ALERTA GLOBAL

Crece la preocupación por el Nipah, el virus que podría provocar otra pandemia

El virus Nipah tiene una mortalidad de hasta un 75% y un periodo de incubación de hasta 45 días, por lo que podría significar una nueva amenaza mundial
ACTUALIDAD - 17 de Enero, 2021

En el Centro de Ciencias de la Salud y Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Cruz Roja en Tailandia, con sede en Bangkok están estudiado diferentes virus que pueden pasar de animales a humanos y tiene en la mira al Nipah, un virus potente que -si no se lo controla- podría provocar la próxima pandemia.

La infección por el virus Nipah (VNi) es una nueva zoonosis emergente que causa cuadros graves tanto en animales como en el ser humano. El foco de los estudios se centran en los murciélagos y los tipos de coronavirus de los que son transmisores.

Su ubicación es estratégica, ya que Asia es un lugar geográfico en dónde surgen nuevas enfermedades infecciosas, que pueden ser mortales para los humanos. Los murciélagos frugívoros son los huéspedes de este virus, que tiene una mortalidad de entre el 40 y el 75%.

En la lista de "potenciales virus epidémicos" de la Organización Mundial de la Salud (OMS), este tipo de coronavirus está entre los 10 primeros nombres. Este patógeno puede transmitirse de contacto humano-animal o por el consumo de "alimentos contaminados".

De los brotes que analizaron en la región, constataron que el periodo de incubación es de hasta 45 días y puede transcurrir sin síntomas. Esto lo transforma en un peligroso virus que puede transmitirse con facilidad entre animales y humanos, sobre todo cuando se desconoce estar enfermo.

Los síntomas y efectos registrados que provoca esta enfermedad son: "tos, dolor de garganta, dolores y fatiga, y encefalitis, una inflamación del cerebro que puede causar convulsiones y la muerte", según detalló la BBC.

Murciélagos de la fruta, posible portadores del virus Nipah.

Los murciélagos, otra vez bajo la lupa

Supaporn Wacharapluesadee es conocida como una "cazadora de virus" en Tailandia. El año pasado, al arribar a su laboratorio las primeras muestras de un virus originado en Wuhan, China, que afectaba las vías respiratorias rápidamente comenzó a trabajar. 

Dirige el Centro de Ciencias de la Salud y Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Cruz Roja Tailandesa en Bangkok. Durante los últimos 10 años fue parte de Predict, un proyecto mundial para detectar y detener enfermedades que pueden pasar de animales a humanos. Ella, además, se enfocó en los murciélagos

Gracias a su experiencia, pudieron comprender la enfermedad en solo unos días, detectando el primer caso de COVID-19 fuera de China, indicó BBC Mundo. Descubrieron que, además de ser un virus nuevo que no se originó en humanos, estaba más estrechamente relacionado con los coronavirus que ya habían encontrado en los murciélagos.

Gracias a la información preliminar, el gobierno pudo actuar rápidamente para poner en cuarentena a los pacientes y asesorar a los ciudadanos. Y a pesar de ser un país de casi 70 millones de habitantes, un año después, el 3 de enero de 2021 Tailandia había registrado 8.955 casos y 65 muertes.

Sin embargo, ya apareció otro virus de más alta tasa de mortalidad que el COVID-19 que preocupa a estos científicos. 

La próxima amenaza

Wacharapluesadee ya está mirando hacia la próxima pandemia. Asia tiene un gran número de enfermedades infecciosas nuevas, ya que sus regiones tropicales tienen una rica variedad de biodiversidad, lo que significa que también albergan una gran cantidad de patógenos.

El crecimiento de las poblaciones humanas y el aumento del contacto entre personas y animales salvajes en estas regiones también aumentan el factor de riesgo.

En el transcurso de un proyecto en el que tomó muestras de miles de murciélagos, Wacharapluesadee y sus colegas ya descubrieron muchos virus nuevos, coronavirus y de otros tipos, que podrían extenderse a los humanos. 

Entre estos virus está el Nipah, que se expande entre las poblaciones de murciélagos de la fruta. "Supone una gran preocupación porque no hay tratamiento y este virus tiene una alta tasa de mortalidad", dijo Wacharapluesadee.

La tasa de mortalidad de Nipah varía entre el 40% y el 75%, dependiendo de dónde ocurra el brote.

Cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) revisa la larga lista de patógenos que podrían causar una emergencia de salud pública para decidir cómo priorizar sus fondos de investigación y desarrollo. El virus Nipah está entre los 10 primeros. Y, como ya se han producido varios brotes en Asia, es probable que no hayamos visto el último.

¿Por qué el virus Nipah es tan peligroso?

Hay virus mucho más peligrosos que el COVID-19 que ya preocupan a los científicos

Hay varias razones por las que el virus Nipah es tan siniestro. Tiene un largo período de incubación de hasta 45 días, por lo que se generan altas probabilidades de que una persona o un animal infectado lo propague. Además puede infectar a una amplia gama de animales y se puede contagiar por contacto directo o consumiendo alimentos contaminados.

Alguien con el virus Nipah puede experimentar síntomas respiratorios que incluyen tos, dolor de garganta, dolores y fatiga, y encefalitis, una inflamación del cerebro que puede causar convulsiones y la muerte.

Se contagia de animales a humanos en lugares como el mercado de la mañana en Battambang, Camboya, que está debajo de decenas de árboles en los que descansan los murciélagos de la fruta, defecando y orinando sobre cualquier cosa que pase debajo de ellos..

"La gente y los perros callejeros caminan todos los días bajo construcciones expuestas a la orina de los murciélagos", dijo a la BBC Veasna Duong, jefa de la unidad de virología del laboratorio de investigación científica Instituto Pasteur en Phnom Penh y colega y colaboradora de Wacharapluesadee.

El mercado de Battambang es uno de los muchos lugares donde Duong ha identificado murciélagos frugívoros y otros animales que entran en contacto con humanos a diario en Camboya. Por eso está considerado un lugar de  "intercambio de alto riesgo" por el mencionado equipo científico.

"Este tipo de exposición podría hacer que el virus mute, lo que podría causar una pandemia", dice Duong. "Observamos [murciélagos frugívoros] aquí y en Tailandia, en mercados, áreas de culto, escuelas y lugares turísticos como Angkor Wat, donde, por ejemplo, hay un gran nido de murciélagos allí", dice. En un año normal, Angkor Wat recibe 2,6 millones de visitantes.

Rastreo de murciélagos

Duong y su equipo lanzaron un programa de rastreo de murciélagos con GPS

De 2013 a 2016, Duong y su equipo lanzaron un programa de rastreo con GPS para comprender más sobre los murciélagos frugívoros y el virus Nipah, y para comparar las actividades de los murciélagos camboyanos con los murciélagos en otras regiones de puntos críticos.

Dos de estos lugares son Bangladesh e India. Ambos países experimentaron brotes de Nipah en el pasado y probablemente estén relacionados con el consumo de jugo de palmera datilera.

Por la noche, los murciélagos infectados sobrevuelan las plantaciones de palmeras datileras y lamen el jugo que se derramaba del árbol y que los locales recolectan a través de un cuenco sujeto al árbol.

En 11 brotes diferentes de Nipah en Bangladesh entre 2001 y 2011, se detectaron 196 personas con Nipah. De ellas 150 murieron.

El jugo de palmera datilera también es popular en Camboya, donde Duong y su equipo han descubierto que los murciélagos frugívoros en Camboya vuelan lejos, hasta 100 km cada noche, para encontrar fruta.

Eso significa que los humanos en estas regiones deben preocuparse no solo por estar demasiado cerca de los murciélagos, sino también por consumir productos que los murciélagos podrían haber contaminado. Duong y su equipo también identificaron otras situaciones de alto riesgo.

Las heces de murciélago son un fertilizante popular en Camboya y Tailandia y en áreas rurales con pocas oportunidades laborales vender excrementos de murciélago puede ser una forma de ganarse la vida.

Duong identificó muchos lugares donde los locales animaban a los murciélagos frugívoros, también conocidos como zorros voladores, a posarse cerca de sus hogares para poder recolectar y vender su guano. No tienen idea de los riesgos a los que se enfrentan al hacerlo. "El 60% de las personas que entrevistamos no sabían que los murciélagos transmiten enfermedades. Hay todavía una gran falta de conocimiento", dice Duong, quien cree que hacen falta campañas de educación acerca de esta temática.

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