Comodoro Py se blinda ante el coronavirus y acumula causas por violaciones a la cuarentena

Los tribunales federales de Retiro se blindan ante el coronavirus. Finalizado el primer feriado largo que vivió el país en aislamiento obligatorio, la premisa en Comodoro Py 2002 es lograr que para el viernes el edificio esté casi vacío.

Por orden de la Cámara Federal de Casación Penal no se reciben más escritos en papel, se debe evitar cualquier tipo de citación personal y en caso de urgencia, queda recurrir a la videoconferencia.

Este recurso usó el juez de turno hasta el 31 de marzo, Luis Rodríguez, para indagar al joven que viajó en Buquebús con coronavirus y sigue internado en el sanatorio Agote.

Desde que comenzó el aislamiento hubo sólo un par de indagatorias, siempre bajo  esta modalidad. Además, todas las órdenes de detención se firmaron -en principio- para ser cumplidas en domicilio. La regla es avanzar con más trámites sólo cuando termine la cuarentena, para evitar contagios.

Mientras tanto en todas las causas abiertas se ordenan las medidas de prueba que no impliquen traslado de personas al edificio.

Las violaciones a la cuarentena obligatoria se investigan como delito desde el 12 de marzo, cuando se firmó el decreto presidencial. Las causas anteriores fueron abiertas a viajeros, contactos estrechos o sospechados de haberse contagiado coronavirus que violaron el aislamiento preventivo de 14 días dispuesto para sus casos.

Desde la semana pasada, en muchas puertas y mesas de entrada a los despachos judiciales, se colocaron cintas amarillo flúo para delimitar distancias de acercamiento.

Pero ahora la orden es directamente terminar con la circulación de público.

Todos los juzgados federales de instrucción se pusieron a disposición y se distribuyeron el trabajo, en algunos casos presencial y en otros remoto, en base a un cronograma armado entre los jueces.

En el edificio está siempre el juez de turno, Luis Rodríguez y otro magistrado para apoyar en la resolución de planteos que lleguen a los demás juzgados.

En cuanto a la Cámara Federal de Casación, la semana se reanudó con la presencia de los camaristas Angela Ledesma, Gustavo Hornos y Diego Barroetaveña. Los restantes miembros del máximo tribunal penal del país trabajan a distancia.

Los secretarios concurrieron al edificio para llevarse materiales necesarios para el teletrabajo. "La idea es tener mínima circulación y que para el viernes ya sea sólo lo indispensable", explicaron fuentes del Tribunal.

En la instancia de apelaciones intermedia, la Cámara Federal porteña, todo se hace por teletrabajo, con una guardia presencial de dos secretarios y uno o dos jueces cada día, entre las dos salas que la componen.

Intensa actividad

Los juzgados, fiscalías, defensorías oficiales y tribunales orales del edificio "deben evitar la circulación de público", advirtió Casación. Es una feria judicial extraordinaria ante la pandemia que, sin embargo, llega con intensa actividad para los federales.

El fuero tramita todas las causas abiertas, resuelve sobre detenciones y otras medidas por las violaciones del aislamiento obligatorio en la Ciudad de Buenos Aires.

Y no paran de llegar las sorpresas: desde el automovilista que argumentó circular porque buscaba travestis para tener sexo o el ciudadano chino que caminaba jugando al pokemon go. Por cada uno de estos infractores se abre una causa, a cargo del juez Rodríguez y la fiscal de turno Alejandra Mángano.

La Procuración General de la Nación designó esta semana a todos los fiscales del fuero no incluídos en factores de riesgo para intervenir en forma conjunta o alternada en respaldo de Mángano en los procesos por infracciones a las normas por el COVID-19.

Los fiscales ante los Tribunales Orales establecieron un sistema de turnos y contestaciones por vía electrónica y tampoco concurren a sus despachos en Comodoro Py.

Además de la cuarentena, los Tribunales y las Cámaras se ocupan de resolver la seguidilla de planteos de excarcelación por parte de detenidos que quieren salir de la cárcel por temor a contagiarse el coronavirus. Desde presos por delitos de lesa humanidad hasta empresarios como Lázaro Báez y ex funcionarios como Amado Boudou. Hasta ahora, ninguno lo logró.