9 factores por los que el coronavirus podría no desaparecer nunca
Hay una salida clara para escapar de la pandemia de COVID-19: las vacunas, los tratamientos y las medidas de seguridad. Pero no para erradicar el coronavirus.
"Si algo es seguro es que no vamos a erradicarlo completamente", sentencia a Business Insider Becky Smith, especialista en enfermedades infecciosas en Duke Health, Carolina del Norte, Estados Unidos. Asegura que el virus puede seguir propagándose, mutando y haciéndose más resistente. Aunque no por ello resultará más letal.
De hecho, los científicos esperan que la enfermedad que provoca, conocida como COVID-19, se convierta en una patología endémica tan leve como el resfriado común.
Mientras tanto, el virólogo del Centro de Investigación contra el Cáncer Fred Hutchinson, EEUU, Larrey Corey, pide nunca subestimar al patógeno.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) coincide con los expertos independientes. Mike Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias, advirtió durante una rueda de prensa de la Organización que el virus puede convertirse en otro virus endémico y no desaparecer: "Creo que es importante que seamos realistas y no creo que nadie pueda predecir cuándo desaparecerá la enfermedad", defendió.
Sus declaraciones surgían cuando todavía había 100 vacunas en desarrollo. Ahora, sólo en Europa, hay 3 vacunas seguras y eficaces autorizadas a frenar la pandemia de COVID-19: Pfizer y BioNTech, Moderna y AstraZeneca y Oxford. Esto podría cambiar dicho escenario, pero las variantes siguen siendo una amenaza.
La revista Nature preguntó a más de 100 inmunólogos, investigadores de enfermedades infecciosas y virólogos relacionados con la investigación del SARS-CoV-2 si este podía erradicarse. "El 90% de los encuestados piensa que el coronavirus se volverá endémico, lo que significa que continuará circulando en los focos de la población mundial durante los próximos años", concluye la investigación.
Estos son los 9 motivos que dan los expertos sobre la supervivencia del coronavirus, según relevó Business Insider.
Es poco probable que una vacuna ofrezca una protección completa
Los datos en el mundo real confirman que la candidata desarrollada por Pfizer y BioNTech es un 97% efectiva frente a casos sintomáticos, graves y potencialmente mortales de COVID-19. Un 94% para los asintomáticos.
Hasta la fecha, las candidatas aprobadas aseguraban ser más del 70%, 94% y 94,5%: AstraZeneca y Oxford, Moderna y Pfizer y BioNTech, respectivamente.
No obstante, aunque disminuyen la propagación del SARS-CoV-2, sigue siendo posible contagiarse tras la inoculación de las candidatas. Y las nuevas variantes amenazan su eficiencia.
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Varios investigadores, como Jeffrey Shaman, de la Universidad de Columbia, Nueva York, resaltan que las probabilidades de que las vacunas confieran inmunidad de por vida son escasas. "Es poco probable que una vacuna COVID-19 cumpla con todas estas altas expectativas. La vacuna probablemente no hará desaparecer la enfermedad", asegura también la especialista en ciencia de The Atlantic.
Asimismo, los prospectos de las candidatas señalan que el fármaco no tiene por qué responder de la misma manera en todos los inmunizados.
E incluso de vacunas que se empezaron a desarrollar en 1988, como la candidata contra la varicela, aún se desconoce cuánto dura su inmunidad, conforme a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
El objetivo del virus es sobrevivir, por eso surgen variantes resistentes
Uno de los principales factores, es la capacidad del virus para infectar, replicarse y saltar entre especies.
El objetivo de la existencia de los virus es sobrevivir, no aniquilar a sus huéspedes. Si resultan mortales, no tendrían tiempo de saltar de humano en humano o de animal en animal, de ser aún una enfermedad zoonótica.
Al conocer nuevos huéspedes, el virus va aprendiendo cómo adaptarse mejor a determinadas condiciones. Por ejemplo, cómo adherirse mejor al receptor de la célula que infectan.
A estos cambios se les conocen como mutaciones. Y un conjunto de ellas o una mutación muy relevante, daría lugar a las variantes, como las originadas en Reino Unido, Estados Unidos, Brasil o Sudáfrica.
Cuanto más se propaga el virus, dicen los expertos, es más probable que una nueva variante sea capaz de eludir las pruebas, tratamientos y vacunas actuales.
No se han erradicado muchos virus en la historia
Vineet Menachery, , investigador especializado en coronavirus en la Rama Médica de la Universidad de Texas (EEUU), recuerda en National Public Radio que, hasta la fecha, no se erradicaron muchos virus. "Realmente la única excepción es la viruela, pero muchos de estos virus existen no solo en la población humana sino también en poblaciones animales", explicó en declaraciones relevadas por Business Insider.
Según el experto, los coronavirus pueden eliminarse de la población humana, como el SARS de 2002, pero seguir activos en la naturaleza.
En esta misma línea, defiende Michael Osterholm, epidemiólogo de la Universidad de Minnesota (Minneapolis, EEUU) a Nature: "Erradicar este virus del mundo ahora mismo es igual que intentar construir un trampolín hacia la Luna. No es realista".
El futuro sigue siendo incierto
La inyecciones de AstraZeneca fueron menos eficaces frente a la variante sudafricana, Moderna desarrolla una nueva generación de sus dosis y Pfizer, a pesar de su eficacia contra las mutaciones, trabaja en las inyecciones de refuerzo.
