Si buscás una opción a WhatsApp, te contamos cómo funcionan Telegram y Signal
Luego de que Instagram y Whatsapp dejaron de funcionar inesperadamente este viernes, volvieron a surgir los nombre de las aplicaciones de mensajería instantánea que pueden usarse como alternativa.
Telegram es una de las aplicaciones más populares en Android. Es una de las pocas, por no decir la única, con capacidad de competir ante WhatsApp en el campo de las aplicaciones de mensajería instantánea.
Se trata de una app de mensajería que millones de personas usan en todo el mundo. Gratuito y multiplataforma, el servicio comenzó a funcionar en el año 2013 y muchos usuarios lo prefieren frente a Whatsapp.
Por otra parte, se observa otra ballena blanca en el horizonte, Signal, probablemente la menos conocida. Ambas comparten algunas funciones y mecánicas, sin embargo, distan en cuanto a los datos que vinculan a cada usuario.
Las tres están disponibles tanto en la Play Store como en la App Store, tienen funciones de chat grupal, cuentan con mensajería multiplataforma y permiten intercambiar archivos, fotos y vídeos. También comparten el cifrado para mensajes de texto, voz y videollamadas, en concreto, WhatsApp decidió utilizar la misma tecnología de protocolo de cifrado de extremo a extremo, llamado Open Whispers Systems, después del éxito que cosechó en Signal.
Tipos de cifrado
Mientras que en Telegram, el cifrado de extremo a extremo sólo se activa en el caso de usar los 'chats secretos', en WhatsApp y Signal viene por defecto en todas las conversaciones. ¿Entonces qué tipo de cifrado utiliza Telegram en las conversaciones convencionales?
Telegram desgrana los datos y los almacena en servidores de distintos países, separando también las llaves de cifrado (códigos con los que se decodifica un mensaje, haciéndolo legible) de los datos. De esta forma, harían falta órdenes judiciales de todos los países donde se almacena la información de Telegram para entregar unos datos en concreto.
Datos del usuario
WhatsApp es con diferencia la aplicación que más datos vincula a cada usuario, no sólo personales sino hasta de hábitos y consumo. Por ejemplo, vincula el número de teléfono a la ID, a los contactos, al ID del dispositivo, historial de compras, número de teléfono, ubicación, correo, entre otros.
Por su parte, Telegram vincula la ID de usuario con un número de teléfono, los contactos y el nombre de la cuenta (un apodo que podrás usar para comunicarte con otras personas sin tener que facilitarles tu número de teléfono). Que vincule los contactos puede ser útil para cuando cambias de dispositivo o lo usas en el ordenador, agiliza el acceso.
En el caso de Signal, el único dato que vincula a la cuenta del usuario es el número de teléfono. Tiene sus pros, si cambias mucho de dispositivo puede resultar algo incómodo, pero en cuanto a privacidad, es casi inigualable.
Privacidad y autocensura
Tanto WhatsApp como Telegram y Signal, comparten muchas funciones, por lo que la migración es bastante sencilla, gracias a unas interfaces que te serán familiares entre unas y otras. Aunque, por ejemplo, hay una función peculiar con la que cuenta Signal que no encontrarás en ninguna otra, el pixelado de rostros. La propia aplicación ofrece la opción de difuminar las caras de las personas que aparecen en una fotografía.
Desde la interfaz principal de Signal, selecciona el icono con forma de cámara de la parte inferior derecha, toma una fotografía o selecciónala de la galería, pulsa el círculo pixelado que parece que tiene una cruz en su interior y la aplicación te ofrecerá seleccionar el rostro que deseas difuminar o hacerlo de forma automática. Esta función sirve también para pixelar carteles, marcas o tatuajes.
Funciones distintas
En concreto, las características que no vas a encontrar en Signal son: Notas de vídeo, stickers animados, canales y grupos multitudinarios (de hasta 200.000 participantes). Estas funciones si las incluye Telegram, aunque tiene un inconveniente que lleva recibiendo quejas desde la creación de la aplicación.
