Lo tenés en la alacena y combate las arrugas: cómo usar el bicarbonato de sodio

Las arrugas forman parte del proceso natural de envejecimiento de todas las personas. Es natural que aparezcan esas pequeñas marcas, que primero se muestran tímidamente y luego ya pasan a formar parte importante del rostro y de otras partes del cuerpo, como el cuello o las manos, por ejemplo. 

El cuidado de la piel a lo largo de la vida es muy importante para poder prevenir la aparición de arrugas en forma prematura. Además, es esencial para poder cuidar la piel de manera integral, no solo por un motivo estético, sino para mantenerla saludable, nutrida, y prevenir la aparición de algunas patologías que pueden afectar la salud de manera severa. 

Más allá de todos los elementos que hacen al cuidado de la piel de manera previa a la aparición de arrugas es importante saber cómo se pueden tratar esas marcas que aparecen en la piel y que se profundizan con el paso del tiempo. 

Hay muchos métodos, algunos de los cuales incluyen intervenciones quirúrgicas, más o menos invasivas para los pacientes. 

Sin embargo, hay un método que la ciencia ha probado recientemente y que se podría usar para combatir las arrugas que muchas veces molestan desde el punto de vista estético. 

Cómo usar el bicarbonato de sodio para combatir las arrugas

El bicarbonato de sodio es un compuesto químico al que se le atribuyen muchísimas propiedades beneficiosas para la piel. Entre ellas contribuye a mantener el pH balanceado y, además, ayuda a mantener su humedad en niveles óptimos. De esta manera, fomenta que la piel se mantenga tersa, al tiempo que elimina las células muertas de esta, es decir que actúa como un exfoliante.

Al bicarbonato de sodio se le atribuyen muchas propiedades

Es por esos motivos que el bicarbonato se aplicará en forma de mascarilla para disminuir la visibilidad de las arrugas que aparecen en consecuencia de la edad y hábitos poco saludables.

El proceso para aplicar este componente es bastante sencillo. Para elaborar la mascarilla exfoliante solo se necesitan bicarbonato de sodio, por supuesto, y aceite de coco. Se debe mezclar una cucharadita de cada uno de los ingrediente hasta llegar a tener una pasta que se vea homogénea, lo cual implica que no debe tener grumos ni partes líquidas del aceite. 

Antes de comenzar la aplicación de la mascarilla se debe limpiar el rostro. 

A continuación esa pasta se debe aplicar con movimientos circulares en la cara, de modo que penetre bien en la piel. En este punto es importante tener en cuenta una recomendación: nunca se debe frotar fuerte ni hacer fuerza sobre la piel, dado que se podría dañar. 

Finalmente, para terminar el proceso basta con enjuagar con agua tibia después de 15 minutos, tiempo suficiente para que el bicarbonato actúe y se puedan ver los resultados.

Luego de aplicar la mascarilla es necesario enjuagar el rostro

Más opciones con bicarbonato de sodio

Cabe mencionar que también existen otras dos alternativas igual de efectivas. Por un lado, la mascarilla de bicarbonato y miel, que aporta una hidratación bastante considerable. Por otro lado, la de bicarbonato y limón.

Más allá de los usos que se le pueda dar al bicarbonato de sodio para cuidar la salud de la piel, es importante considerar que siempre se deben aplicar productos que hayan sido aprobados por un profesional de la salud. Esto significa que se debe consultar primero, dado que las características de la piel de cada persona suelen ser diferentes y los productos podrían actual de manera distinta.