Cuidado del ambiente: estas son las principales causas y consecuencias de la contaminación del agua
La contaminación del agua es uno de los principales con los que el medio ambiente se enfrenta actualmente. Se trata de una problemática global, pero que tiene más gravedad en ciertos sectores y afecta con mayor intensidad a cierta porción de la población del mundo.
Los elementos que producen la contaminación del agua son muchos. Algunos de ellos están presentes en la naturaleza, pero la mayoría son fabricados y tirados deliberadamente por el ser humano.
Principales causas de contaminación del agua
Tal como se mencionó, la contaminación del agua se puede dar por diversos factores. Mientras que algunos elementos de contaminación del agua son naturales y están en el medio ambiente, la gran mayoría está relacionada con el ser humano y con los modos de producción y de vida que ha encontrado a lo largo de los años.
Entre las causas principales de contaminación del agua se pueden encontrar todo tipo de sustancias, procesos y procedimientos que las personas llevan adelante en su día a día, tanto a nivel individual como en general de la sociedad.
La basura y los desechos químicos de las fábricas e industrias son una de las causas de contaminación del agua que compone esta lista. De hecho, se trata de una de las causas más difíciles de erradicar.
Las aguas residuales y otros residuos que llegan al agua también se encuentran entre los elementos que más contaminan el agua. El problema, en este caso, es que que demandan oxígeno -en su mayor parte materia orgánica, cuya descomposición produce la desoxigenación del agua-.
La contaminación del agua también se puede dar por agentes patógenos, tales como bacterias, virus, protozoos, parásitos. Todos ellos provienen de desechos orgánicos, que incluyen heces y otros materiales que pueden ser descompuestos por bacterias aerobias.
Los productos químicos, incluyendo los pesticidas, diversos productos industriales, las sustancias tensoactivas contenidas en los detergentes, y los productos de la descomposición de otros compuestos orgánicos, son algunos de los elementos que pueden provocar contaminación del agua.
El petróleo, especialmente el procedente de los vertidos accidentales, es una de las más severas causas de contaminación del agua, de la misma manera que sucede con los minerales inorgánicos y compuestos químicos.
Otra de las causas de contaminación del agua que se encuentra en este listado son los sedimentos formados por partículas del suelo y minerales arrastrados por las tormentas y escorrentías desde las tierras de cultivo, los suelos sin protección (cobertura vegetal), las explotaciones mineras y las rutas.
Las sustancias radioactivas son grandes responsables de la contaminación del agua que actualmente sufre el planeta. En general, este tipo de sustancias proviene de los residuos producidos por la minería y el refinado del uranio y el torio, las centrales nucleares y el uso industrial, médico y científico de materiales radiactivos.
Es importante tener en cuenta que el calor también puede ser considerado un contaminante del agua. No es el calor en sí mismo, pero sí es el vertido del agua empleada para la refrigeración de las fábricas y las centrales energéticas, que precisamente hace subir la temperatura del agua de la que se abastecen.
El vertimiento de aguas servidas es uno de los más severos y longevos problemas que ocasiona actualmente la contaminación del agua. La mayor parte de los centros urbanos vierten directamente los desagües a los ríos, a los lagos y al mar. De esta manera, los excrementos, detergentes, residuos industriales, petróleo, aceites y otras sustancias, llegan a las aguas, lo cual hace que lleguen a las personas que viven en la zona y a todos los seres vivos que estén cerca -plantas y animales-. Este es uno de los problemas más graves en relación a la contaminación del agua y a la propagación de enfermedades.
El problema del vertimento de aguas servidas también se extiende a los desechos de la minería, a los productos químicos e industriales y a todo tipo de desechos de cualquier producción. Cuando se arrojan relaves mineros al agua -mercurio, zinc, arsénico, cobre- se contamina severamente el agua y, en consecuencia, se afecta el bienestar y la salud de personas, animales y plantas.
Contaminación del agua de mar
Cuando se habla de contaminación del agua se suele pensar en el agua dulce, la que es pasible de ser consumida o utilizada en cientos de industrias. Pero el mar también tiene un problema severo en relación a la contaminación del agua y a la afectación de todas las formas de vida que allí habitan.
El ruido de construcciones marítimas, barcos y pozos petroleros producen ondas sonoras no naturales que afectan la forma de vida de animales que se comunican por medio de la ecolocación como la ballena y el delfín.
Además, los mares se han transformado en un gran basural, una situación que debería revertirse pero que todavía está muy lejos de hacerlo, aunque hay grupos ambientalistas que trabajan en eso.
La contaminación tiende a concentrarse en los lugares próximos a las zonas habitadas e industrializadas. Así, la contaminación del agua marina de origen atmosférico es, en determinadas zonas adyacentes a Europa (Báltico, mar del Norte, Mediterráneo), por término general, diez veces mayor que mar adentro, en el propio Atlántico norte; cien veces superior que en el Pacífico norte y mil veces más elevada que en el Pacífico sur. Sin embargo, y como consecuencia de la circulación general de los aires y de las aguas, cada año se detectan nuevos contaminantes en zonas tan apartadas como la Antártida o las fosas oceánicas.
La contaminación del agua del medio marino provocada por el ser humano es muy superior a la atribuible a causas naturales. Las tasas de aporte de algunos elementos son alarmantes: el mercurio llega al océano a un ritmo dos veces y media superior al que sería debido únicamente a factores naturales; el manganeso multiplica por cuatro dicho ritmo natural; el cobre, el plomo y el zinc por doce; el antimonio por treinta y el fósforo por ochenta.
