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Qué es la inteligencia emocional y cuándo se necesita

El término responde a una serie de características de las personas que pueden repercutir en algunos aspectos de la vida cotidiana más de lo que uno piensa
10/12/2020 - 10:58hs
Qué es la inteligencia emocional y cuándo se necesita

El concepto de inteligencia emocional se escucha cada vez más, y es tan importante en la vida cotidiana como en las relaciones laborales y familiares.

Sin embargo, no todo conocen de qué se trata realmente y cuánto influye en el día a día.

La definición de inteligencia emocional indica que es la capacidad que tienen las personas de reconocer, entender y manejar las emociones propias. Al mismo tiempo, se utiliza este término para definir la capacidad de reconocer, entender e influir en las emociones de otras personas. Es por eso que interviene de manera directa en las relaciones interpersonales.

Estas dos capacidades son esenciales, tanto para el control de las emociones propias como también para comprender, interpretar y responder a las emociones de los demás. Algunos expertos sugieren que puede ser más importante que el coeficiente intelectual a la hora de determinar el éxito de una persona.

Inteligencia emocional: origen

El término inteligencia emocional se originó en 1985, cuando el psicólogo Wayne Payne la utilizó en su tesis doctoral. Si bien fue la primera vez que se la mencionó, fue otro psicólogo estadounidense quien se encargó de iniciar toda una línea de trabajo e investigación. Daniel Goleman comenzó a estudiar y descubrir el poder de las emociones sobre lo que las personas hacen y en su forma de relacionarse.

La inteligencia emocional es clave en el ámbito laboral.
La inteligencia emocional es clave en el ámbito laboral.

Así, él definió la inteligencia emocional como la capacidad de una persona de manejar sus sentimientos de manera tal que se expresen adecuada y efectivamente. De acuerdo con Goleman, la inteligencia emocional es el mayor predictor de éxito en el lugar de trabajo.

Inteligencia emocional: cómo se nota en las personas

Hay cinco componentes principales para determinar si alguien tiene o no inteligencia emocional. Estos son:

  • La conciencia de uno mismo o autoconciencia emocional
  • La autorregulación o autocontrol emocional
  • Las habilidades sociales o relaciones interpersonales
  • La empatía o reconocimiento de las emociones de los demás
  • La automotivación

Inteligencia emocional: conciencia de uno mismo

La conciencia de uno mismo es la forma en que las personas se dan cuenta de las emociones que ellas mismas sienten y son capaces de evaluarlas, algo que a muchos les cuesta hacer en medio de la rutina diaria y el día a día. Es importante comprender muchas cosas del día a día y, al mismo tiempo, saber escuchar los comentarios de otras personas acerca de las emociones.

Inteligencia emocional: autocontrol emocional

El autocontrol emocional es la capacidad que las personas tienen de controlar sus emociones, lo cual incluye la transparencia emocional y la capacidad de adaptación. Este tipo de personas son capaces de influir positivamente en los demás y, a su vez, asumir la responsabilidad de sus acciones.

Inteligencia emocional: habilidades sociales

Se trata de poder interactuar correctamente con el entorno, independientemente del lugar y la situación.

La inteligencia emocional es tan importante como otros tipos de inteligencias.
La inteligencia emocional es tan importante como otros tipos de inteligencias.

En el ámbito profesional, las personas con buenas habilidades sociales son capaces de construir buenas relaciones y conexiones con los compañeros de trabajo, saben desarrollar una fuerte relación con líderes, iguales y subordinados. La capacidad de persuasión, la escucha activa, la capacidad de liderazgo y de comunicación verbal y no verbal son algunas de las características que las personas con habilidades sociales pueden tener.

Inteligencia emocional: empatía

Si bien es un término más conocido que los demás, es importante aclarar que la empatía es la capacidad de entender los sentimientos de otras personas. Se constituye como una habilidad fundamental para la inteligencia emocional.

Además de poder comprender los sentimientos, la empatía implica que las personas puedan dar respuesta a los problemas o afecciones de los demás basándose en la información que tienen.

Ser empático también permite a la gente entender la dinámica de poder que a menudo influyen en las relaciones sociales, especialmente en los lugares de trabajo. De este modo, la empatía es esencial para la inteligencia emocional y es fundamental para que las personas pueda progresar en diferente ámbitos, ya que influye tanto desde las relacione personales, amorosas o la amistad, hasta la laboral y todas aquellas que impliquen un trato más jerárgico y de relación jefe empleado.

