Marcha atrás: tras polémica por la reforma tributaria, Coca Cola avisó que mantendrá inversiones
Luego de que el Gobierno anunciara que la reforma tributaria contempla nuevos impuestos para las bebidas azucaradas, se rumoreó con la posibilidad de que Coca-Cola frenara una inversión de u$s1.000 millones en el país y que deje de comprar localmente los jugos concentrados de frutas a las economías regionales del NEA, NOA y el Alto Valle de Río Negro.
En este sentido, las gaseosas poseen actualmente un impuesto del 4% al 8%, pero que pasaría al 17% en caso de que se apruebe sin cambios el proyecto impulsado por el oficialismo.
Pero en las últimas horas, Coca Cola difundió un comunicado donde afirma que "sigue trabajando con fuerte compromiso en el desarrollo de la Argentina, generando 200.000 empleos que van desde el productor agrícola hasta pequeños y medianos comercios en todo el país".
Según la firma, la Argentina es clave en la operación global de la Compañía y eso se refleja en las inversiones anuales en las economías regionales, evaluando constantemente su flujo en pos de la sustentabilidad del negocio en el largo plazo y contemplando a toda la cadena de valor.
De acuerdo con número de IARAF, casi el 50% del valor de una botella de gaseosa está conformado por tributos. En rigor, el 29% del precio responden a la carga impositiva: 16,6% de IVA, casi 5,9% de Ganancias, más impuestos internos, al cheque y tasa de distribución de utilidades.
A esto hay que sumarle 9 puntos de gravámenes subnacionales (Ingresos Brutos, tasas municipales, etc) y otro 11,5% correspondientes a aportes al régimen de seguridad social, lo que termina redondeando una carga total que explica la mitad del precio de una botella.
Por ello, desde el sector temen que el proyecto de ley que impulsa el oficialismo castigará más fuertemente a sus productos. En efecto, la gaseosa más popular del planeta no sólo tiene la mayor carga impositiva de la región, sino también el mayor precio.
En este sentido, la empresa se refirió a la reforma tributaria al afirmar: "Creemos en un dialogo abierto con todos los sectores para la búsqueda de soluciones sostenibles".
Negociaciones en EE.UU. La reciente gira del presidente Mauricio Macri por Nueva York para promover las de inversores en la Argentina tuvo a representantes del sector de bebidas entre los invitados de honor.
En efecto, el martes pasado participó de un desayuno organizado por el Business Council for International Understanding (BCIU), en The Carlyle Hotel, donde se encontró con el CEO del gigante cervecero AB InBev, Carlos Brito, y con el presidente de Coca-Cola Latinoamérica, Alfredo Rivera.
Si bien el rubro cervecero logró que el Gobierno les prometiera una "marcha atrás" con la suba de los impuestos internos, al igual que los vinos y los espumantes, las bebidas azucaradas no tuvieron el mismo resultado.
Si bien el proyecto establece cero gravamen para las bebidas "cero calorías" o "light", para el sector apenas representa el 20% de las ventas.
"Estamos trabajando para lograr reformas tributarias que permitan mejorar la producción y que más empresas vengan a invertir a la Argentina", había prometido entonces el Jefe de Estado.
Además, había asegurado: "No hay mejor lugar para invertir en el futuro cercano que en la Argentina por las enormes potencialidades que tenemos".
La Argentina, en el podioLa Cámara Argentina de la Industria de Bebidas sin Alcohol (CADIBSA), a través del IARAF, realizó un pormenorizado relevamiento de la carga tributaria que sufre el segmento de las bebidas sin alcohol alrededor del mundo.
La conclusión del informe es contundente: la Argentina está en el podio de las naciones que tienen la "mochila" impositiva más elevada.
"Nuestro país es el que hoy muestra la presión más alta en todo el continente y estamos en el tercer puesto a nivel internacional, sólo superados por Hungría y Finlandia", señala el experto en diálogo con este medio.
Como se mencionó anteriormente, el informe señala que los impuestos inciden 29% en el precio de una gaseosa en la Argentina, contra el 25% de Chile y Uruguay, y el 23 de Brasil.
Pero, además de la carga impositiva sobre esta rama de la industria, la Argentina también está en los primeros puestos en cuanto al precio de la conocida gaseosa cola.
Según el relevamiento, debido a la alta presión impositiva, los elevados costos laborales y logísticos y a la influencia extra del factor cambiario, el envase de 1,5 litros de la popular bebida cotiza a $50 en los principales supermercados de Buenos Aires, cifra que equivale a u$s2,80 al tipo de cambio oficial.
Este mismo producto cuesta u$s2,50 en el caso de Uruguay y u$s2 en Chile, países que se ubican en el segundo y tercer puesto, respectivamente.
Brasil, en tanto, ofrece este mismo producto a u$s1,80, mientras que en el extremo inferior de la tabla se encuentra Colombia, con un precio equivalente a u$s1,15.