En el caso de la biotecnológica, cuenta su CEO Stéphane Bancel a Business Insider, se eliminaría gradualmente la distribución de la versión antigua en favor de la nueva. Mientras, las dosis de refuerzo se administrarían tras los régimen de 2 inyecciones que tienen cada una de las candidatas.
En palabras de Angela Rasmussen, viróloga de la Universidad de Georgetown (Washington, EEUU), para Nature, es difícil predecir el patrón que sigue el SARS-CoV-2 en sus mutaciones. No obstante, las vacunas aún podrían usarse para ralentizar o detener la propagación del virus, según Ashley St. John, quien estudia sistemas inmunológicos en Duke-NUS Medical, en Singapur, recoge Journal of Emergency Medical Services (JEMS).
Países más pobres van a paso lento con sus campañas de vacunación
"Supongo que el COVID se eliminará en algunos países, pero con un riesgo continuo (y tal vez estacional) de reintroducción en lugares donde la cobertura de vacunas y las medidas de salud pública no fueron lo suficientemente buenas", dijo a Nature Christopher Dye, epidemiólogo de la Universidad de Oxford, Reino Unido.
La vacuna del COVID-19 todavía podría tardar años en llegar a los países con menos recursos: estos son los grandes retos para su distribución mundial. El reparto de las candidatas en el mundo es considerado por la OMS "un fracaso moral catastrófico".
En enero de 2021, más de 39 millones de dosis de vacuna se habían administrado en al menos 49 países de ingresos más altos. En los países de ingresos más bajos, sólo habían llegado 25 inyecciones.
Hasta la fecha, la desigualdad entre los más y menos poderosos seguirá latente. Aunque la OMS ha instado a impulsar el compromiso con la alianza COVAX, un programa internacional para el apoyo y despliegue de las vacunas en todo el mundo.
Tendrían que volver a vacunar a toda la población desde cero
Conforme a las declaraciones del Dr. Gagandeep Kang, experto en enfermedades infecciosas del Christian Medical College en Vellore, India, a JEMS, próximamente se tendrá que abordar si los países necesitarán vacunar desde cero a toda la población.
Las nuevas generaciones de vacunas, como la que prepara Moderna, podría requerir este esfuerzo, sobre todo si las nuevas variantes suponen una amenaza mayor para la eficacia de las candidatas y la capacidad de respuesta del sistema inmunológico.
"¿En qué etapa se convierte el virus en una nueva cepa? ¿Necesitarán los países volver a vacunar desde cero? ¿O podría administrarse solo una dosis de refuerzo?", plantea.
Anticuerpos de la sangre de infectados se usan para tratar
Las nuevas mutaciones del virus no sólo podrían poner en riesgo la eficacia de las vacunas contra COVID-19. También afectarían a las células T y los anticuerpos de una respuesta inmunológica natural.
No obstante, no erradicar el virus no significa que las muertes, la enfermedad o el distanciamiento social continúen de la misma forma que hasta ahora. "Seguirá circulando, pero en su mayoría solo provocaría una enfermedad leve", describe Jennie Lavine, viróloga de la Universidad de Emory (Georgia, EEUU), coautora de uno de los artículos relacionados publicados en Science.
Se está convirtiendo en una enfermedad infecciosa endémica leve
En línea con Lavine, defiende a JEMS el Dr. T. Jacob John, experto en virus y familiarizado con la afección de la la poliomielitis y el VIH en la India, que el COVID-19 ya se está convirtiendo en una enfermedad infecciosa endémica.
Para ello, explica en The Conversation, Hans Heesterbeek, profesor de epidemiología en la Universidad de Utrecht, Países Bajos, cada individuo infectado con el SARS-CoV-2 tendría que contagiar de promedio a una persona. Es decir, el número de reproducción (R) debe ser igual a 1.
"Es muy común que los descendientes de las pandemias de gripe se conviertan en los virus de la gripe estacional más leves que experimentamos durante muchos años", dijo Stephen Morse, virólogo en la Universidad de Columbia (Nueva York, EEUU) a la revista de servicios médicos de emergencia.
"Es importante poner esto sobre la mesa: este virus puede convertirse simplemente en otro virus endémico en nuestras comunidades y puede que nunca desaparezca", afirmaba en una rueda de prensa de la OMS.
Podría seguir "viajando" en animales
Como adelantaba Menachery, de la Universidad de Texas (EEUU), pocas veces se ha conseguido erradicar un virus de la faz de la tierra. Los virus pueden esconderse en los reservorios animales. Es decir, en un hospedador a largo plazo del patógeno, como ya ocurrió con los virus que provocan la fiebre amarilla o el ébola.
De hecho, los orígenes del coronavirus se relacionan con varios saltos entre especies de animales, llegando a considerarse un virus híbrido de entre pangolines y murciélagos.
Y un virus similar se envió a Wuhan, China, en 2013, lo que alimentaba las teorías de que el SARS-CoV-2 pudo haberse escapado de un laboratorio.
Según Michael Osterholm, epidemiólogo de la Universidad de Minnesota, Minneapolis, EEUU, no hay ninguna enfermedad en la historia de la humanidad que haya desaparecido cuando el vínculo zoonótico era una parte tan importante o desempeñaba un papel en la transmisión, como es el caso del nuevo coronavirus.