El teletrabajo y el estrés: cómo manejarlo y evitar que afecte la salud
En tiempos de pandemia, coronavirus y aislamiento, el teletrabajo es el camino que muchas empresas y empleados debieron seguir para poder continuar con su desempeño laboral. En un principio solo eran 24 las actividades habilitadas para desempeñar sus trabajos de manera presencial -las consideradas esenciales-. Todas las demás debieron elegir el teletrabajo o, en caso de que no fuera posible, simplemente dejar de trabajar.
Si bien es cierto que el teletrabajo disminuye ciertas situaciones que se pueden considerar estresantes -como el viaje hasta el lugar de trabajo, la posibilidad de que algo suceda en el camino, el gasto en transporte, por ejemplo-, no está exento de provocar estrés en quienes hacen teletrabajo. De hecho, en algunos casos podrían verse incrementados los niveles de estrés por distintos motivos.
¿Qué es el estrés?
El estrés es una respuesta del cuerpo ante ciertas situaciones. Se puede decir que es una reacción positiva, dado que el organismo y la mente necesitan del estrés -y de lo que el estrés desencadena- para prepararse para enfrentar algunas situaciones.
El problema se presenta cuando el estrés no se detiene, cuando permanece de manera casi constante en una persona y se cronifica. Más allá de cuál sea la causa del estrés y de su posterior cronificación, lo cierto es que cuando esta situación se extiende en el tiempo puede repercutir negativamente en la salud física y mental.
El trabajo, como ya se mencionó, es uno de los principales factores causantes de estrés, sobre todo en personas proclives a desarrollar estrés y en trabajos particularmente generadores de esta sensación. El teletrabajo puede desencadenar situaciones estresantes que antes no existían -las tareas de los niños, que también están en casa, preparar la comida, hacer las compras en un horario acotado, entre otros elementos-.
¿Cómo gestionar el estrés laboral?
Aún cuando las personas disfrutan de su trabajo y hacen una tarea que les gusta, siempre puede ser fuente de estrés, al igual que sucede con otras situaciones. Sin dudas, el teletrabajo ha incrementado esos niveles de estrés que pueden aparecer como consecuencia del desempeño laboral.
El estrés, como cualquier otra emoción, es adaptativa. Se trata de una respuesta fisiológica, psicológica y conductual que ayuda a las personas a adaptarse a presiones internas y externas.
Esto significa que el estrés es la forma que tiene el cuerpo de hacer frente a una determinada situación; es una manera de mantenerse activo y despierto para que la persona no baje la guardia y se concentre en conseguir llevar a cabo la tarea que se tiene como objetivo. En el teletrabajo también hay metas que se deben cumplir y esos objetivos también son pasibles de desencadenar estrés en la persona.
El problema del estrés no es que exista, porque eso está bien, sino que se cronifique. El teletrabajo, precisamente, fomenta una potencial cronificación del estrés, dado que día a día aparecen problemas y conflictos nuevos que se suman a la incertidumbre del contexto mundial o local. Este estrés, ya transformado en ansiedad, puede generar todo tipo de problemas de salud, como patologías de corazón, dolor de espalda, dolores de cabeza, malestar estomacal, depresión, alteraciones del sueño, problemas en el sistema inmunitario, además de aumentar la propensión sufrir accidentes en el trabajo, en ciertos casos.
Las causas de este estrés laboral, tanto presencial como en el teletrabajo, pueden ser varias. Todas ellas dependen de cómo se siente el trabajador o teletrabajador en su puesto o cómo interactúa con el resto de la organización.
Puede aparecer relacionado con una excesiva carga de trabajo, como trabajar demasiadas horas, tener pocos descansos, tener un papel poco definido en el trabajo, tener unas condiciones de trabajo precarias, estar expuesto a sustancias nocivas, ruidos fuertes. Y, claro está, tener problemas con otros trabajadores, como los compañeros y, en especial, el jefe, son fuentes comunes de estrés.
Estos factores, en algunos casos, se vieron incrementados con el advenimiento de la pandemia y del teletrabajo como nueva modalidad de desempeñarse a nivel laboral. De hecho, muchas personas han manifestado trabajar más horas mientras hacen teletrabajo, tener pocas horas de descanso e incluso que no se respeten sus horarios de comienzo y finalización de la jornada. La ley de teletrabajo sancionada pocas semanas atrás regula algunas de estas situaciones.
