Por qué algunas personas no progresan a pesar de tener buenos ingresos
No todas las personas que tienen dinero en su bolsillo, ya sea porque lo heredaron o lo hicieron con los años, o bien que poseen un gran capital porque tienen un abultado salario mensual, podrán progresar lo suficiente o lo esperado en sus pensamientos.
Muchos de ellos viven toda su vida apoyados en esa herencia que les da tranquilidad, mientras que otros se resignan a ese salario que le permite darse los gustos básicos.
Sin embargo, para progresar, poder emprender nuevos desafíos o arriesgarse a nuevos negocios hace falta mucha más constancia y garra personal que sustento económico, por lo menos para empezar el desafío.
Esas son reglas básicas que permitirán unir el dinero con el éxito, para que ambos eslabones permitar alcanzar los objetivos.
Según el escritor español Aurelio Germes, las razones principales que hacen que una persona progrese son la suerte y la constancia. Claramente, hay otras múltiples razones secundarias, como la preparación financiera y el carácter arriesgado o conservador de la persona en relación a nuevas inversiones. Pero, como bien dice el especialista, son secundarias.
"Existen muchas personas que son, en teoría, quienes tienen las cualidades para ser un emprendedor exitoso, pero pocos de ellos llegan. Les faltó suerte y constancia", explica.
Entonces, ante este dilema que pone a mucha gente frente a una difícil realidad, hay que tener en cuenta cuáles son las claves para progresar más allá del dinero, qué tantas posibilidad tiene ese negocio o idea de prosperar, y cuáles son las cuestiones personales que influyen.
Claves para progresar
Decir que la suerte es importante para salir adelante no implica quedarse sentado esperando que ésta llegue algún día.
"Hay que entender qué es la suerte y cómo funciona", explica el escritor.
"Siempre que no haya trampa, jugar a cara y cruz al lanzar una moneda no da más posibilidades a favor que en contra a ninguno de los dos jugadores, pero aunque la esperanza matemática de una apuesta sea de 0.5 sabemos que no es raro que en diez jugadas salgan más caras que cruces o al revés y más raramente saldrán las mismas veces, cinco caras y cinco cruces", dice el especialista.
"Como en el caso de una moneda, hay juegos de azar que son estadísticamente justos, incluso en los casinos, como el blackjack o la ruleta para suertes sencillas. En teoría, en esos juegos, la banca no tiene ventaja. A la larga, hay igualdad de posibilidades de ganar que de perder, sin embargo, la banca siempre gana. ¿Por qué? La respuesta está en la constancia. La banca puede aguantar jugando todo lo que haga falta, pero un jugador en cuanto ha perdido todo su dinero, deja de jugar porque ya no tiene más y como al final es solo azar, la banca se queda con el dinero de aquellos que paran de jugar, aunque en las siguiente jugadas, la suerte les fuera a favorecer", aclaró.
Algunos ejemplos:
Jeff Bezos, fundador y principal accionista de Amazon, con patrimonio de más de u$s150.000 millones, tuvo varios fracasos antes de triunfar con Amazon.
Antes de triunfar, Jack Ma, fundador de Ali Baba con un patrimonio de más de $38.000 millones, era una persona de poca suerte. En ningún trabajo lo contrataban. Postuló para policía pero fue rechazado. Postuló, junto con otras 23 personas, para servir pollos fritos en KFC y al único que rechazaron fue a él. Lo rechazaron diez veces para entrar en la Harvard Business School. Muchos otros hubieran desistido de seguir luchando.
Peter Thiel, fundador de Pay Pal, Clarium y Palantir, tuvo varios fracasos antes de hacer fortuna.
Igualmente Evan Williams (Twitter), Reid Hoffman (LinkedIn), James Dyson que patentó primero 126 inventos que todos fracasaron, Momofuku Ando que pasó dos años en la cárcel por evasión fiscal y declaró bancarrota, Milton Hershey, fundador de la empresa de chocolate que fracasó en varias ocasiones anteriores y la lista continúa...
A otros, en cambio, les salió cara al primer intento, pero no es lo más frecuente.
En este sentido, suerte y constancia irán de la mano a la hora de pensar en ser exitosos en un nuevo emprendimientos.
Progresar desde cero
Para los emprendedores novatos, los negocios pueden tener iguales oportunidades de fracasar que de tener éxito. Aunque hay más fracasos.
La diferencia está en que, los verdaderos emprendedores, toman el fracaso como una simple piedra que se les puede cruzar en el camino hacia el éxito. Ellos saben que deben aprender de sus errores y usar la experiencia para seguir adelante con una nueva idea, nunca quedarse detenidos.
En este caso, también es importante conocer los errores que han cometido los demás hombres de negocios en algún momento como para poder aprender.
Existen equivocaciones más comunes que cometen los nuevos empresarios y que serán clave a la hora de progresar, con o sin dinero.
