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Los mejores inventos de la historia argentina

No solo el dulce de leche o el tango llevan sello local, sino que son muchos los descubrimientos que cruzaron fronteras. Un repaso por lo más destacados
09/04/2020 - 11:42hs
Los mejores inventos de la historia argentina

Hablar de los argentinos es pensar en un encuentro de fin de semana con amigos, una rica comida, un postre con dulce de leche y, por qué no, algún tango de fondo. Todas estas cosas tienen un origen bien nacional y popular, pero no es todo.

El ingenio y la capacidad de muchos nativos no tiene límites, y son varios los inventos que, a lo largo del tiempo, dejaron su huella en el mundo tras haber trascendido la frontera local.

Hay de todo tipo. Algunos muy importantes que fueron pensados para la salud; otro tanto, son comidas que deleitan nuestras mesas, y entre los más "raros", hay objetos que jamás se hubien imaginado pero hoy están presentes en casi todos los hogares.

Inventos para la salud

Hablar de creaciones importantes en el mundo de la medicina es recordar a René Favaloro. Fue el inventor del Bypass cardíaco, una intervención quirúrgica para tratar obstrucciones del corazón.

René Favaloro, el inventor del bypass.
René Favaloro, el inventor del bypass.

La inventó en 1967 revolucionando la cirugía, siendo hasta el día de hoy la más practicada en todo el mundo.

Favoloro murió el 29 de julio de 2000, después de escribir una carta al presidente De la Rúa criticando al sistema de salud, se quitó la vida de un disparo al corazón.Otro importante descubrimiento en este ámbito fue la transfusión sanguínea, la que llegó de manos de Luis Agote, en 1914. Este sistema permitía mantener la sangre sin coágulos. Aunque la transfusión directa existía desde muchos años antes, no era posible conservar la sangre, era necesario pasarla directamente e inmediatamente de un paciente al otro. Nunca patento su invento, pero si lo difundió de inmediato.

Finalmente, la jeringa y la aguja autodescartable, inventada por el empresario Arcusin, son el gran hallazgo para la medicina, la cual permite evitar contagios y mantener la higiene en los centros de salud.

Inventos sobre ruedas

Donde los argentinos también han dejado su legado es en el mundo del transporte, no solo con el diseño de autos, sino también en el segmento de los colectivos y hasta volando bien alto, con helicópteros.

El IKA Torino -luego llamado Renault Torino-, es un invento que aún hoy se le rinde culto. Es un auto de tamaño mediano que fue fabricado por IKA Industrias Kaiser Argentina, entre 1966 y 1982, basado en el Rambler American de la tercera generación, un histórico que recordado por muchos fanáticos.

El Torino, una reliquia argentina.
El Torino, una reliquia argentina.

Haciendo memoria, el Siam Di Tella 1500 es otro ícono del sector automotor. Solo se fabricó en versión sedán y en familiar de cinco puertas, una versión argentina del Riley 1500, fabricado por la BMC.

Otros dos modelos que trascendieron menos, pero que dejaron su huella, son el DKW Auto Unión 1000, un vehículo de turismo perteneciente al segmento D, versión argentina del Auto Union 1000; y el Dinarg D-200, un city car del Segmento A. Solamente se fabricaron 300 unidades en su versión de dos puertas con dos asientos.

Un colectivo y un helicóptero completan la lista de creaciones. El primero, es el nombre dado en Argentina a un modelo que se denomina autobus en otros mercados.

Su origen fue en 1928, en la ciudad de Buenos Aires, cuando un grupo de taxistas decidieron realizar un recorrido fijo anunciándolo con un cartel en su parte delantera y permitiendo subir a más de un pasajero.

El helicóptero, un invento argentino.
El helicóptero, un invento argentino.

En cuanto al helicóptero, si bien su concepto existe incluso desde el siglo XV, el primero en poder volar y ser controlado fue íntegramente creado y pilotado en Buenos Aires en 1922.

