Empresas en alerta por la ley de teletrabajo: ¿por qué puede ser perjudicial?
El proyecto de Ley sobre Teletrabajo que debe tratarse en el Senado trae algunas controversias y la preocupación de algunos sectores. En ese contexto, Sebastián Albrisi, presidente de la Cámara Argentina de Centros de Contactos (CACC) advirtió que de sancionarse tal como está actualmente redactado "forjará una rara paradoja ya que la norma no cumplirá con su objetivo de crear más y mejor trabajo".
Albrisi aseguró que, por el contrario, de convertirse en ley, desincentivará la modalidad, frenará la generación de nuevos empleos e incrementará aún más la "industria del juicio".
Según el titular de la CACC, "el proyecto impone una férrea rigidez al pivotear solo sobre dos categorías: el trabajador presencial o el teletrabajador".
"Elimina la facilidad que brinda ahora la tecnología y que es utilizada por múltiples trabajadores que necesitan trabajar desde sus casas, algunos días en la semana o en forma eventual, para poder así compatibilizar su trabajo con requerimientos que se presenten en su esfera personal como pueden ser el estudio o el cuidado de algún miembro de su familia", señaló.
Además, el directivo afirmó que, "consecuentemente, las empresas deberán eliminar esa facilidad que mantienen a favor de los trabajadores, ya que, si por un día llegasen a adoptar esta modalidad, no podrían cumplirse los múltiples requisitos que impone la norma, generándose la consecuente contingencia derivada de reclamos que alimenten la citada "industria del juicio"".
"Es decir, lo que era un beneficio se termina transformando en un obstáculo o problema. Lo mismo ocurre con la reversibilidad unilateral, ya que la empresa debe duplicar su inversión y hacer menos productivas esas inversiones", enfatizó.
Albrisi explicó que "esto es así debido a que la empresa queda obligada a construir y mantener dos posiciones de trabajo en forma simultánea, una en su establecimiento y la otra en el domicilio del trabajador y, aún peor, debe dejar ociosa a una de ellas".
"Exactamente la misma inversión irracional debería ejecutar si decidiera crear nuevos empleos directamente aplicando el teletrabajo desde el origen. Al no estar redactada la norma para esta posibilidad, la "industria del juicio" puede interpretar que es obligación del empleador mantener una posición de trabajo completa y operativa para que el teletrabajador la utilice en el momento que quiera, caso contrario se puede considerar despedido", añadió.
El presidente de la CAAC señaló que también hay "consecuencias negativas adicionales" por lo regulado "en relación a la rigidez de la jornada laboral y la pérdida de horas productivas en el caso de los trabajadores que pueden interrumpir su jornada laboral por contar con personas a cargo".
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"Ya se dijo que, de sancionarse esta norma, debe interpretarse aplicando el principio de "buena fe" pero lo que olvida esta consigna es que, hasta llegar a esa instancia, la empresa puede quedar muy afectada operativamente ya que deberá transitar largos procesos para lograr sentencia y, mientras tanto, quedará al margen del financiamiento bancario al perder su capacidad de crédito por las múltiples "contingencias legales" generadas", agregó.
Además, Albrisi consideró que todo ello se da "por una norma que se redactó sin contemplar todas las posibilidades que brinda la potenciación del trabajo a través de la tecnología o se escribió con falta de las precisiones necesarias".
Al respecto, advirtió que "la Argentina no puede cometer esos errores" y enfatizó que "menos en estos momentos donde los vaivenes en la economía nacional ya produjeron la destrucción de 20.000 empleos directos, calificados y privados destinados a la exportación de servicios de Centros de Contacto y Procesos de Negocios".
"Nuestro sector fue el mayor exportador de las Américas de estos servicios. Competía a la par contra los líderes continentales en Europa y Asia, como lo son Irlanda e India. A partir de 2009 y por efecto de la pérdida de competitividad de la economía nacional, resignamos paulatinamente esa posición en el podio y llegamos a la situación actual de no poder generar empleos para la exportación de servicios y, peor aún, muchos de esos puestos de trabajo que se perdieron, ahora la Argentina los está importando desde países de la región. No podemos permitirnos que en estos momentos no se creen empleos en la Argentina debido a normas incorrectas", puntualizó.
En este sentido, dijo que el sector al que pertenece "ya generó, con anterioridad a la Pandemia, normas y antecedentes en la materia".