Estas equivocaciones que se deben tener en cuenta son:
Hay otros elementos para tener en cuenta a la hora de pensar en por qué, se tiene dinero, pero no se logra progresar.
Es importante que cada uno se haga esta pregunta: ¿Cuántas veces te propusiste metas y objetivos que fueron abandonados al poco tiempo?
Aunque es algo muy frecuente que pasa a mucha gente, el problema no es la persona en sí misma, sino los métodos utilizados para lograr los objetivos y metas.
En este caso, es fundamental para evitar el fracaso y progresar, con o sin dinero, darse cuenta que el objetivo no es siempre el que uno quiere.
Progresar aún con dinero
Por otro lado, también aparecen aspectos claves a considerar del por qué no se progresa aún con dinero. Estos son los siguientes:
1. No es lo que realmente quieres.
Cuando las personas se proponen algo que en realidad no quieren hacer, es normal que no se encuentre el tiempo y la motivación. La simple respuesta es que no falta o sobra plata, sino que, al fin y al cabo, no es lo que esa persona quiere.
Tener una razón que parezca importante y que entusiasme es lo que más va a motivar.
2. No es el momento adecuado para ti.
También se debe poner en la balanza el momento. Hay una idea, hay dinero, pero, en los tiempos que corren, no se puede hacer y tener todo a la vez; y esa puede ser una de las razones de que no se consiga lo que se propone.
Hay determinadas situaciones que son particularmente estresantes y requieren gran parte del tiempo, en esos momentos es mejor esperar un poco para realizar algunos de los objetivos y guardar el dinero.
3. Los objetivos están poco definidos.
Es un paso clave para entender hacia dónde se quiere ir y como se piensa alcanzar la meta.
Para tener más probabilidades de lograr los objetivos o metas estos tiene que ser:
- Específicos: Qué, cuándo, cómo y dónde. "Hacer más ejercicio" no es un objetivo específico. La alternativa podría ser "hacer 30 minutos de yoga tres días a la semana".
- Realistas: Proponerse correr una maratón cuando nunca corrió en la vida no sería realista. En cambio, proponerse "correr los lunes durante 40 minutos" sí podría serlo.
- Factibles:Proponerse ganar un millón de euros en seis meses cuando recién empieza un negocio no parece muy factible. Lo ideal es dividir estos grandes objetivos en otros más pequeños que sean factibles, y así, poco a poco, se conseguirá la meta.
- Medibles: Es importante saber en qué momento se alcanzó el objetivo. "Ganar más dinero" es un mal ejemplo de medible, la alternativa sería "ganar tanto dinero" por ejemplo.
- Con límite de tiempo: Ponerse una fecha límite conseguirá que la persona se centre y esfuerce más por conseguir los objetivos.
4. Centrarse en el resultado y no en el proceso.
Por qué una persona no progresa a pesar de tener dinero vuelve a tener un eslabón clave que es la suerte y la constancia. En este caso, la constancia viene unida a otro elemento, que es premiar no solo el objetivo final, sino la actitud y el esfuerzo, el progreso, no el resultado únicamente.
Lo que importa es lo que cada una de las personas se está esforzando y disfrutar del camino o al menos hacerlo lo más ameno posible..
Así que a cada paso, es importante reconocer lo bien que lo estás haciendo y premiarse de vez en cuando. Así se conservará la motivación durante todo el proceso.
5. No subestimar el tiempo y energía que se va a necesitar
Normalmente, las personas tienden a subestimar el tiempo y energía que va a requerir una actividad porque no tienen en cuenta posibles imprevistos, interrupciones y contratiempos. El resultado es que no se termina cuando se había planeado, sino que se genera un agotamiento, se siente poco eficiente y se abandona el proyecto, con una gran desmotivación.
En este caso, la próxima vez, se debe calcular más tiempo del que cree que llegar al objetivo se necesitará. Esto es algo muy sencillo que da muy buenos resultados y en lo que caen prácticamente todos.
Lo ideal es calcular un 20% más de tiempo del que se cree necesitar y a partir de entonces se verá la diferencia.
6. El problema de ser demasiado exigente.
Para emprender, ser exitoso, y lograr tener plata y progresar al mismo tiempo, es importante comprometerse con uno mismo y no buscar excusas, pero ser flexible al mismo tiempo. También darse cuenta que alguien tiene que modificar su objetivo, no pasa nada.
Las exigencias lo único que consiguen es hacer a las personas sentirse frustradas cuando las cosas no salen como ellas se habían planteado. Y como es muy probable que alguna vez no lo hagan, lo mejor que se puede hacer es ser flexible y adaptarse a los imprevistos.
De esta manera, a pesar de tener dinero, el progreso no siempre es un hecho. Hay que tener en cuenta varias herramientas que son necesarias para salir adelante y lograr que ese emprendimiento de rédito económico y, al mismo tiempo, haga feliz al emprendedor.