios palacios del Reino Unido, nacida en Devon, Inglaterra. Inventó un idioma producto de su imaginación mezclado con palabras gitanas. Intentó hacer lo mismo en países como Estados Unidos, Francia y España sin éxito.
Wilhelm Voigt
Se convirtió en el famoso Capitán de Köpenick. En 1906, compró partes del uniforme usado de un capitán. Ya en la municipalidad de Alemania, fue al cuartel de la Armada y reclutó a un pelotón en Köpernick. Luego, mandó a arrestar al secretario del pueblo y al alcalde por sospechas de malos manejos de fondos. Se fue a una estación de tren, se cambió con ropa de civil y se fue. El impostor fue capturado y sentenciado a 4 años de prisión por hacerse pasar por un militar.
Sin embargo, dos años después, el káiser alemán lo perdonó, pues a las autoridades les terminó pareciendo divertido. En algunas escuelas alemanas no es visto como criminal, sino como héroe folclórico por enfrentarse a las contradicciones del Gobierno.
Ferdinand Demara
Demara es un hombre estadounidense que fingió su suicidio varias veces para poder suplantar la identidad de sus ex compañeros de la Armada de los Estados Unidos. Se hizo pasar por psicólogo, pero después la Armada y la Naval se dieron cuenta y fue a prisión por 18 meses.
Su más famosa estafa fue hacerse pasar por cirujano en la guerra contra Corea, hizo operaciones y combatió infecciones con penicilina hasta que fue descubierto. Este personaje sirvió de inspiración para la película "El gran impostor". Murió en 1982, mientras se hacía pasa por un ministro bautista.
Estos 10 personajes históricos serán recordados para siempre por sus, no tan honestas, hazañas. Sin duda, hay quienes no tuvieron vergüenza alguna de sus actos. Y por otro lado, quienes son recordados como héroes por su gran audacia.