Preocupa a ambientalistas el avance del proyecto del Canal Magdalena y el rol del Puerto de La Plata
"Para construir una terminal que nunca funcionó, destruyeron el medio ambiente arruinando más de 75 hectáreas de humedales en la Isla Paulino".
Así hacen referencia a TecPlata, la fallida terminal del grupo portuario filipino ICTSI, que se construyó en 2008 al amparo de la administración de Daniel Scioli, quien la benefició con una polémica adjudicación por 60 años sin pasar por ningún proceso licitatorio.
Afirman las fuentes que durante la construcción de dicha terminal se ignoraron todas las medidas preventivas de cuidado medioambiental y se arrojaron de manera irresponsable los desechos de las obras y el dragado en un humedal de la isla Paulino adyacente al canal de acceso al Puerto, que se encuentra protegido por la Ley Nacional de Bosques.
La Facultad de Agronomía de la UBA lo denunció a través de un informe en el que afirmó que: "Esta disposición final no debió hacerse ya que los humedales, bosques y paisajes de la isla se encuentran protegidos por legislación, internacional, nacional y provincial que impide alterarlos en modo alguno".
La mención, en el proyecto del Canal Magdalena, recientemente presentado por el senador Jorge Taiana, del Puerto de La Plata como el lugar indicado para concentrar la actividad de importación y exportación de contenedores, han puesto en alerta a numerosas organizaciones abocadas a la protección y el cuidado del medioambiente.
Nuevo Ambiente, Ala Plástica, Biósfera, Fundación Agroalimentos y la Asamblea Defendamos el Monte de Berisso, fueron algunas de las organizaciones que actuaron, incluso ante la Justicia, para evitar las funestas consecuencias del indolente accionar de ICTSI. Esta empresa que se caracteriza por aprovecharse de democracias frágiles particularmente en Latinoamérica y África, con controles laxos, Justicia complaciente y muy poca conciencia medioambiental.
Otra cuestión que preocupa seriamente, es la ubicación urbana del Puerto de La Plata, la ausencia de accesos terrestres adecuados y la nula infraestructura vial necesaria para el tránsito de enormes y pesados vehículos de carga. El acceso actualmente disponible atraviesa estrechas calles y avenidas de La Plata y Berisso. El impacto de un tránsito intenso de camiones provocaría una consecuencia muy negativa en los habitantes de esa zona, afectando la calidad de vida y la seguridad vial.
Fuentes de las ONGs aseguran que esta vez están preparadas y que van a impedir que se vuelva a dañar gravemente el hábitat de la zona, "no vamos a permitir un desastre ecológico y un atentado contra el paisaje y los recursos naturales de la región", concluyeron.