Los sistemas inventados por el argentino Raúl Pateras de Pescara se siguen usando en la producción de los más modernos en la actualidad. La Fábrica Argentina de Aviones también es responsable de varias máquinas únicas en la historia de la aviación.

Inventando sabores

El dulce de leche, el alfajor y la milanesa son tres inventos que nadie puede dejar de saborear.

En cuanto al dulce de leche, hay muchas historias sobre su creación. Sin embargo, tomando como referencia la argentina, dicen que todo comenzó en 1829, cuando estaban por reunirse para firmar un pacto de paz Juan Manuel de Rosas y su enemigo político Juan Lavalle, en la estancia del primero, en Cañuelas.

Una delicia, el dulce de leche, fabricado en Argentina.
Una delicia, el dulce de leche, fabricado en Argentina.

La criada se olvidó la leche en el fuego y se encontró con una sustancia espesa y amarronada. Su sabor agradó a Rosas y se cuenta que compartió el dulce con Lavalle mientras discutían los puntos del pacto, dando así un origen accidental al dulce de leche.

Con este ingrediente como elemento principal, también nació el alfajor. Un producto que combina dos capas de masa con el relleno y un baño que cambia según el gusto, hoy vigente y con muchos fabricantes. 

Por último, ya pasando a lo salado, la milanesa napolitana es otro plato típico de la cocina de Argentina, creado en la Ciudad de Buenos Aires. Consiste en una milanesa de carne vacuna llevada al horno para ser recubierta como una pizza, con salsa de tomate y queso muzzarella. 

Milanesa napolitana, otro invento argentino.
Milanesa napolitana, otro invento argentino.

Si bien la milanesa es un plato común, esta opción de preparación es muy "sabrosa" y sirve para "revivir" alguna sobra que haya quedado de alguna comida anterior.

Inventos para el entretenimiento

Desde la música hasta dibujos animados, el argentino siempre tiene un espacio para pensar en el tiempo libre, y cómo alegrarlo.

El tango es uno de los géneros musicales más importantes de la historia del país y del mundo. De naturaleza netamente urbana, clásicamente se interpreta mediante orquesta típica o sexteto, y reconoce al bandoneón como su instrumento esencial.

El tango, una música argentina.
El tango, una música argentina.
 

En otro camino, donde la distención es para la vista, aparecen los dibujos animados. Quirino Cristiani fue un caricaturista y director de animación argentino responsable de los dos primeros largos de animación y del primer largo de animación sonoro del mundo.

En su adolescencia, Quirino mostraba pasión por el dibujo. Hizo un breve curso en la Academia de Bellas Artes y pronto encontró trabajo dibujando caricaturas para los diarios, que en esa época publicaban muchas historietas y sátiras políticas. En 1917 realizó el primer largometraje de dibujos animados de la historia, El Apóstol, producido por el Valle y financiado por el dueño de la cadena de cines de apellido Franchini, dónde se proyectaría la película.

Creaciones tecnológicas

En materia tecnológica, el argentino siempre ha sido eficaz, aunque no siempre lo acompañó la economía.

En medios de comunicación hay muchas creaciones, como las estaciones de radio. La primera emisora de radio del mundo tuvo lugar en el Teatro Coliseo de Buenos Aires, en 1920, y continuó transmitiendo hasta 1997.

Las estaciones de radio, creadas por un argentino.
Las estaciones de radio, creadas por un argentino.

La radio en sí no es un invento argentino, pero sólo era una rareza tecnológica hasta que Enrique Susini creó la primera red de radiodifusión con ellas, convirtiéndose, además, en el primer locutor del mundo. Susini conoció a Albert Einstein en 1925, quien lo calificó como "una de las primeras inteligencias de la Argentina".

En 1930 se patentó el fotoliptófono, el único medio para grabar sonido inventado en Argentina. Es un sistema que graba y reproduce sonido en papel imprenta, con la intención de facilitar a muy bajo costo el acceso del gran público a la música reproducida, sin tener que comprar algún soporte caro.

