Asesora de Alberto Fernández: "No tiene sentido empezar las clases en febrero"
El inicio de las clases en el país en medio de la crisis sanitaria del coronavirus es un tema que está en la agenda del gobierno nacional y de los de cada provincia. En la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta impulsa que se vuelva a las aulas en 17 de febrero. Por su parte, en Nación, Nicolás Trotta sostiene que "las clases van arrancar con una presencialidad cuidada en todo el país".
Con este panorama a la vista, gremios docentes se mostraron reticentes. Sin embargo, no fueron los únicos, la asesora presidencial Adriana Puiggrós sugirió que "no tiene sentido que las clases inicien en febrero".
Con ese escenario presente, son varias las posturas que se presentan de cara a cómo y cuándo iniciará el ciclo lectivo 2021. La exviceministra de Nicolás Trotta manifestó su postura en una entrevista en Radio Provincia.
"Creo que se está utilizando el tema de la pandemia sin ningún sentido, sobre todo en la ciudad de Buenos Aires, adelantando las clases y haciendo correr un enorme peligro a los alumnos y docentes. ¿Qué diferencia hay entre empezar las clases el 17 de febrero, como plantea Larreta, y empezar 20 días más tarde con los docentes vacunados?", dijo.
Puiggrós indicó que "en algún momento hay que volver a la presencialidad". En esa línea indicó que "las autoridades sanitarias" deberán contestar cuándo. Creo que no hay que apresurarse, se está avanzando en la vacunación: es necesario esperar a que estén todos los docentes vacunados", puntualizó.
Por último dijo que "no se debe empezar y suspender y retomar y suspender", ya que esto genera desorganización en el ámbito familiar y docente.
Macri cuestionó a gremios
El expresidente Mauricio Macri se volvió a meter en la discusión por el regreso a las aulas de los alumnos que no tuvieron clases presenciales a lo largo de casi todo 2020 debido a la pandemia. Ocurre luego de que algunos gremios pusieron reparos para la vuela.
"Abran las escuelas", se titular el mensaje de Macri, publicado este 14 enero en redes sociales.
Algunos gremios advirtieron que el regreso a las clases presenciales tiene riesgo epidemiológico.
Desde Nación ratificaron que dependerá de cada provincia cuándo y cómo es la vuelta a las aulas.
A continuación el texto completo:
Abran las escuelas
Un nuevo año comenzó y las definiciones sobre la apertura de las escuelas aún siguen sin resolverse. Las autoridades del gobierno nacional insisten en condicionar el retorno a clases a la situación epidemiológica, incluso cuando desde noviembre pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) defiende la necesidad de mantener las escuelas abiertas porque se ha comprobado que los niños y adolescentes no son vectores principales de contagio y tienen más probabilidades de contraer el virus fuera del entorno escolar que dentro. Además de los ya conocidos efectos secundarios que produce el confinamiento en su salud mental.
No tengo dudas de que la inmensa mayoría de los argentinos esperamos esta noticia; porque miramos hacia nuestro alrededor y somos plenamente conscientes de que todo está permitido, excepto el ingreso de nuestros chicos a las aulas. Eso responde a un orden de prioridades que debe ser revertido en la inmediatez si deseamos realmente construir un futuro próspero y con oportunidades para los jóvenes. Vamos a perder el potencial de una generación de jóvenes si las aulas siguen vacías.
La Ciudad de Buenos Aires demostró que es posible abrir las escuelas, respetando los protocolos y las recomendaciones que establece el Ministerio de Salud. Ese camino es el que esperamos que tome la Provincia de Buenos Aires, que tiene la enorme responsabilidad de educar a 5 millones de chicos -prácticamente la mitad del país.
Contamos con cientos de miles de docentes que en este último año se han convertido en "héroes sin capa", como les gusta decir a las nuevas generaciones. Su compromiso y vocación permitieron continuar con los aprendizajes a pesar de las distancias y de las dificultades.
Muchas madres y padres de distintas provincias con los que he conversado en estos últimos meses me manifestaron que desean que sus hijos vuelvan a la escuela y, lo que es peor, no entienden por qué esto no sucede si "todo el mundo está en la calle". Más allá del temor lógico por posibles riesgos, son ellos quienes tienen más clara la importancia de la educación de sus hijos, más aún luego de un año estando involucrados como nunca antes con sus aprendizajes.
Por estas razones es que quiero llamarlos a la acción.
No dejemos que el debate sobre la educación continúe monopolizado por los líderes gremiales que durante los cuatro años de nuestro gobierno han dejado a los chicos sin clases por "luchas" que ahora parecieron abandonar. En este último tiempo se han convertido en portavoces de las excusas del gobierno y no han sido capaces de disimular que sus intereses políticos son los que guían sus acciones y están por encima de las necesidades de los docentes y del derecho a aprender de los chicos.
Dicen que de todo debemos aprender y esta pandemia nos ha dejado más de una lección. El debate sobre libertades individuales e intervención del Estado se ha intensificado y, tristemente en nuestro país, el péndulo se movió hacia uno que limita al ciudadano en su movilidad, pero también en derechos universales como el acceso a la educación.
Tengo la esperanza de que juntos recuperaremos nuestros derechos individuales frenando a un Estado que busca hacer del control temporal algo permanente. Y en esa defensa, la educación y los chicos deben estar primero.