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Murió George H.W. Bush, el hombre que lideró la mayor potencia mundial

Ocupó varios cargos administrativos en su país, y llegó al poder en 1989, cuando terminab la Guerra Fría. Llevó adelante el enfrentamiento con Irak
01/12/2018 - 07:12hs
Murió George H.W. Bush, el hombre que lideró la mayor potencia mundial

El ex presidente de Estados Unidos, George H.W. Bush –se marca la H de Herbert para diferenciarlo de su hijo, también presidente-, murió el viernes a los 94 años, según informó en un comunicado su hijo y también expresidente, George W. Bush (2001-2009).

"Jeb, Neil, Marvin, Doro y yo anunciamos con tristeza que después de 94 años extraordinarios, nuestro querido padre ha muerto", dijo en el comunicado.

Bush murió ocho meses después de que lo hiciera su esposa, la ex primera dama Barbara Bush, con la que estuvo casado 73 años. Se casó muy joven, a los 21 años,  y tuvieron seis hijos, uno de los cuales fue Presidente en dos períodos y otro, Jeb, alcanzó la gobernación de Florida. Los otros fueron Robin (muerto de niño) Neil, Marvin y Doroth.

George H.W. Bush fue piloto de guerra durante la Segunda Guerra Mundial, congresista, embajador en la ONU, director de la CIA, vicepresidente de Ronald Reagan entre 1981 y 1989 y puso fin a una carrera política de cuatro décadas como presidente.

Desde la Casa Blanca, Bush "41" (para diferenciarlo de su hijo, Bush "43") lideró el fin de la Guerra Fría, la primera guerra del Golfo y la invasión de Panamá mientras la Unión Soviética se derrumbaba y Alemania se reunificaba.

 

Los triunfos diplomáticos y bélicos no le bastaron para lograr la reelección, y en 1993 entregó al demócrata Bill Clinton las llaves de la Casa Blanca y se retiró a su hogar en Houston (Texas) junto a su esposa.

Bush sufría un tipo de parkinson que le impedía caminar y lo tuvo en silla de ruedas en sus últimos años de vida, en los que sus entradas y salidas del hospital fueron constantes sobre todo por problemas respiratorios.

En 2016, ni Bush 41 ni Bush 43 apoyaron al candidato republicano a la Casa Blanca y ahora presidente, Donald Trump, y según algunas filtraciones ambos votaron por la demócrata Hillary Clinton.

Trump, de hecho, no acudió al funeral de Barbara Bush en abril.

En un comunicado, su oficina presidencial informó de que los detalles del funeral se anunciarán tan pronto como sea posible.

Uno de los rastos que lo caracterizaron fue saber combinar la política con los negocios.

Pertenecía a un hogar aristocrático de Massachussets que continuaba la tradición de los “wasp” (la cultura “blanca, anglosajona y protestante”). La familia se había expandido con su padre Prescott Bush, un senador de gran habilidad para los negocios y con influyentes contactos. George H. W. Bush fue un perfecto sucesor.

Cuando cumplió 18 años, el mundo estaba en guerra: los nazis invadían Europa, los japoneses el Pacífico. George Bush se alistó en las tropas estadounidenses y combatió como piloto de aviones de la Marina. Contabilizó 58 misiones y por una de ellas, el bombardeo sobre Chichi-Jima, donde saltó en paracaídas y debió ser rescatado en el mar, obtuvo una medalla al valor.

Ya de regreso, estudió en la Universidad de Yale, donde también jugó béisbol y participó e en la fraternidad Phi Beta Kappa. Obtuvo una licenciatura en administración de empresas, en Harvard, y desde allí se dedicó a los negocios, con una exitosa carrera en la industria petrolera de Texas.

Como jefe de los espías, entre 1976 y 1977, Bush organizó y reestructuró la Central de Inteligencia, que venía acumulando fracasos. Repuso algo del orden perdido y destinó una parte del presupuesto a operaciones encubiertas: a su criterio, era la única manera de enfrentar a nivel global al “enemigo comunista” que representaban la URSS y China.

Ya en 1980, tuvo pretensiones más altas. Intentó competir en las internas republicanas para la candidatura presidencial, pero allí prevaleció el carisma de Ronald Reagan. Igual, tuvo su premio: fue su compañero de fórmula y, de allí, vicepresidente.

Desarrolló una intensa estrategia por el todo el mundo: la “política del garrote” que Reagan expresaba en palabras, era llevada a la práctica por Bush. De esa época data el suministro de armas y dinero a la resistencia contra la revolución sandinista en Nicaragua, que se conoce como el escándalo Irán-Contra.

Con el retiro de Reagan, Bush tuvo su momento: ganó la candidatura republicana y llegó a la presidencia de Estados Unidos en 1989. Pero el mundo cambiaba dramáticamente. Después de cuatro décadas, se derrumbaba el Muro de Berlín, el área socialista, pronto desaparecería la Unión Soviética. Bush aprovechó para acrecentar el papel de Estados Unidos.

Bush abandonó la lucha contra el comunismo, pero encontró otros enemigos. Por ejemplo, invadió Panamá, un dictador que había servido a EE.UU. pero luego cayó en desgracia

. También, Bush enfrentó decididamente a otro ex amigo como Saddam Hussein, quien había invadido Kuwait.

El presidente de EE.UU. armó una coalición pará lanzar la famosa expedición “Tormenta del desierto”: le marcó límites al dictador iraquí (el mismo al que iban a derrocar una década después). Su frase de aquel momento era: “Como estadounidenses, sabemos que hay veces en que debemos dar un paso al frente y aceptar nuestra responsabilidad de dirigir al mundo, lejos del caos oscuro de los dictadores”.