Por qué las sopas instantáneas pueden ser malas para nuestra salud: esto advierten expertos
Las sopas instantáneas han solucionado muchos almuerzos y cenas alrededor del mundo. A veces no hay tiempo para cocinar, otras no hay espacio para sentarse a hacerlo. Esta alternativa se posiciona como una solución casi perfecta a todos esos problemas, más aún para aquellas personas que tienen trabajos fuera de sus hogares.
Sin embargo, puede que esta opción no sea la mejor elección para comer, a pesar de que sean fáciles de hacer, transportables y, en algunos casos, ricas.
En este sentido, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) de México emitió una alerta a través de su cuenta de Twitter. Allí advirtió acerca del peligro que reviste el consumo de sopas instantáneas.
Pero, ¿peligro de qué? El problema se encuentra, según esta entidad, en uno de sus ingredientes, que podría ser capaz de afectar al cerebro y perjudicar la salud de este órgano vital.
Las sopas instantáneas contienen #GlutamatoMonosódico, se agrega para que la lengua resulte más receptiva a condimentos. Detractores de GMS aseguran que interviene la parte del cerebro que regula la saciedad, contribuyendo a obesidad, además provoca toxicidad neuronal y hepática. pic.twitter.com/mMBXmWLWEw — Revista del Consumidor (@RdelConsumidor) September 3, 2020
La publicación asegura que estos productos utilizan un aditivo alimenticio conocido como Glutamato Monosódico (GMS). Este ingrediente "interviene la parte del cerebro que regula la saciedad, contribuyendo a obesidad, además provoca toxicidad neuronal y hepática", según explican en la publicación de la red social.
El glutamato monosódico es un ingrediente presente en muchos alimentos, no solamente en las sopas instantáneas. Se trata de un compuesto que tiene su origen en el ácido glutámico, un aminoácido no esencial que se encuentra de forma abundante frutos y verduras.
Este aditivo es el responsable del llamado quinto sabor, el unami, que se une a los sabores básicos que son: dulce, ácido, amargo y salado. Por sí solo no tiene un sabor en específico, pero cuando se le agrega a los alimentos cumple la función de realzar el aroma y el sabor.
La Revista del consumidor, el medio a través del cual esta entidad comunica su información, aseguró a través de Twitter que "este aditivo alimenticio es muy común en los alimentos procesados. Se trata de un concentrado que se extrae de plantas como el betabel o la caña de azúcar, y cuya función en la industria es hacer que la lengua resulte más receptiva a los condimentos, de ahí que se le considere un potenciador del sabor, a pesar de que por sí solo tiene un sabor desagradable".
Hay una larga lista de productos que incluyen glutamato monosódico, incluso a pesar de que muchos expertos en el área de la Nutrición aseguran que se desaconseja su consumo. Algunos adherezos, las papas fritas de paquete y los snacks, entre otros, son algunos de los alimentos de consumo masivo que contienen este aditivo.
Desde su cuenta de Twitter esta entidad hace una advertencia. Asegura que su consumo en grandes cantidades puede provocar una serie de síntomas que podrían manifestar su excesiva presencia en la alimentación y en el organismo. Esas manifestaciones son dolor de cabeza, dificultad para respirar, taquicardia, sensación de presión en la cara, hormigueo de la boca, sudoración en exceso, dolor de pecho y debilidad.
Al final desde esta institución mexicana hacen una afirmación categórica: "Estas sopas no te nutren y el sabor que aportan no es a base de vegetales o carne, sino de una serie de saborizantes artificiales que no son buenos para tu organismo. Las sopas elaboradas por ti son más nutritivas por los ingredientes que adiciones, como vegetales, cereales, crema o leche".
Es importante destacar que, además de advertir sobre las sopas instantáneas, muestran opciones más nutritivas para reemplazar este tipo de alimentos.
Por qué es perjudicial
Cuando se consumen grandes dosis de glutamato monosódico aumenta la concentración de glutamato en plasma durante una o dos horas. Esto provoca lo que se conoce como síndrome del restaurante chino.
Se trata de un conjunto de síntomas atribuidos a la ingesta del glutamato monosódico en la dieta que se ofrece en los restaurantes chinos. Se manifiesta, como se mencionó anteriormente, con dolor de cabeza, náuseas, vómitos, malestar general, diarrea sin fiebre, y puede aparecer vértigo transitorio.
De acuerdo a algunos estudios realizados en animales de experimentación con glutamato monosódico, su ingesta excesiva podría llegar a producir hasta un 40% más de apetito, lo que hace que aumente la ingesta de aquellos alimentos que lo contienen. Se cree que está directamente relacionado con la creciente obesidad tanto en Estados Unidos como en Europa.
Este predominio creciente de la obesidad coincide con una popularidad cada vez mayor de las dietas ricas en proteínas. Los niños comen unas tres veces más proteínas de las recomendadas y los bebés de entre 6 y 12 meses reciben diariamente 5 gramos por kilo de peso en proteínas.
Otros estudios en animales de experimentación han demostrado que el glutamato monosódico es tóxico para varios órganos, tales como el cerebro, el hígado o el riñón.