Inteligencia emocional: automotivación

Este aspecto de la inteligencia emocional se refiere a la motivación intrínseca, es decir, aquella que no está motivada por recompensas externas, como la fama o el dinero, sino que tiene que ver con algo que sucede en forma nata en las personas.

Las personas que son competentes en este área tienden a estar orientadas hacia la acción. Se fijan metas, tienen una alta necesidad de logro y siempre están buscando maneras de hacer mejor lo que se han propuesto.

Una de las características principales de las personas con automotivación y de quienes tienen inteligencia emocional es es que suelen tomar la iniciativa para llevar a cabo una gran diversidad de tareas. Estas son personas que están dispuestas, que se les puede encomendar alguna actividad y que la resuelven de forma expeditiva. De esta forma, la automotivación trabaja en las personas y se convierten en una de las fases más importantes de la inteligencia emocional.

Inteligencia emocional en el trabajo

Dadas las características mencionadas, la inteligencia emocional está íntimamente relacionada con el equilibrio emocional. Este equilibrio no sólo afecta a la vida personal, sino que es importante para el trabajo y el desarrollo profesional. En otras palabras, la inteligencia emocional desempeña un papel fundamental en el ámbito del trabajo.

Dentro de la organización, la inteligencia emocional es beneficiosa para la satisfacción en el trabajo, para el mejor liderazgo de los superiores, para reducir el estrés, para trabajar en equipo. Por suerte, es posible aprender las habilidades emocionales que brindan beneficios en el plano personal y laboral y que, además, permiten obtener mejores resultados organizacionales.

Inteligencia emocional en las empresas

La inteligencia emocional individual y colectiva afecta a la empresa de dos formas: una de ellas es de manera positiva, y la otra es de manera negativa. Las organizaciones en las que sus trabajadores presentan un nivel elevado de inteligencia emocional experiencian un mayor compromiso por parte de los empleados. En cambio, las empresas en las que sus trabajadores presentan un nivel bajo de inteligencia emocional tienen un mayor cambio de personal, mayores niveles de síndrome del quemado (burnout), baja productividad y menos ventas.

Pero, además, el comportamiento negativo de los compañeros de trabajo y los superiores también aumenta, en muchas situaciones, cuando existe un nivel bajo de inteligencia emocional en la organización, lo que provoca un ambiente de trabajo que favorece el estrés y el burnout.

El autoconocimiento y la autorregulación son dos competencias clave en el entorno laboral.

Inteligencia emocional, clave en las reuniones de trabajo.
Inteligencia emocional, clave en las reuniones de trabajo.

El autoconocimiento o autoconciencia es una competencia que impacta positivamente a la autoconfianza y en el éxito en el terreno laboral. Además, permite que un individuo evalúe sus valores y su sistema de creencias, ya que en muchas ocasiones las creencias limitantes interfieren en el potencial y el desarrollo profesional. El autoconocimiento también permite evaluar los puntos fuertes y débiles de uno mismo, por eso es una de las variables más importantes en la inteligencia emocional.

Por otro lado, la autorregulación emocional es sumamente importante en distintas áreas del trabajo, y resulta muy necesaria para el control emocional, la confianza y la iniciativa. También es esencial, por ejemplo, para tomar decisiones difíciles por parte de los ejecutivos.

Inteligencia emocional: más teóricos

El escritor Estanislao Bachrach, explica en su libro En Cambio, que durante mucho tiempo las emociones fueron identificadas como habilidades blandas que nada tenían que ver con funciones ejecutivas.

Hoy la ciencia muestra lo contrario: el sistema límbico tiene conexiones directas con los sistemas ejecutores que nos llevan a hacer o no hacer cosas en nuestras vidas. Tiene mucho que ver en decisiones afectivas pero también con la atención, memoria y aprendizaje.

Un investigador de Harvard, John Kotter, descubrió que los cambios en las organizaciones, dependen más de cambiar las emociones de los individuos que de otros aprendizajes y cursos. Luego de pasar por 130 empresas y ver 400 personas, visualizó que el comportamiento de la gente cambia si se apela a la inteligencia emocional. No solo es la parte racional. Aquí, la inteligencia emocional, vuelve al ruedo.