Algunos de los metales pesados, como el mercurio y el plomo, junto con el cadmio y el arsénico, son contaminantes graves, ya que penetran en las cadenas alimentarias marinas, y, a través de ellas, se concentran. Así, por ejemplo, la enfermedad de Minamata –descubierta en los años '20 en la bahía japonesa de mismo nombre- ha provocado, en Japón y en Indonesia, miles de muertes y un número mucho mayor de enfermos con lesiones cerebrales. La causa que la produjo fue el consumo de atún y otros peces con contenidos elevados de mercurio procedente de los vertidos industriales de aquella zona costera.
¿Hay contaminación del agua que se de naturalmente?
No se suele tener en cuenta, pero hay ciertas fuentes de contaminación del agua que son naturales. Una de las fuentes más comunes de contaminación del agua natural es el mercurio que se encuentra en la corteza de la Tierra y en los océanos. Esa sustancia genera contaminación del agua de forma natural. Algo similar pasa con los hidrocarburos y con muchos otros productos.
Normalmente las fuentes de contaminación del agua naturales son muy dispersas y no provocan concentraciones altas de polución, excepto en algunos lugares muy concretos. La contaminación del agua que se da de la mano del hombre, en cambio, se concentra en zonas específicas y, por los contaminantes que implica, es mucho más peligrosa que la natural.
Los factores naturales no pueden controlarse fácilmente y pueden tener un impacto significativo sobre la calidad de una fuente de agua. Los factores que se deben considerar son los siguientes: el clima, las características de la cuenca, la geología, el crecimiento microbiológico y de los nutrientes, los incendios, la intrusión salina y la estratificación térmica. Por ello no significa que el ser humanos es menos contaminante al contrario.
Cuáles son los efectos de la contaminación del agua
Los efectos de la contaminación del agua se dividen en distintas categorías, dado que es un problema que tiene un impacto amplio e integral.
La contaminación del agua y sus efectos en la salud
La contaminación hídrica es una de las principales fuentes de enfermedad gastrointestinales en niños menores de un año. Este tipo de patologías se producen por la presencia de bacterias, virus y protozoos patógenos que se dispersan a través de la ruta fecal-oral y que potencialmente pueden ser transmitidos por el agua de consumo, utilizada para diversas actividades en el hogar.
El agua contaminada y el saneamiento deficiente, tal como lo explican desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se relacionan directamente con la transmisión de diversas enfermedades, por ejemplo, el cólera, diarrea, disentería, hepatitis A, fiebre tifoidea y poliomielitis, entre otras. Los servicios de agua y saneamiento inexistentes o insuficientes exponen a la población a riesgos prevenibles para su salud, un problema que en muchos países ni siquiera se ha abordado.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 80 % de las enfermedades infecciosas y parasitarias gastrointestinales y una tercera parte de las defunciones causadas por éstas, se deben al uso y consumo de agua contaminada. A su vez, este organismo internacional también reconoce que solo un 41 % de la población mundial consume agua tratada y desinfectada como para ser considerada "segura".
También existen las llamadas "enfermedades químicas". Este tipo de afección se encuentran asociadas principalmente con la ingestión de sustancias tóxicas naturales o artificiales en concentraciones dañinas, caracterizadas por su localización específica: hidroarsenisismo y fluorosis.
Efectos de la contaminación del agua provocados por hidrocarburos
Los más destacables por su peligrosidad son los hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH’s), (núcleos aromáticos condensados), no sólo presentes en pequeñísima cantidad en el petróleo sino también en los bosques de abetos y hayas. Son cancerígenos y, en particular el benzopireno –que es el mejor estudiado-, en el que ha observado un corto periodo de latencia.
A pesar de su enorme liposolubilidad, apenas se acumulan en el tejido graso ya que se metabolizan pronto, y uno de sus metabolitos el agente cancerígeno.
En el proceso de potabilización una parte suele ser eliminada en la floculación-filtración y la otra en la oxidación, quedando muy poca cantidad en el agua tratada.
Efectos de la contaminación del agua provocados por las sustancias húmicas
No presentan un problema medioambiental por sí solas, sino porque al ser degradadas lentamente, llegan, entre tanto, a las plantas urbanas de cloración, donde producen compuestos halorgánicos (generalmente clorados) de uno o dos átomos de carbono, sustancias, como sabemos, cancerígenas (el más abundante es el cloroformo).
Esto no sería problema si se agregara mayor cantidad de cloro de forma que se completara su oxidación, pero al no ser posible, solo se oxidan parcialmente y los restos orgánicos que quedan producen los llamados trihalometanos o compuestos haloformes. Como en tantos tóxicos cancerígenos, resulta muy difícil establecer la relación causa-efecto entre cloración y carcinogenicidad, debido al largo periodo de latencia (de 20 a 30 años) entre exposición y supuesta aparición del cáncer.
Efectos provocados por la materia orgánica
Sus efectos son diferentes según se trate de materia orgánica biodegradable o no biodegradable. La primera provoca una disminución del oxígeno disuelto por consumo de este en los procesos de degradación, reduciendo la capacidad de autodepuración de un río.
Cuando se ha consumido todo el oxígeno disuelto, la degradación se torna anaeróbica, desapareciendo la vida animal y apareciendo compuestos típicos de la putrefacción, generalmente mal olor, como el sulfhídrico, la putrescina, etc. La segunda puede presentar efectos diferentes como son la acumulación en los tejidos animales y la toxicidad.
Los efectos de la contaminación del agua son mucho más severos y extensos de lo que se puede describir en unos cuantos caracteres. Es importante tener en cuenta que para detener la contaminación del agua que actualmente afecta al mundo es necesario hacer cambios de hábitos, cambios en los procesos de producción y de industrialización. Todo el proceso mencionado debe estar acompañado e impulsado por políticas que emanen de los gobiernos, dado que de lo contrario será imposible alcanzar objetivo alguno.