"Es pionero en la incorporación de esta modalidad y lo hace en aplicación de las leyes laborales vigentes, bajo negociación paritaria y como resultado de un trabajo cuatripartito en la materia que fue realizado con el protagonismo de los trabajadores y de las empresas, junto con la guía y orientación del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación y de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo", dijo.
Al respecto recordó que "el Convenio Colectivo Sectorial, antes del comienzo de la crisis sanitaria, ya había incorporado esta modalidad, acordando paritariamente el carácter voluntario de la misma, así como su reversibilidad bilateral, la protección a la intimidad del trabajador, la privacidad de su domicilio, además del derecho a la desconexión fuera de su jornada laboral y durante los períodos de licencias. Se garantizó también el ejercicio de los derechos sindicales".
Señaló que "Incluso permitió migrar a esta modalidad a un grupo de más de 50.000 trabajadores, en medio de la pandemia y dentro de 11 provincias de la Argentina, integrado fundamentalmente por jóvenes que requieren ingresar al mercado formal de trabajo y por mayores de 45 años, en general mujeres solas con hijos, que necesitan reingresar a un trabajo formal que les brinde capacitación para la empleabilidad y el ejercicio de sus derechos laborales y a la salud para sí mismas y para sus familias"
"s por ello que entendemos que implementar una nueva Ley para el Teletrabajo, cuando la actividad ya ha sido regulada en sus condiciones particulares, generará incertidumbre y potenciales fallas para un sistema que, ordenado en forma libre y voluntaria entre las partes, ya ha demostrado su correcto proceder, incluso en momentos críticos como los que se estamos transitando".
El oficialismo aprobará el proyecto sin cambios
El bloque de senadores del Frente de Todos adelantó que avanzará sin introducir modificaciones con el dictamen del proyecto de ley que regula el teletrabajo, tal como fue aprobado por la Cámara de Diputados.
La oposición expresó su disconformidad con la aprobación de la normativa sin efectuarle cambios y anticipó que presentaría un dictamen en minoría, durante la reunión por videoconferencia de la comisión de Trabajo del Senado.
Sin cambios
Representantes de entidades empresarias apoyaron la necesidad de contar con una ley que regule el teletrabajo pero pidieron modificar aspectos del texto con el argumento de que "se deben atender tanto los derechos de los trabajadores como las necesidades de los empleadores" en medio de la crisis pospandemia.
El presidente de la comisión, el senador del Frente de Todos Daniel Lovera, consideró que la media sanción de Diputados "establece pautas fundamentales para proteger trabajo" y adelantó que el oficialismo pretende avanzar para que el Senado apruebe la regulación sin cambios.
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En representación de la oposición, el senador Esteban Bullrich, lamentó la falta de "consenso" para "mejorar" la ley y consideró que "es una muy mala señal" para el país "no ponerse de acuerdo en lo que si es posible obtener acuerdos".
En el inicio de la reunión, el representante de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, consideró que el teletrabajo "es una vía idónea" que se debe "apoyar y apuntalar entre todos" pero pidió que la normativa "no sea el sendero de la informalidad" y que sea "una ley justa" que "no entre en contradicciones con la realidad".
Aspectos impracticables
El empresario opinó que hay aspectos que "son impracticables", como el de los husos horarios, el punto de la ley que menciona la posibilidad de revertir la situación de teletrabajo cuando el trabajador lo desee al entender que debe darse en un marco de "confianza y con un preaviso", y cuestionó que se limite de contratación a trabajadores extranjeros.
Brenda Puig, de IDEA, expresó que el teletrabajo "es una realidad que puede ser una herramienta fantástica para generar empleo", dijo coincidir con "el espíritu del marco general que garantice la protección del trabajador" pero añadió que "puede ser mejorada".
"No parece razonable que esa reversibilidad sea unilateral" de parte del trabajador "sin aviso previo" y entendió que debe ser una decisión "bilateral consensuado y con un plazo de adecuación" ya que de no ser así "podría generar contingencias que desalienten" el teletrabajo.
Luis Galeazzi, director de Argencomo, advirtió que la ley "votada precipitadamente en Diputados no da ventajas ni beneficios ni a trabajadores ni empleadores" y consideró que "va a ser un picnic para la industria del litigio" ya que "no se promueve en un marco de realismo".
Pablo De Luca, de Adepa, apoyó la norma pero remarcó la necesidad de que "no sea intrusiva en el balance entre los derechos de los trabajadores y de empresas" y coincidió con los pedidos de los otros expositores respecto a modificar el artículo 8 de reversibilidad al señalar que "en términos prácticos hace bastante inviable en términos de fluidez y previsibilidad".