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Denuncian a Corven Motos por maniobras fraudulentas para quedarse con Zanella a precio vil

La oferta de Motomel fue de casi el doble que la del grupo IMSA, integrada por Corven. Pese a ello, su propuesta no fue tenida en cuenta. La trama secreta
22/01/2020 - 06:41hs
Denuncian a Corven Motos por maniobras fraudulentas para quedarse con Zanella a precio vil

El destino de Zanella, una compañía emblemática de la Argentina, con más de 70 años de historia, quedó envuelto en una negociación que bordea lo escandaloso.

Para hacerle frente al pago de deudas, Zanella inició un proceso de solicitud de autorización judicial, en el marco del concurso preventivo de acreedores en el que se encuentra la empresa, para proceder a vender la marca y otros activos.

El problema es que, por una razón que todavía nadie explica, Motomel, firma del Grupo La Emilia que se había postulado para comprarla, fue excluida de la negociación, en un accionar que favoreció a IMSA, firma integrada por Corven Motos, cuyo presidente es Leandro Iraola.

Lo más polémico es que Motomel había hecho una propuesta de compra de casi el doble que la de IMSA. En concreto, ofreció u$s3,6 millones frente a los u$s1,9 millones que había propuesto Leandro Iraola.

Así y todo, dicha oferta no fue tenida en cuenta y Motomel -que ocupa un lugar clave en el mercado argentino, dado que es la segunda marca más importante en venta de motos del país después de Honda-, quedó corrida a un costado. 

Esta maniobra, plagada de irregularidades, según explican desde Motomel, frenó la operación, a la espera de la finalización de la feria judicial.

Denuncian práctica fraudulenta

Zanella no es un jugador más en el mercado de las motos. Es una marca clave en el negocio, que llegó a contar con una gran estructura conformada por cuatro fábricas y más de 500 empleados.

Pero, como consecuencia de un mercado que se fue achicando, de un financiamiento que se hizo más caro y de una rentabilidad que se fue deteriorando, la empresa entró en una severa crisis.

Sin embargo, cuando todo parecía encaminarse y llegó una oferta importante para sacarla adelante, como fue la de Motomel, que duplicaba a la de la competencia, la Justicia determinó que Zanella quede en manos de IMSA, integrada por Corven Motos, pese a que este grupo ofertó u$s1,7 millones menos.

En concreto, fueron u$s1,9 millones los que se ofertaron del lado de Leando Iraola, presidente de Corven Motos, frente a los u$s3,6 millones que acercó La Emilia. Y así y todo, esta oferta no fue tenida en cuenta.

Ahora, Corven Motos es acusada por Motomel de realizar prácticas fraudulentas para quedarse con Zanella a un precio vil.

¿Por qué se desestimó una oferta superadora, desestimando la oportunidad de salvar y potenciar un símbolo nacional como Zanella?

Roberto Pagano, apoderado de Motomel, explicó cada uno de los hechos que no encuentran sustento y que, por la feria judicial, todavía falta resolver.

Lo primero que se dijo fue que Zanella y la Justicia no estaban al tanto de la propuesta del Grupo La Emilia. Sin embargo, Motomel lo desmiente y asegura que sí presentó su oferta de forma verbal y telefónica al grupo que lidera Walter Steiner, presidente de Zanella. Como fue rechazada, mejoraron la propuesta y se presentaron en el Juzgado de San Luis con una opción superadora.

"Primero se negaron a recibir el escrito, luego lo recibieron y fue enviado por correo electrónico oficial del juzgado", afirma el letrado.

El mismo escrito del 21 de noviembre fue reiterado el 3 de diciembre. Pero inmediatamente, el juez de la causa, Agustín Ruta, emitió una resolución autorizando la venta de un inmueble propiedad de Zanella.

¿Qué ocurrió? Según Pagano, detrás estaba escondido el verdadero fin de la autorización, que era "vender las marcas y toda la propiedad intelectual de Zanella a Corven Motos".