Cuando creas una cuenta de Telegram por primera vez, esta lo notifica a todos tus contactos, que ya estuvieran registrados en la aplicación, a través de un mensaje directo. Algo bastante indiscreto e incómodo. Esta opción se puede desactivar, pero viene activada por defecto.
Contactos
Teniendo en cuenta que Signal tiene la mayoría de funciones que encontraste en WhatsApp, algunos aspectos pueden hacer que la balanza se incline hacia un lado u otro. Por ejemplo, los contactos, es decir, la aplicación que decidan usar tus familiares, tus amigos, tus compañeros de trabajo y hasta tus jefes.
WhatsApp venía siendo la aplicación mayoritaria, por lo que ahora habrá que ir viendo qué aplicación alternativa van escogiendo tus círculos cercanos o tomar tú la iniciativa de comentarles que ventajas ofrece cada una (o compartirles este mismo artículo).
Recomendaciones ilustres
Poco después del anuncio por parte de WhatsApp de la actualización en sus términos y condiciones, bastó un tuit del archiconocido magnate Elon Musk para hacer que Signal ganara miles de usuarios. Es más que conocida la influencia de las palabras de Musk en Twitter sobre el devenir de las acciones en bolsa (tanto de su propia compañía como de otras) y en este caso sólo tuvo que decir "usa Signal".
No sólo Musk se ha posicionado a favor de esta aplicación por cuestiones de privacidad. Signal fue recomendada por autoridades como la Fundación Frontera Electrónica, una organización sin ánimo de lucro que defiende las libertades civiles en el mundo digital.
También, otra figura conocida en temas de revelación de secretos, espionaje y privacidad, Esward Snowden, ofreció un argumento incuestionable para confiar en esta aplicación: "Aquí hay una razón: lo uso todos los días y todavía no he muerto".
Código abierto vs grandes compañías
Al profundizar más allá de las funciones y del chasis de estas tres aplicaciones, es decir, tirar del hilo y analizar sus orígenes, es normal ahogarse en un mar de compras, nombres de grandes compañías, fundadores que migran de una a otra.
Que WhatsApp es propiedad de Facebook es algo que la propia aplicación declara nada más iniciarla. Por su parte, Signal, conocida anteriormente como TextSecure, fue creada en 2010 por el especialista en seguridad informática, Matthew Rosenfeld, conocido también por su seudónimo Moxie Marlinspike y Stuart Anderson, especialista en robótica.
Años después, fue comprada por Twitter y su creador principal fundó entonces la nueva Open Whisper Systems, con la finalidad de continuar con los desarrollos. El sistema de cifrado de Open Whispers Systems fue tan eficiente que el propio WhatsApp lo adoptó. Más tarde, uno de los fundadores de WhatsApp, Brian Acton, dejó Facebook e invirtió 50 millones de dólares en Signal. Al final todo está relacionado entre las gigantes tecnológicas.
Telegram, sin embargo, va un poco a su aire, es una aplicación de código abierto fundada por dos hermanos rusos, Nikolai y Pavel Durov cuyo equipo de desarrollo, actualmente, tiene su base en Dubai, puesto que la regulación de las tecnologías de la información en su país, Rusia, exige entregar información sobre sus usuarios y los fundadores no aceptaron.
Los protocolos de funcionamiento de Telegram son abiertos, es decir, que se puede conocer el código informático en el que se basa la aplicación y cómo se ha desarrollado. Una filosofía que comparte con Signal, cuyo código está disponible en GitHub tanto en sus versiones para móviles (Android e iOS) como en su versión de escritorio.
En el caso de WhatsApp, este tipo de información su código, es lo que se llama una 'caja negra'. Todas sus 'tripas', los algoritmos y su funcionamiento son opacos e inaccesibles tanto para los usuarios como para el común de los mortales.