Los demócratas se quedaron con el control de la Cámara baja, pero Trump ganó en el Senado
Estados Unidos dio su veredicto sobre la gestión del presidente Donald Trump. En las elecciones legislativas de este martes, el republicano perdió el control de la Cámara de Representantes pero ganó en el Senado.
Los demócratas obtuvieron hasta ahora 23 escaños más de diputados y contarán con más de la mitad de las 435 bancas.
Pero la jornada no fue la "ola azul" que esperaban. En la Cámara alta los republicanos añadieron tres bancas a su mayoría, al tiempo en que senadores republicanos en peligro de ser desbancados en los estados de Indiana, Missouri, Dakota del Sur, Tennessee y Texas lograron mantenerse en sus cargos.
De esta manera, los comicios de medio término dejan un Congreso dividido con una Cámara de Representantes en manos del Partido Demócrata -algo que no ocurría desde 2010- y un Senado en el que el Partido Republicano amplió su mayoría.
Una vez que asuman sus puestos en enero, los demócratas tienen intención de iniciar investigaciones sobre el mandatario. No podrán llegar seguramente al punto de un "impeachment" (proceso de destitución) porque este tiene que ser aprobado en el Senado por 67 de los 100 representantes y los republicanos mantienen el control, pero supondrán un importante quebradero de cabeza para el mandatario.
También estuvieron en disputa las gobernaciones de 36 estados, 26 de los cuales estaban en manos republicanas.
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Aunque el candidato demócrata Andrew Gillum fracasó en su intento por convertirse en el primer gobernador de Florida de raza negra, los demócratas lograron apoderarse de la gobernación de seis estados: Wisconsin, Kansas, Maine, Michigan, Illinois y Nuevo México.
En Georgia, entretanto, donde la demócrata Stacey Abrams aspiraba ser la primera mujer gobernadora negra del estado, su intento para derrotar al conservador y aliado de Trump, Brian Kemp, parece haber quedado corto.
Abrams rehusó a darse por vencida, en medio de varias denuncias de irregularidades en los puestos de votación que afectaron principalmente al electorado afroestadounidense.
Si bien Trump no estaba en las boletas electorales, estos comicios representan una suerte referendo de su labor como presidente del país.
Y él se mostró orgulloso de los resultados. "Estas elecciones han sido un tremendo éxito para mí", tuiteó el mandatario este miércoles.
Tremendous success tonight. Thank you to all! — Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 7 de noviembre de 2018
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Pese al optimismo del magnate, lo cierto es que a Trump le quedan dos años de gobierno incómodos por delante hasta que se presente a la reelección en 2020.
Así lo dejó claro Nancy Pelosi, hasta ahora líder de la minoría demócrata en una Cámara de Representantes en la que los republicanos tuvieron la hegemonía durante los últimos ocho años. "Mañana será un nuevo día en Estados Unidos. Recuerden esta sensación: es el poder de ganar", proclamó la política, de 78 años. "Ahora de lo que se trata es de restaurar la Constitución, el sistema de 'checks and balances' (controles y contrapesos) frente a la administración Trump", aseguró.
Trump, protagonista
Un sondeo a boca de urna confirmó la extendida opinión previa de que las elecciones serían un referéndum sobre lo que va del primer mandato de Trump, cuyas políticas nacionalistas y aislacionistas han dividido el país como pocas veces antes.
Casi dos terceras partes de votantes dijeron que la gestión de Trump fue lo que más tuvieron en cuenta al sufragar, y fueron más (39 por ciento) los que afirmaron que acudieron a votar contra el mandatario que a su favor (26 por ciento), según esa encuesta, publicada por la cadena CNN.
La aprobación del presidente es mayoritariamente negativa entre los votantes del país, y son más los que dijeron creer que Estados Unidos va por mal camino que los que afirmaron que avanza en la dirección correcta, de acuerdo al estudio. No obstante, casi siete de cada diez votantes dijeron que la economía marcha bien.
El sistema de salud, en el cual hicieron énfasis los demócratas, y la inmigración, que fue el tema más promovido por Trump, fueron definidas por los votantes como las cuestiones sobre las que más reflexionaron al elegir, mostró el sondeo.
Los demócratas necesitaban ganar 23 bancas para pasar a dominar la cámara baja y dos para controlar el Senado. Logaron lo primero, pero no lo segundo.
El mandatario alentó a los votantes a ver los comicios como un plebiscito sobre su mandato, y ha apuntado con orgullo a la robusta marcha de la economía nacional en sus múltiples apariciones de campaña.
Trump apostó a un mensaje xenófobo en sus argumentos finales, en los que advirtió del riesgo de una "invasión" de inmigrantes que prometía esparcir la delincuencia y las drogas por todo el país.
Varias cadenas de TV, incluyendo a Fox News, la favorita de Trump, decidieron ayer no pasar un aviso de la campaña del presidente por considerar que la forma en que se retrataba a un delincuente inmigrante iba demasiado lejos.
Trump pasó la jornada electoral en la Casa Blanca, desde donde tuiteó, hizo llamadas telefónicas y siguió el transcurso de las elecciones en contacto con su equipo político, informó la Casa Blanca.