Al día siguiente, viendo esa resolución, se publicó un escrito diciendo que no se aceptaba la propuesta de Motomel sin siquiera haber sido considerada la oferta.

"Esto provocó que nos hiciéramos parte del expediente planteando una recusación del juez actuante, por haber adelantado opinión al dejarnos afuera de la convocatoria y por mostrar un marcado interés en la causa, porque el escrito estaba en su juzgado y era conocido por todos", afirma Pagano.

"Además, el secretario del juzgado fue quien contestó el mail que le enviamos", agrega.

Al momento, Motomel planteó la nulidad de lo actuado ante la Justicia, ya que no es una negociación entre partes, sino que es un proceso de orden público, un concurso, donde no solo están interesados acreedor y deudor.

"El principio de continuidad empresaria nosotros lo habíamos mantenido. Además de ofrecer casi el doble de dinero, presentamos la posibilidad de rentar la planta de San Luis, manteniendo los mismos empleados existentes hasta el momento", afirma el apoderado de Motomel.

Consultado sobre las maniobras que se ocultan detrás de los beneficios para Corven Motos, el letrado afirma: "No sé qué hay detrás del acuerdo, pero obvio que hay otra negociación, porque es inexplicable que una empresa que está en una situación compleja, desde hace años en concurso, y con mucha deuda post concursal, acepte la mitad de lo que se pretende por su venta, cuando con el doble podría enfrentar la deuda de mejor manera".

Tampoco se explica, según Pagano, por qué el juez y el síndico no se expresaron de manera alguna y ni siquiera tomaron los mínimos recaudos de evaluación de la propuesta de Motomel, teniendo en cuenta que Zanella acompañó dos valuaciones que los mismo valuadores dicen que son muy previsionales, que no pueden ser tomadas en consideración, porque la empresa no acompañó con la documentación correspondiente de la valuadora.

El caso no termina ahí: una vez que Motomel recusó al juez originario y la causa pasó a una jueza subrogante, los dueños de Zanella y sus abogados luego recusaron a la magistrada.

Además, en paralelo, acusaron al Grupo La Emilia de querer retrasar el proceso.

"Sus dichos son una burla teniendo en cuenta que están en concurso preventivo hace 16 años y están sin cobrar los empleados, con retiros, y ellos mismos buscan que la actual jueza no resuelva lo que planteamos. Es obvio que quieren que todo vuelva al anterior juzgado", dice el abogado.

Lejos de desistir, desde Motomel afirman que seguirán defendiendo su derecho a participar en una venta que si bien la hace Zanella, necesita resolución judicial.

"Lógicamente, si declaran nulo lo actuado por el juez anterior, y el nuevo magistrado declara una nueva compulsa, estaríamos dispuestos a mantener la oferta o incluso mejorarla. En caso de que otra empresa tenga una aún mejor, todo será en un marco de transparencia", asegura Pagano.

Desde Motomel aseguran que seguirán trabajando como lo vienen haciendo hasta ahora, con la dedicación que les permitió ser número dos en ventas del mercado total. Pero explican que quieren adquirir Zanella para seguir creciendo, hacer más productiva la plata de San Luis e incrementar la fabricación de modelos con la posibilidad de exportar y generar más valor agregado.

"Esperamos que no haya más maniobras de tipo judicial, porque estamos atentos a lo que sucede, no solo en el expediente respecto a nosotros, sino en general. No somos acreedores pero queremos que esta situación se resuelva en un marco de transparencia, que es la única forma en la que debe actuar la Justicia", especifica Pagano.

Por ahora, la causa, por el mismo accionar de Zanella y las supuestas influencias de Corven, está sin juez. El primero fue recusado por Motomel mientras que la segunda magistrada, por el grupo que está en convocatoria de acreedores.

Recién en febrero la Cámara Civil definirá cual es el juez definitivo de la causa y empezará a tramitarse de nuevo el expediente.

Mientras tanto, todo es duda, incertidumbre y temor por el futuro de la compañía de motos más tradicional de la Argentina.

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