Sea cual sea la causa del estrés laboral y cómo se manifieste, no hay duda de que puede ser muy nocivo para la salud y para el desempeño en el trabajo. De acuerdo con varias investigaciones, sufrir ansiedad en el trabajo puede reducir de forma significativa la productividad laboral, un descenso que ha llegado incluso al 30% de reducción. Es por este motivo que es especialmente recomendable reducir esta emoción en el puesto de trabajo, ya sea que la persona se desempeñe de manera presencial o a través del teletrabajo, y tanto si se es consciente de que se sufre como si se ve a otros compañeros o subordinados manifestarla.
10 tips para hacer frente al estrés laboral
Lo primero que se debe entender para intentar gestionar el estrés laboral es que no existe una fórmula mágica que lo solucione de repente: se necesita constancia.
Aplicar de forma rutinaria las siguientes estrategias es la mejor manera de ir reduciendo el estrés del trabajo y en el teletrabajo. Así, la persona se sentirá mejor y es probable que no sufra un impacto tan severo en relación a su trabajo y a la modalidad de teletrabajo.
Planificarse el trabajo
Desorganización y estrés suelen ir de la mano. Cuando se hace teletrabajo de manera desordenada, todas las tareas comienzan a acumularse y es probable que eso provoque atrasos o dilaciones en las finalizaciones o entregas de las tareas que se realizan. Es por eso que una de las principales recomendaciones al momento de combatir el estrés en el teletrabajo -y en el empleo presencial también- es la organización.
No hace falta ser demasiado sofisticado a la hora de programar las actividades. Basta con tener una agenda o un calendario donde se puedan anotar las tareas a realizar y las fechas de entrega o finalización de cada una. Hay personas que, al realizar su teletrabajo con la computadora durante todo el día, eligen herramientas digitales, como por ejemplo el calendario de Google u otras alternativas.
En cualquier caso, independientemente de la herramienta que elija cada teletrabajador, la organización se constituye como un elemento clave.
Marcarse objetivos
Todo trabajador o teletrabajador es eficiente en la medida que se marque unos objetivos y metas realistas, y las consiga alcanzar. Esto significa que es mejor y más efectivo proponerse metas pequeñas y alcanzables a corto o mediano plazo, que fijar objetivos grandes e inalcanzables. Esto último puede predisponer a la frustración y a la generación de estrés.
Es importante tener en cuenta que el estrés de pequeñas tareas cotidianas es mucho más gestionable que el que provocan los objetivos muy ambiciosos y casi inalcanzables.
Además, cumplir diariamente con las metas que se han fijado contribuye a incrementar los niveles de autoestima y de bienestar en el trabajo.
Ser asertivo
El estrés también puede aparecer como consecuencia del espacio o ambiente de trabajo, no solamente por las tareas que se desarrollan. Puede ser que en la oficina el aire acondicionado esté a una temperatura helada o muy calurosa, haya mucho ruido, los compañeros se cuenten chistes y rían fuerte, entre otros elementos que podrían ser molestos. Esto puede desencadenar situaciones de estrés en las personas.
Es por eso que resulta importante comunicar ese malestar que se genera a partir de cierto problema en el ambiente laboral y tratar de solucionarlo. Esto significa que nunca es conveniente convivir durante mucho tiempo con la molestia que se genera por una situación específica en el ambiente o relaciones de trabajo.
Si bien en el teletrabajo estas situaciones no aparecen, sí hay otras que están presentes y que, sobre todo, no son compatibles como el desarrollo laboral. El cuidado de los hijos, la convivencia con la familia, los ruidos que puedan hacer los vecinos, por ejemplo, son algunas de las situaciones que podrían desencadenar situaciones de estrés en el teletrabajo.
Aprender a decir no
Muchas veces, ya sea por presión social o por otros motivos, las personas pueden llegar a aceptar tareas que no les corresponden, quedarse más tiempo trabajando u otras situaciones que podrían perjudicar el día a día del trabajador. Con la llegada del teletrabajo esto también se ha visto incrementado en ciertos casos.
Si bien siempre está bien hacer un favor a quien lo necesita, sea en el ambiente laboral o en cualquier otro contexto, hay límites. Es importante aprender a decir que no, dado que de otro modo las tareas se acumularán y el teletrabajador acabará por tener una pila muy alta de obligaciones que antes no le pertenecían.
