Alerta en la región: se confirmó el primer caso de la nueva cepa de coronavirus en un país vecino
Autoridades sanitarias chilenas confirmaron este martes el primer caso en América del Sur de la nueva cepa del coronavirus surgida en Reino Unido.
La subsecretaria de Salud trasandina, Paula Daza, consignó que la infección se detectó en una ciudadana chilena que arribó al país procedente de España en un vuelo de la compañía Iberia y que estuvo anteriormente en Gran Bretaña.
La funcionaria señaló que se descubrió el caso el 23 de diciembre pasado, se realizó la secuenciación y recién este martes se confirmó que se trata de la nueva cepa, que se estima hasta un 70 por ciento más contagiosa.
La funcionaria indicó que la pasajera, tras llegar a Santiago, tomó un vuelo a Temuco, para llegar a su lugar de residencia, en Panguipulli. "La Seremi (Secretaría) de Salud se encuentra haciendo la conexión con todas las personas que viajaron de Santiago a Temuco. Ya tenemos la información del vuelo de España a Chile para hacer la trazabilidad", explicó Daza.
Nueva cepa: suspensión de vuelos y cuarentena para quienes lleguen al país
La semana pasada se decretó la suspensión de todos los vuelos directos entre Chile y Gran Bretaña, además de prohibirse el ingreso de extranjeros que hayan estado en esa zona en las últimas semanas.
No obstante, el gobierno trasandino anunció un endurecimiento de las medidas sanitarias, ya que todos los chilenos que ingresen al país a partir del 31 de diciembre deberán cumplir con una cuarentena de diez días.
Las fronteras del país permanecían cerradas y el único acceso al país es al Aeropuerto Arturo Merino Benítez.
Chile registra hasta el momento más de 600 mil contagios de coronavirus y cerca de 16.500 fallecidos por la pandemia.
Lo que hay que saber de la nueva variante de Covid-19
El mundo está en alerta por la aparición de una nueva cepa del coronavirus SARS-CoV-2, técnicamente llamada B.1.17. La misma se extendió rápidamente en Inglaterra desde septiembre y llevó a varios países a suspender vuelos con el Reino Unido.
Pero qué se sabe de esta mutación del virus. Estas son las principales preguntas y respuestas que se hacen al respecto.
¿Qué es?
Es una cepa del virus que presenta numerosas mutaciones genéticas respecto a las cepas que circulaban anteriormente. La mayoría de estas mutaciones se concentran en la proteína S, que el virus utiliza para unirse a las células del cuerpo humano e infectarlas. Algunas de estas mutaciones tienen el potencial para aumentar la contagiosidad del virus. Varias de ellas se habían identificado anteriormente en otras cepas del virus. Nunca se habían encontrado juntas en una misma cepa.
¿Cuándo apareció?
Las primeras muestras de la cepa B.1.1.7 del coronavirus se identificaron el 20 de septiembre en el condado de Kent, en el sureste de Inglaterra, y el 21 de septiembre en el área metropolitana de Londres. El hecho de que se encontrara en dos pacientes de manera independiente sugiere que la nueva variante del virus había surgido unas semanas antes.
La cepa evolucionó en el cuerpo de un paciente que estuvo infectado durante semanas.
¿Cómo apareció?
El hecho de que un alto número de mutaciones coincidan en una misma cepa sugiere que evolucionó en el cuerpo de un paciente que estuvo infectado durante semanas, lo que dio al virus tiempo suficiente para adaptarse y acumular cambios genéticos. El equipo científico que lo ha identificado propone, como hipótesis, que esto pudo ocurrir en un paciente inmunodeprimido.
¿Es más virulenta?
Nada hace suponer en este momento que la nueva cepa del virus cause una forma de Covid más grave que las cepas anteriores. No se ha detectado un incremento de hospitalizaciones ni de casos graves en las zonas de Inglaterra más afectadas por la cepa B.1.1.7, más allá del aumento debido al mayor número de casos.
¿Es más contagiosa?
Sí. Según una primera estimación basada en modelos matemáticos, la nueva cepa eleva el número R de reproducción del virus en 0,4. Esto significa que en Catalunya, donde el número R está actualmente en torno a 1,5, esta cifra se elevaría a 1,9 si la nueva cepa fuera dominante en este momento.
¿Por qué es más preocupante?
El control de la epidemia depende de la contagiosidad del virus y de las oportunidades que se le dan para contagiar. Si la contagiosidad aumenta, para mantener el mismo nivel de control, es necesario reducir las oportunidades que tendrá de causar contagios. Esto significa que será necesario introducir medidas de control más estrictas para mantener el mismo nivel de control. En el ejemplo de Catalunya, las medidas introducidas para controlar la segunda ola a mediados de octubre, que incluyeron el cierre total de la restauración, redujeron el número R a alrededor de 0,7. Si la nueva cepa del virus eleva la R en 0,4, aquellas medidas hubieran sido insuficientes para controlar la segunda ola, ya que no hubieran conseguido reducir la R por debajo de 1.
¿Afectará a la eficacia de las vacunas?
Probablemente no, pero es demasiado pronto para saberlo. Las vacunas estimulan la inmunidad contra la proteína S del coronavirus, la que presenta más mutaciones en la nueva cepa vírica. Dado que las vacunas generan una respuesta inmunitaria compleja que neutraliza la proteína S desde varios frentes, es improbable que un número reducido de mutaciones genéticas concretas las haga ineficaces. Ya hay estudios en curso para evaluar el posible impacto de la nueva cepa sobre la eficacia de las vacunas.