Venezuela: la falta de agua pone al país al borde de varias epidemias
Desde hace una semana más de 4 millones de caraqueños se han volcado en masa a buscar agua no potable en los manantiales y riachuelos del cerro Ávila o en la cloaca o alcantarillas del río Guaire para mitigar la sed que el apagón eléctrico dejó, al secar el acueducto metropolitano.
El impacto social de la escasez de agua potable es peor que el de la luz, dicen los ingenieros y médicos porque puede desatar una crisis sanitaria de tal magnitud con epidemias como el cólera, diarreas y fiebre tifoidea, entre otras enfermedades, por el agua contaminada y no tratada.
A la altura de la exclusiva Altamira, Ashley Pérez, una caraqueña desempleada de 26 años, no se separa de sus 20 botellones de plástico esperando llenarlos de agua en un depósito subterráneo de la avenida Boyacá, mejor conocida como la Cota Mil, que rodea el cerro Avila al norte de Caracas, indicó el diario Clarín.
El chorro de agua sale amarillento por la manguera de bombeo de los uniformados pero "es todo lo que tenemos", dice Ashley y además nos la dan "gratis".
Su compañero del camión que llevará los 20 botellones o pipotes y termos de 15 litros hasta el barrio La Bombilla declara sin miedo a las represalias: "Esto está pésimo, cada vez peor, este país está hecho un asco, no sirve para nada".
En ese punto de la curvilínea autopista Cota Mil la fila era de unos 60 coches para abastecerse de agua de los manantiales del Avila y el último ya llevaba dos horas de espera para llenar cuatro botellones de 10 litros cada uno.
Dos kilómetros más al este hay una estación de agua para llenar los camiones cisternas de 10.000 litros pero está controlada por la Guardia Nacional Bolivariana y los milicianos de la Guardia del Pueblo y no hay acceso para el gran público.
El agua se paga en dólares
Los camioneros se aprovechan de la escasez, cobran desde 60, 120, 150 y 200 dólares por llevar el camión cisterna de agua hasta la residencia de los particulares según su nivel social.
Para el ingeniero José María De Viana, ex presidente de la estatal Hidrocapital, la escasez de agua es más grave que la de electricidad, cuyos apagones han colapsado los motores del sistema de bombeo de agua a la ciudad.
Esto no se soluciona con camiones cisterna ni tobitos (baldecitos) de agua o repartiendo botellones, dice De Viana. "Las soluciones paliativas no funcionan. Hay que meter agua otra vez por las tuberías" del acueducto.
Caracas está construida sobre 2.000 kilómetros de tuberías donde viven roedores e insectos, que salen a la superficie para alimentarse y contaminan el ambiente pero además las excretas humanas necesitan un mínimo de 100 litros por vivienda y si no hay agua la pieza sanitaria se vuelve un centro de contaminación.
"Esto es un problema de la salud pública y debe ser tomado muy en serio. La situación termina de configurar un abanico de problemas de emergencia humanitaria de dimensiones considerables, porque afecta a millones de personas", dice el ingeniero De Viana al subrayar la necesidad urgente de restituir el servicio del agua en la ciudad y acabar con la sequía absoluta.
El ex ministro de Salud, Rafael Orihuela, le dijo al citado matutino que aunque restituyan el servicio, las represas y embalses que abastecen de agua a Caracas presentan un alto nivel de contaminación y riesgo por falta de mantenimiento durante estos 20 años de chavismo.
En ese punto recomienda la necesidad de limpiar los embalses previamente al bombeo de agua a la ciudad para disminuir los riesgos. Dijo que el agua de Caracas presenta un alto nivel de contaminación bacteriológico que debe ser atendido para prevenir la crisis sanitaria que podría desembocar en riesgos epidemiológicos hídricos como el cólera, la leptospirosis, la fiebre tifoidea, las diarreas, hepatitis, desintería, y pare de contar.
En las alcantarillas del río Guaire donde desembocan las cloacas de la ciudad muchos jóvenes pobres se surten de agua podrida y se bañan buscando joyas desechadas. En esta crisis se cumple la profecía de Hugo Chávez que prometió que en el Guaire la gente se bañaría. Gastó 300 millones de dólares en ese proyecto pero el Guaire nunca fue limpiado y el dinero fue robado.