El New York Times destacó un estudio argentino sobre el tratamiento del COVID-19 con plasma de pacientes recuperados
La sección de Salud del prestigioso periódic norteamericano The New York Times destacó (NYT) un estudio realizado en la Argentina sobre el tratamiento de COVID-19 con plasma de pacientes recuperados.
"Un pequeño pero riguroso estudio clínico en Argentina ha encontrado que el plasma sanguíneo de pacientes recuperados de COVID-19 puede evitar que los adultos mayores se enfermen gravemente con el nuevo coronavirus, si reciben el tratamiento a pocos días de que se desata la enfermedad" indica el artículo.
El estudio en cuestión fue desarrollado por la Fundación Infant, liderada por Fernando Polack. Fue publicado en el New England Journal of Medicine esta semana por ser uno de los primeros que demuestra concluyentemente los efectos beneficiosos de este tratamiento.
Estos datos "llegan casi cinco meses después de que la Food and Drug Administration (FDA, el regulador de alimentos y fármacos en Estados Unidos) por presión del presidente Trump, dio la luz verde de emergencia a esta terapia para ser usada en personas hospitalizadas con COVID-19", destacó el New York Times, y dijo que el argentino es uno de los primeros estudios clínicos bien diseñados que comprueban que hay beneficios en este tratamiento.
El plasma es ese líquido amarillento que se obtiene luego de que se eliminan las células blancas y rojas de la sangre. Cuando proviene de pacientes recuperados de COVID-19 y se aplica a las personas enfermas, se asocia a los anticuerpos y los ayuda a combatir la enfermedad, evitando que se produzcan síntomas graves.
La investigación clínica de Fundación Infant confirmó que en 80 personas, la infusión de plasma disminuyó el riesgo de desarrollar síntomas graves en un 48 por ciento, en comparación con otros 80 pacientes que recibieron solo solución salina.
Todos los pacientes que participaron del estudio fueron mayores de 65 años de edad y cerca de la mitad de ellos tenían condiciones de salud previas a infectarse con COVID-19 que los hacían más vulnerables.
Y el tratamiento con plasma, que fue antes analizado para determinar que contuviera anticuerpos, se aplicó hasta tres días después de que aparecieran los síntomas.
Polak le dijo al periódico norteamericano que administrar esta terapia demasiado tarde en el curso de la enfermedad es como permitirle a un ladrón desvalijar una casa por horas antes de decidir llamar a la policía, y que una dosis temprana ayuda a los pacientes a sobrellevarla mejor.
Pese a la aprobación de emergencia que recibió este tratamiento de parte de la FDA, otras investigaciones desaconsejaban la terapia con plasma por no haber datos suficientes, y porque varios estudios comprobaban la poca efectividad del mismo en pacientes ya convalecientes e internados. Expertos consultados por el New York Times consideran que el estudio clínico de la Fundación Infant comprueba precisamente este punto, y que la clave está en el momento en el que se aplica el tratamiento dentro del curso de la enfermedad.
Hay una ventana de tiempo muy corta en la cual se puede aplicar efectivamente esta alternativa terapéutica para disminuir las chances de desarrollar síntomas graves en pacientes con COVID-19.