Desconectar
Estar sentado en una silla y mirando una pantalla durante horas es claramente incómodo y perjudicial para la salud. La monotonía en el trabajo, sea cual sea la tarea que la persona desempeñe, puede ser nociva.
Una buena forma de romper con la monotonía es buscar momentos en los que sea posible desconectar, aunque sea brevemente. Se pueden estirar las piernas, ir a buscar una infusión, hablar con un compañero sobre un tema no relacionado con el trabajo, entre otras, son formas para despejar la mente del estrés.
Durante el teletrabajo, en muchos casos, las personas se olvidan de tomar este recreo, pero realmente es muy importante que lo hagan. Además de distender su mente y poder depejarse de las tareas relacionadas al teletrabajo, esa pausa también es necesaria para la salud física.
Relajación
Una de las mejores formas de combatir el estrés es la relajación. En el puesto de trabajo presencial o mientras se hace teletrabajo, es muy importante encontrar un momento para tomar un tiempo para sí mismo. En ese tiempo de desconexión mencionado anteriormente, es esencial despejar la mente y liberarla de la carga de la jornada laboral de teletrabajo. De esta manera será posible continuar con más energía, lo cual repercutirá en la productividad y la eficiencia.
Existen infinidad de técnicas de relajación que no requieren de muchos materiales, como el yoga, la meditación guiada y técnicas tales como la relajación progresiva de Jacobson o el Mindfulness. Todas estas estrategias para relajarse son ideales porque ayudan a tener una mayor capacidad de autocontrol y gestión de las emociones.
Ejercicio
El estrés puede hacer que los trabajadores y teletrabajadores se sientan muy tensos, algo que es necesario liberar. Una de las formas más efectivas para eliminar esa tensión es hacer ejercicio. Junto con las técnicas de relajación mencionadas anteriormente se constituyen como técnicas antiestrés por excelencia.
Hacer deporte de manera regular hace que se liberen endorfinas, hormonas que tienen una gran importancia para la salud física y mental. Las endorfinas provocan una gran sensación de bienestar.
Otro de los beneficios de la actividad física es que facilita la conciliación del sueño por las noches. En general, las personas que hacen ejercicio tienen menos problemas para dormir que otras. El buen descanso también es fundamental para poder desempeñarse de manera productiva y eficiente en el teletrabajo.
Dormir bien
Tal como ya se señaló, el descanso es clave para comenzar un día de teletrabajo.
Dormir menos de 6 horas, irse a dormir más tarde de las 12 y tener un sueño muy ligero es perjudicial para el rendimiento laboral, dado que reduce significativamente el rendimiento. Seguir las pautas de higiene del sueño es esencial para poder "limpiar" el sueño y descansar adecuadamente.
Una de las mejores maneras de evitar que el sueño sea de mala calidad es restringir el uso de dispositivos electrónicos, especialmente celulares, computadoras y televisión. Se ha demostrado que usar pantallas durante las dos horas anteriores a ir a dormir podría afectar la capacidad para dormir rápidamente, lo cual podría tener un impacto negativo en la jornada de teletrabajo del día siguiente y, en consecuencia, en la aparición del estrés.
Reducir sustancias estresantes
La cafeína, el alcohol y el tabaco son sustancias inductoras del estrés. Si bien de las tres la cafeína es la más sana, es, a su vez, la que más ansiedad puede producir.
Reducir el consumo de café o té, tanto en el puesto de trabajo como en el teletrabajo, es una conducta recomendable para aquellas personas que quieran o necesiten combatir los niveles de estrés.
La alimentación, aunque no parezca, es clave
Los alimentos que las personas ingieren también tienen un impacto en el control del estrés. La cafeína, el alcohol y el tabaco son elementos que pueden aumentar los niveles de estrés que tienen los teletrabajadores, sobre todo si tienen otros factores predisponentes al estrés.
Asimismo, también hay alimentos que pueden posicionarse como desencadenantes del estrés. El principal consejo es evitar las comidas pesadas, especialmente a la hora de la cena.
Además, es clave comer cinco veces al día dado que de esta manera el cuerpo no tendrá tanta presión a la hora de metabolizar lo consumido, por lo que tendrá más energía.