Por ello, es importante celebrar los pequeños cambios de cada empleado a medida que van evolucionando en la forma en que piensan, actúan y sienten. Kotter dice que sin suficientes logros alcanzados con un propósito, que sin victorias visibles, los esfuerzos de cambiar corren riesgos.

"A celebrar las pequeñas victorias en el largo camino hacia el cambio", dijo Kotter al analizar la inteligencia emocional.

Lo mismo pasa frente a una situación de cambio difícil, cuando alguien dice que algo es imposible, se necesita la influencia de personas que hagan recuperar la confianza. Se necesita conexión emocional para incentivar la inteligencia emocional. Que los nuevos hábitos se hagan sin sentir que es un esfuerzo, explica.

En este contexto, es importante pensar de una manera nueva para poder ver las cosas de forma diferente y así obtener mejores resultados.

Inteligencia emocional: un caso concreto

En iProfesional preguntamos a una psicóloga qué es la inteligencia emocional y respondió explicando una situación donde puede verse influyendo en la vida de las personas. 

"Un paciente llegó por un problema claro que le estaba preocupando, pero en las sesiones, fui descubriendo que su problema era la ansiedad y obsesión. Tenía un alto coeficiente intelectual, algo común en personas con esas características donde también es común que la inteligencia emocional esté en otro nivel, más desequilibrada".

"Le expliqué esta evaluación y por dónde teníamos que resolver sus problemas, pero como ella, con su capacidad de razonamiento pero con las emociones trabadas, nunca había pensado en la inteligencia emocional más que para hacer un test laboral, el mensaje no podía entenderlo. ¿Qué importaba la inteligencia emocional cuando se buscaban resultados y alcanzar objetivos principalmente laborales. Trabajar 12 horas, hacer el doble de lo que pedían, que todo ese este perfecto, decía".

Cual era el resultado de todo eso y cómo lo entendió. "Mientras tanto, esa ansiedad por hacer más y más hacía perder horas de disfrute, de descanso, de pasar un momento agradable con una persona o con sus propios hijos porque la ansiedad se atravesaba en ese momento interceptando a la inteligencia emocional y haciendo que se vuelva a la rutina de alcanzar los objetivos. El final del día era cansancio, angustia, más ansiedad y una sensación de que, todo eso, tampoco era suficiente para sentirse realizada. Entonces ahí apareció y se empezó a entender la importancia de desglosar en pequeñas partes que es la inteligencia emocional.

Qué otros tipos de inteligencia existen

En los años ‘80, más precisamente en 1983, el psicólogo estadounidense Howard Gardner desarrolló una teoría conocida como Teoría de las inteligencias múltiples. Se publicó en un libro que llevó ese nombre y definió, a partir de una serie de criterios, ocho tipos distintos de inteligencia. Entre ellas no está incluida la inteligencia emocional como tal, pero precisamente porque ha disgregado la inteligencia en aspectos diversos que agrupan capacidades de las personas.

Fue así que Gardner estudió el desarrollo de habilidades en los niños y en la forma en que se descomponían las capacidades. A su vez, observó cómo se manifestaba cada una de las inteligencias dentro de la cultura del individuo.

Entre los criterios que, para Gardner, definían a una característica como inteligencia se encontraban:

1. La identificación de la morada de la inteligencia por daño cerebral

2. La existencia de individuos excepcionales en ámbitos específicos de la solución de problemas o de la creación

3. El gatillo neural preparado para dispararse en determinados tipo de información interna o externa

4. La susceptibilidad a la modificación de la inteligencia mediante entrenamiento

5. Una historia de plausibilidad evolutiva

6. Los exámenes específicos mediante tareas psicológicas experimentales

7. El apoyo de exámenes psicométricos

8. La creación de un sistema simbólico específico

A partir de dichos criterios el especialista pudo definir los siguientes tipos de inteligencia, que complementan a la definición de inteligencia emocional brindada anteriormente.

  • Inteligencia lingüística
  • Inteligencia musical
  • Inteligencia lógico-matemática
  • Inteligencia espacial
  • Inteligencia corporal – kinestésica
  • Inteligencia intrapersonal
  • Inteligencia interpersonal
  • Inteligencia naturalista-pictórica
  • Inteligencia emocional y conexión emocional