Elecciones en EE. UU.: 10 razones que indican que la balanza se inclina a favor de Trump
Normalmente, las elecciones presidenciales de Estados Unidos se definen en unos pocos estados, que el presidente republicano Donald Trump logra retener en relación a las elecciones de 2016.
De los estados clave de este año -Florida,Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Carolina del Norte y Arizona- todos votaron por Trump en 2016. Y de acuerdo a las proyecciones, retendría todas, menos Arizona y aún está en duda qué puede ocurrir con Pensilvania.
En las pasadas elecciones, el mandatario se aseguró la victoria al ganar en los estados de Florida, Pensilvania, Michigan, Carolina del Norte, Wisconsin y Arizona, cuatro de los cuales habían votado al demócrata Barack Obama en 2012.
Pensilvania
El estado natal de Joe Biden, que otorga 20 grandes electores, está marcado por el declive industrial.
Trump, que se impuso por la mínima en este estado hace cuatro años, parece mantener el apoyo de la población rural blanca, mientras que las grandes ciudades votaron por Biden, que ha invertido generosos recursos publicitarios en la zona. La ventaja allí del presidente es de unos 12 puntos, pero aún faltan contar la mitad de los votos.
Florida
El mayor de los estados de voto pendular es un importante integrante del Cinturón del Sol, la franja que va desde la costa atlántica del sureste hasta la costa pacífica del suroeste.
Los republicanos defienden a capa y espada Florida, de rápido crecimiento poblacional, pujante industria agrícola y hogar de un gran número de jubilados. Pero los demócratas los acusan de reprimir activamente el voto, particularmente en las comunidades negras.
La enorme población latina del estado siempre es clave, y las encuestas muestran que respaldan menos a los demócratas que en 2016. El estado, finalmente, quedó para Donald Trump.
Michigan
Este estado históricamente demócrata se inclinó muy levemente por Trump en 2016 y le otorgó sus 16 grandes electores. Este año fue un territorio disputado con fuerza, pero con la mitad de los votos contados, el presidente lleva una ventaja de 12 puntos.
Trump ha visitado Michigan pregonando el regreso de la preeminencia industrial de Estados Unidos.
Wisconsin
La demócrata Hillary Clinton optó en 2016 por no hacer campaña en la tierra estadounidense de los lácteos y sus diez grandes electores, y fue castigada por los votantes. Ahora, parece inclinarse otra vez por el presidente Trump, con una ventaja de 5 puntos.
Carolina del Norte
Este estado del sureste, que desde temprano empezó a votar anticipadamente por correo, apoya a Trump entre la población blanca, rural y mayor, así como la comunidad evangélica, clave en su triunfo de 2016.
Tradicionalmente conservador, favoreció a Trump por tres puntos porcentuales hace cuatro años. Aquí, por ahora, se está imponiendo Donald Trump por escasos dos puntos.
Georgia y Ohio
Estos dos estados votaron a Donald Trump en 2016 y este año el presidente vuelve a imponerse en ellos. Entregan entre los dos nada menos que 34 electores, un numero importante para llegar a los 270 necesarios para ser el elegido para la Casa Blanca.
Otros datos a tener en cuenta
1. La economía se recupera
Esa es la principal fortaleza de Trump, a pesar de la pandemia. Hasta que irrumpió el Covid19 en el mundo, la economía de Estados Unidos marchaba firme y, aunque había una ralentización del crecimiento y daños en algunos sectores producto de la guerra comercial con China, el desempleo había bajado a niveles históricos. El PBI creció un 7,4% entre julio y septiembre respecto del trimestre anterior.
El desempleo también se recupera a ritmo acelerado. La mayoría de los estadounidenses, sobre todo en los estados clave, confía en que un empresario puede manejar mejor que Biden la economía en tiempos de crisis. Además, los hombres de negocios, el campo y los ciudadanos en general dieron gran bienvenida a los subsidios en créditos blandos y cash durante la pandemia. La marcha de la economía es el tema más importante para los electores, según una encuesta de Pew.
2. Su base electoral
Los sectores más ultraconservadores que han votado por Trump en 2016 todavía siguen apoyándolo, según se palpa en el interior del país. En general son hombres blancos, de zonas rurales o suburbanas, trabajadores industriales, del campo, del carbón o del petróleo que votaron al magnate y estuvieron de acuerdo con varias de sus medidas como las desregulaciones ambientales que favorecen a las industrias y a las energías tradicionales y por su fuerte apoyo al fracking, temas vitales en estados decisivos como Pensilvania, Michigan y Ohio. También festejan las restricciones del ingreso de inmigrantes, a quienes ven como una amenaza a sus puestos de trabajo. Y avalan el emblema del "America first", con mayor proteccionismo económico.
3. El miedo al "socialismo"
Si bien Joe Biden está lejos de ser un "radical socialista" como lo pinta Trump y es en realidad un hombre moderado del establishment que recibe el apoyo de Wall Street, esta descripción del candidato demócrata promovida por el presidente es citada como un mantra en el interior de los Estados Unidos. Trump además liga a los manifestantes contra el racismo y la violencia policial con militantes de la organización antifascista ANTIFA y dice que los demócratas la defienden.
En Wisconsin o en Pennsylvania temen que un gobierno de Biden pueda colocar regulaciones que agobien a las empresas privadas y hasta que pueda "prohibir" el ganado vacuno porque sus gases contaminan. En lugares petroleros tienen miedo de que elimine el fracking para cuidar el medioambiente. Los empresarios temen que les suban los impuestos y que eleve el salario mínimo hasta la estratósfera. No lo acusan directamente a él sino a "gente que lo rodea" como Bernie Sanders (que se definió como socialista democrático), su compañera de fórmula kamala Harris y la representante Alexandria Ocasio Cortez. Si el temor al "socialismo radical" logra expandirse más allá de los sectores más duros y llegar a los independientes, Trump resultará beneficiado.
4. El voto "vergonzante"
A través de la historia son pocos los presidentes que no lograron un segundo mandato. Algunos de los que votaron al magnate dijeron sentirse indecisos, pero la sensación en la calle es que muchos volverían a elegir al presidente y no lo admiten públicamente. Se los escucha decir que aún no definieron el voto, pero que quieren a un líder fuerte que saque el país adelante con gestión. El voto "vergonzante", oculto, fue importante en 2016 y puede haber sido vital en esta elección.