La broma de un joven estudiante terminó con 11 pasajeros heridos. Un joven estudiante que subía a un avión de Lion Air Group en Indonesia gritó que tenía una bomba en su equipaje, hecho que provocó una estampida de los pasajeros que corrieron a la puerta de emergencia, la abrieron y comenzaron a tirarse sobre la pista, a una altura de más de tres metros.
El resultado fue 11 pasajeros heridos, entre ellos dos niños, que, encima, decidieron el escape aún con las turbinas en funcionamiento lo que podría haber provocado un desenlace mucho más trágico. El bromista fue inmediatamente detenido y podría pasar hasta un año en la cárcel a raíz del episodio.
El avión de Lion estaba con 122 pasajeros a bordo. Estaba a punto de partir y de cubrir la ruta entre Pontianak, capital de la provincia de Borneo, y Yakarta, capital de Indonesia.
El incidente se inició cuando, estando todos los viajeros ya sentados y con su cinturón de seguridad, una azafata preguntó al bromista qué llevaba en la maleta que tenía en sus manos. Y ante la respuesta "tengo una bomba", la mujer volvió a preguntar. Un pasajero que estaba cerca escuchó el diálogo y empezó a gritar "tiene una bomba, tiene una bomba" mientras corría a la puerta de emergencia.
Ese comportamiento produjo el pánico y el avión se transformó en una marea de gente intentando escapar, con las consecuencias ya descriptas.
Luego del incidente, la policía de Indonesia revisó el avión para descartar que, efectivamente, hubiese algún tipo de artefacto explosivo en la aeronave. Y a través de un comunicado recordaron que "no se debe bromear acerca de bombas, especialmente si se está en un avión".