Es argentino, emigró y fundó la importadora de vinos número 1 de España: "Acá es fácil crear una empresa"
La carrera de Javier Bruk en el mundo corporativo lleva casi tres décadas. Pasó por empresas como Pespico y Kimberly Clark, en donde fue analista financiero para países como Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay. Pero luego, el mismo trabajo y sus ganas de seguir capacitándose lo llevaron a dejar Argentina y radicarse en Europa, donde además de hacer un MBA en la Universidad de Milan terminó como controlador comercial con responsabilidades europeas en Kimberly Clark. Italia fue el primer país elegido, pero no el único. Luego se radicó en España.
En el 2004 se animó a emprender y creó su propio emprendimiento en la industria del vino: Bodega Privada, un club de venta privada que garantiza la mejor relación calidad-precio en la compra de productos de manera online.
Luego le dio vida a Mondovinos, importadora y distribuidora en España de las marcas de los principales grupos bodegueros líderes del planeta, que hoy está posicionada como la n°1 en ese país.
A lo largo de los años, ha tenido la responsabilidad de todos los asuntos financieros de las compañías, desarrollado la fuerza de ventas, supply chain y actividades de marketing, alcanzando alianzas estratégicas con proveedores y clientes, entre otros.
Javier cuenta a iProfesional que dejó Argentina a finales de 1999 para estudiar un MBA en Italia. "Quería ampliar mis conocimientos y en el extranjero era un desafío". Eligió Italia porque le interesaba la Universidad SDA Bocconi que está en Milán. Allí, lo primero que hizo fue estudiar. "Ese año no tuve vacaciones", recuerda.
Estar atentos a las oportunidades
A Bruk siempre le interesó la industria del vino y vio una oportunidad "para hacerse un hueco importando vinos argentinos de calidad y siendo de las primeras empresas en vender por Internet en España vinos españoles, argentinos y de otros 12 países".
Así fue que, en 2004, con 60.000 euros como inversión inicial desarrolló Bodega Privada, empresa que se ha consolidado como uno de los líderes de ventas de vinos y licores en Internet en España y cuyo crecimiento "ya es moderado".
Según cuenta, al momento de emprender en otro país, los principales desafíos pasan por conocer las leyes, entender el mercado, comprender las culturas. "Si bien con España tenemos muchas cosas en común, emprender una empresa es muy distinto", remarca alguien que había trabajado en empresas multinacionales, pero nunca se había animado a tener su propia empresa.
En España no tuvo ningún tipo de barreras para hacerlo, pero sí beneficios. "Es un país que te brinda facilidad para crear una empresa, ponerla en marcha y muy pocas trabas burocráticas", cuenta.
A eso hay que sumarle, dice Javier, que "la ventaja de los argentinos es la rápida capacidad de adaptación, aunque el mayor escollo es no calcular bien los riesgos o creernos que porque algo funciona en nuestro país va a funcionar igual en otro".
El empresario dice que volvería a nuestro país, pero en el corto plazo lo ve muy difícil. "Tendrían que cambiar muchas cosas y no sólo de la situación del país", aclara.
"También tendría que cambiar la mentalidad argentina del cortoplacismo, del vivir de los demás, que trabajan unos pocos para mantener a muchos. Una vez que te acostumbrás a vivir en un entorno jurídico predecible, con reglas claras, pensando en un horizonte a largo plazo, resignar todo esto, arriesgar todo, es muy complicado", sentencia.
Javier extraña las amistades y la familia en general, los asados con amigos, las charlas de fútbol post partido que duran hasta el siguiente partido. Pero no extraña salir con miedo a la calle a cualquier hora o el tráfico de Buenos Aires. Para él el balance "sin dudas es positivo".
"Emigrar significa mucho, dejar atrás recuerdos, facilidades, comodidades, para tener que adaptarse a un entorno distinto", reflexiona. Sin embargo, concluye: "La satisfacción de lograrlo es mayor a todo lo que uno resigna".