Maduro ordena tomar la planta de importante multinacional de EE.UU.
La estadounidense Kellogg comunicó este martes el cese de sus operaciones en Venezuela debido a la crisis económica que enfrenta el país, un anuncio sorpresivo que llevó al presidente Nicolás Maduro a ordenar la toma de la única planta de la empresa en ese país.
La salida de la compañía fabricante de alimentos sorprendió a los trabajadores y un grupo de ellos permanecía en las puertas de su unidad local, a unos 100 kilómetros de la capital, sin poder ingresar a las instalaciones, dijeron exempleados y fuentes del sector industrial en la región.
La empresa, una de las pocas que seguía produciendo cajas de cereales en el país, dijo que la decisión es definitiva por el deterioro de la situación económica y social en el país sudamericano.
"Es la guerra de las transnacionales y el imperialismo", dijo el mandatario venezolano en medio de un acto de campaña a pocos días de las elecciones presidenciales donde busca un segundo mandato.
"La empresa se la hemos entregado a los trabajadores (...) y vamos a iniciar acciones judiciales para solicitar el código rojo a los dueños y que paguen en los tribunales", agregó.
Maduro consideró el cierre como una ilegalidad. Ningún directivo de Kellogg había acudido a la planta hasta el mediodía del martes y según algunos empleados que aguardaban en la zona industrial de San Jacinto de Maracay, unos 380 trabajadores empezaban a recibir en sus cuentas bancarias el pago de la liquidación.
Un grupo de efectivos militares llegó al lugar para custodiar la planta que Kellogg operaba en el país, informaron testigos a la agencia Reuters.
"Llegamos esta mañana con esa sorpresa. Me siento decepcionado y triste", dijo la tarde del martes un operador de máquinas que trabajó 26 años en Kellogg y prefirió mantener su nombre en reserva.
La unidad que el trabajador encontró cerrada esta mañana venía operando en tres turnos y dijo que despachaba en los últimos meses solo cajas de los cereales Corn Flakes y Zucaritas.
Sangría de capitales
Compañías como Clorox, Kimberly Clark y General Motors abandonaron el país en los últimos años de manera similar, agobiados por cinco años de recesión e hiperinflación.
"El deterioro de la situación económica y social en el país ha obligado a que la compañía detenga sus operaciones y salga", apuntó la empresa estadounidense en su comunicado, sin precisar el número de empleados que quedaron cesantes.
"La distribución de los productos de Kellogg en Venezuela ha sido suspendida (...) a partir de ahora ningún producto Kellogg podrá ser comercializado en el país sin autorización expresa", agregó la compañía.
Las autoridades venezolanas en el pasado han ocupado las fábricas que las compañías extranjeras dejan en el país para intentar que sigan produciendo con sus antiguos empleados.
La salida de Kellogg llega en medio de las tensiones que por meses persisten entre las empresas y el Gobierno, que intenta detener las subidas de precios, pero no vende tampoco divisas a tasa oficial a las firmas que producen a mínimos por falta de materiales o bajas ventas.