La holofonía, un sistema acústico que permite crear la ilusión de tridimensionalidad, es otra técnica argentina, una espacialización sonora creada por Hugo Zuccarelli en los años 1980. Los términos "Holophonics Tm" y "Holofonía Tm" son marca registrada de su propiedad.

Las huellas digitales también son de origen nacional. El Sistema Dactiloscópico, es decir, el método de clasificación y la tecnología de identificación de personas por sus huellas digitales, fue inventado en 1891 por el policía argentino Juan Vucetich, impulsado por la enorme cantidad de crímenes sin resolver.

Inventos que ayudan

Una camilla automática o un semáforo para ciegos son otras de las creaciones de ingeniosos pensadores locales.

La camilla automática de emergencia se utiliza para el alzamiento no traumático de un paciente o herido. La patente de invención correspondiente es de Claudio Blotta, de Rosario (Argentina). La camilla está cubierta por una sábana sinfín, que funciona como una cinta transportadora formada por delgados cilindros de goma. En 30 segundos esta placa se auto-introduce entre el paciente y cualquier superficie plana (como una cama o el suelo).

En cuanto al semáforo para Ciegos, fue patentado por Mario Dávila en 1983. El aparato instalado en esquinas de calles muy transitadas emite un sonido en distintas velocidades: a velocidad rápida significa que hay vía libre para cruzar la calle, en velocidad lenta para detenerse.

En 1921, José Mario Fallótico había creado el bastón para ciegos. Se le ocurrió cuando vio a un ciego esperando por ayuda para cruzar una calle de Buenos Aires, pero nadie se percataba. Como comentó el propio Fallótico, pensó entonces en crear algo que fuese una herramienta y al mismo tiempo un símbolo para avisar que la persona necesita ayuda. El bastón para ciegos tiene su propio día internacional (15 de octubre). La última versión, que funciona con ultrasonido, también es argentina.

¿A quién se le ocurrió?

Hay otros cientos de inventos argentinos. Uno de ellos es el magiclick, un producto creado por Hugo Kogan en el año 1963. El nombre  viene a que encendía la llama con sólo pulsar un botón. Este aparato es tan solo un encendedor con chispa, la cual es producida con un dispositivo piezoeléctrico.

El sifón Drago también fue creado por un argentino, y un hombre con ese nombre fue quien lo inventó. Anque existen imitaciones con las mismas características, apareció por primera vez en 1965.

También el alambre de púas fue inventado en Argentina por José Glidden, a pedido de su esposa, como medio para proteger su jardín de flores de los ataques de los perros.

El invento del granjero de Illinois consistía en un alambre que contenía varias lengüetas dobles que se trababan sobre el alambre. Fue introducido en la agricultura como medio de protección de los campos.

Otra novedad: la tapa a rosca degollable, con un botella cerrada herméticamente que, al girar su tapa, se corta y se abre. Jorge Weber fue su inventor en 1968.

Las lapiceras, otro invento nacional.
Las lapiceras, otro invento nacional.

La lapicera también es local. Biró visualizó la "birome" cuando unos niños jugaban con bolitas en la calle y una de ellas surcó un charco, dejando una estela de agua sucia sobre el asfalto. Con el mismo principio, inventó el desodorante a bolilla, entre sus otras 30 patentes, que incluyen la caja de cambios automática y un dispositivo para obtener energía de las olas del mar. La mayoría de ellos se siguen usando sin modificaciones importantes hasta el momento.

La picana eléctrica, un instrumento de tortura utilizado por primera vez por las Fuerzas Armadas argentinas, durante la dictadura de José Felix Uriburu, es un recuerdo de creación nacional poco feliz. Se cree que el oficial de policía Polo Lugones, hijo del escritor Leopoldo Lugones, fue quien la introdujo para la tortura.

Deportes inventados

En la historia también figuran algunos deportes o actividades con animales que se crearon en el país. Estas son la jineteada gaucha, la pelea de perros cordobés, una raza canina extinta; el Pato; la pelota al cesto y la corrida de sortija.

Así, son varios los hechos que trascendieron la historias y las fronteras argentinas, para convertirse en hitos nacionales de la creación.

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