El imperio Messi: desde hoteles en expansión hasta sus negocios fallidos
De la playa a la montaña. Tras Sitges, Ibiza y Mallorca, Lionel Messi ha decidido que su cuarto hotel esté situado junto a las exclusivas pistas de esquí de Baqueira Beret, a pie del remonte y en un enclave idílico con vistas a todo el Valle de Arán.
Esos serán algunos de los alicientes que ofrecerá el establecimiento de la cadena MIM, de la que el capitán del Barça es propietario y que gestiona el grupo hotelero Majestic.
Supone también un gesto importante de expansión empresarial por parte del argentino en tierras catalanas, en un momento en el que su continuidad en el club azulgrana está en entredicho.
A sus 33 años, Messi y su entorno familiar, responsables de gestionar su patrimonio, quieren hacer crecer el imperio después de algunos tropiezos. A finales de junio se anunciaba el cierre de la inmobiliaria El Rincón de Rosario, con sede en Barcelona y gestionada por el hermano del futbolista, Rodrigo Messi, tras años de pérdidas y después de un último ejercicio con unas cuentas en negativo de más de trescientos mil euros.
Ocurrió lo mismo con un restaurante y con la tienda de zapatos de lujo que abrió su mujer, Antonella Rocuzzo. Pero no todo han sido malas noticias. Han logrado operaciones inmobiliarias importantes y proyectos como The Messi Store, la línea de ropa lanzada con la hermana de Tommy Hilfiger, Ginny, y que dirige otro miembro de la familia de Leo, su hermana María Sol.
La ropa que lleva su nombre sí parece que le está dando alegrías al clan Messi.
El lanzamiento en septiembre del año pasado tuvo buenos resultados en ventas y repercusión, y la actual colección de verano, prendas con un rango de precios entre los 30 y los 180 euros, también está funcionando bien.
El 10 del Barcelona es uno de los deportistas mejor pagados del planeta, tercero en el ranking de la revista Forbes con unos ingresos anuales de 112 millones de euros, aunque con una caída hasta los 95 millones este 2020, por la reducción de salario derivada de la suspensión de las competiciones futbolísticas.
Unas ganancias que distribuye en una serie de sociedades en forma de holding. Una de ellas es Leo Messi Management, empresa matriz que tenía hasta hace poco como administrador a su padre y que gestiona todos los derechos deportivos y de imagen del astro argentino.
Las entidades fundamentales y que siguen en activo hoy son por un lado Limecu S.L., dedicada a las inversiones inmobiliarias, y la Fundación Leo Messi.
La mente empresarial de la familia es Rodrigo Messi, hermano de Leo, que figura en numerosas sociedades que tienen a Limecu como principal accionista y que están destinadas a la gestión inmobiliaria.
Parte de las inversiones en el ladrillo se han realizado en la ciudad natal de Leo, en Rosario, donde hay dos complejos residenciales.
Por un lado, un edificio de departamentos de 40 plantas con un establecimiento hostelero de lujo participado en parte por su padre, y por otro, una urbanización privada valorada en 30 millones y que cuenta con 100 hectáreas, canchas de tenis y un campo de fútbol.
Otra sociedad a cargo de Rodrigo Messi está destinada a la gestión de restaurantes. Uno de los proyectos más ambiciosos de Leo fue el que abrió en el centro de Barcelona en 2016. El Bellavista del Jardín del Norte tenía más de 1.000 metros cuadrados, y el prestigio de los hermanos Iglesias como restauradores, pero en 2018 terminó cerrando. Messi no ha tirado la toalla en uno de los ámbitos de negocio que más le gustan, y quiere abrir otro restaurante del mismo tamaño en Castelldefels, donde vive, pero las obras fueron paralizadas por el Ayuntamiento por infracción urbanística y se ha tenido que presentar un proyecto nuevo. La reforma se retomará en septiembre después de tener que posponerla por la crisis del coronavirus.
Leo es una persona activa en el mundo de los negocios y le encanta invertir en base a la rentabilidad, pero sobre todo en aquello que le resulte atractivo y acorde a su personalidad y gustos. De ahí su predilección por la moda y la hotelería.
Tras un primer fracaso con la tienda de zapatos que abrió su mujer Antonella Rocuzzo en Barcelona con la esposa de Luis Suárez, Sofía Balbi, ahora afronta ilusionado la línea de ropa que lleva su nombre.
La apertura del hotel en los Pirineos es su otra gran esperanza. El establecimiento, de cuatro estrellas, consta de 141 habitaciones orientadas al valle de Arán. En estos momentos están reformándolo y lo abrirán de cara a la temporada de esquí el próximo otoño. Mientras, Messi ha podido reabrir hace un par de semanas sus otros tres hoteles anunciando que cumplen con todas las medidas de seguridad sanitarias.
Si hay una inversión de la que el argentino se siente orgulloso, es la fundación que lleva su nombre A ella se deben, por ejemplo, los tres millones invertidos en el centro de cáncer pediátrico del hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. Un gesto que, en un momento en que proliferan las informaciones que sitúan a Messi fuera del Barça, se interpreta como una declaración de intenciones hacia el que ha sido su hogar desde hace dos décadas.
Como confirman desde su entorno, su compromiso con Cataluña y con la sociedad catalana es total. Quiere devolver parte de lo que le han dado a él y a su familia, en alegrías deportivas y también en inversiones.