¿Golpe de Estado a la ganadora asiática del Nobel de la Paz?
La líder de Myanmar, la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, y otras figuras de su gobierno fueron detenidas por el ejército, denunció el vocero de su partido, la Liga Nacional para la Democracia (LND).
En este contexto, y a través de una carta publicada en las redes sociales por su partido, la dirigente birmana instó a la población a "no aceptar el golpe de Estado" en este país asiático, más conocido por su anterior nombre de Birmania.
El ejército birmano proclamó el estado de emergencia por un período de un año y nombró a un general como presidente interino. Según afirmaron los militares en una declaración realizada en la cadena de televisión del ejército, esta decisión es necesaria para preservar la "estabilidad" del Estado.
Allí también acusaron a la comisión electoral de no haber subsanado las "enormes irregularidades" que se produjeron, según ellos, durante las elecciones legislativas de noviembre, que ganó el partido de Aung San Suu Kyi.
"Hemos escuchado que está detenida en Naypyidaw (la capital del país), suponemos que el ejército está organizando un golpe de Estado", dijo, por su parte, un vocero de la Liga Nacional para la Democracia, Myo Nyunt.
Los arrestos se producen tras días de tensiones en alza entre el gobierno civil y el poderoso ejército, que provocó temores a un golpe tras una elección que los militares calificaron de fraudulenta.
Myo Nyunt dijo por teléfono que Suu Kyi, el presidente Win Myint y otros líderes fueron "llevados" en las primeras horas de la mañana. "Quiero decir a nuestra gente que no responda de forma precipitada y quiero que actúen conforme a la ley", afirmó, agregando que también esperaba ser detenido.
Las líneas telefónicas a Naypyidaw, la capital, no estaban accesibles en las primeras horas del lunes. El Parlamento tenía previsto constituirse durante la jornada tras los comicios de noviembre, en los que ganó la LND de forma abrumadora.
Un vocero militar no respondió a llamados telefónicos de agencias internacionales de noticias para comentar la situación. La televisión estatal MRTV dijo en una publicación en Facebook que no podía emitir por problemas técnicos.
Un legislador de la LND, que pidió no ser identificado por temor a represalias, dijo que otro de los detenidos fue Han Thar Myint, miembro del comité ejecutivo central del partido.
La premio Nobel de la Paz Suu Kyi, de 75 años, llegó al poder tras arrasar en las elecciones en 2015, después de décadas de arresto domiciliario en una lucha por la democracia que la convirtió en un icono internacional.
Su talla mundial se vio dañada después de que cientos de miles de rohingyas huyeron de las operaciones militares en el estado occidental de Rakáin en 2017, pero sigue manteniendo una gran popularidad en su país.
La LND ganó de forma arrolladora en los comicios de noviembre, superando a un partido promilitar. El ejército de Myanmar dijo anteayer que protegería y cumpliría la Constitución y actuaría conforme a la ley tras unos comentarios durante la semana que incrementaron el temor a un golpe.
La BBC señaló que había soldados en las calles de Naipyidaw, y de la ciudad principal, Rangún. Además, la cadena británica de televisión aseguró que se han cortado las líneas telefónicas y de Internet en la capital, mientras que los soldados también han acudido a las casas de los ministros principales en otras regiones y se los han llevado, tal y como apuntan sus familiares.
El repudio internacional al golpe de Estado
Estados Unidos y Australia reaccionaron rápidamente, pidiendo la liberación inmediata de los dirigentes de la LND y la restauración de la democracia. "Estados Unidos se opone a cualquier intento de alterar el resultado de las recientes elecciones", advirtió la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en un comunicado. Y agregó: "Tomaremos acciones contra los responsables".
Además, la ministra de Relaciones Exteriores australiana, Marise Payne, declaró: "Llamamos al ejército a respetar el estado de derecho, a resolver las disputas mediante mecanismos legales y a liberar inmediatamente a todos los dirigentes (políticos) de la sociedad civil y a otras personas detenidas ilegalmente".
Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, "condenó firmemente" la detención de Aung San Suu Kyi. Así, se refirió a "la declaración del traspaso de todos los poderes legislativos, ejecutivos y judiciales a los militares", y sostuvo: "Estos hechos asestan un duro golpe a las reformas democráticas en Birmania".