Glencore: el oro de la minería argentina controlado por sociedades en paraísos fiscales
La filtración de documentos de Paradise Papers, proyecto impulsado por ICIJ y Sí¼ddeutsche Zeitung, encontró que la multinacional Glencore posee una red oculta de empresas en Bermuda y Caimán, paraísos fiscales, con la que compra y vende paquetes accionarios, contrae deudas y realiza maniobras para eludir el pago de impuestos.
Glencore es uno de los principales clientes del estudio especializado en empresas off shore, Appleby, cuyas operaciones quedaron expuestas por la filtración. Según Perfil, los negocios de Glencore en el mundo y también en el país van desde la minería y energía hasta la producción agropecuaria.
Es la cuarta empresa minera más grande del mundo y la primera comercializadora de materias primas a nivel global. En América Latina, opera en la Argentina, Bolivia, Chile, Colombia y Perú.
En la Argentina, Glencore posee los proyectos mineros Alumbrera (Catamarca) y El Pachón (San Juan), entre otras. Estas reservas de oro y cobre generan ganancias multimillonarias para sociedades radicadas en paraísos fiscales.
Al mismo tiempo, en la Argentina poseen beneficios tributarios, desde regalías por apenas 3% de las ganancias, y descuentos y reintegros de todo tipo de impuestos nacionales, provinciales y municipales.
Utilizando al menos seis compañías off-shore, Glencore extrae del país millones de dólares anuales: Glencore El Pachon Limited, Pachon Project Limited, Glencore Grain Hamilton, Glencore Finance Limited, Glencore SA Holdings Limited y Glencore South America Limited. Salvo la última, creada en Caimán, las otras cinco tienen base en Bermuda.
El gerente de Glencore Argentina fue contactado por el equipo argentino de Paradise Papers, pero no recibió respuesta sobre las operaciones de la firma en el país.
Entre sus empresas locales, se destacan el yacimiento Alumbrera (en Catamarca), la Planta de Filtros (en Cruz del Norte, Tucumán), y el Puerto Alumbrera (en Santa Fe).
La mina produce un promedio anual de 400.000 toneladas de concentrado que contiene aproximadamente 100.000 toneladas de cobre y 300.000 onzas troy de oro. También se producen 33.000 onzas de oro doré y 1.900 toneladas de concentrado de Molibdeno.
Glencore hizo pie en esta mina en 2013, cuando compró por casi u$s3.000 millones el 50% de las acciones –la otra mitad corresponde a canadienses Goldcorp y Yamana Gold– a través de dos sociedades offshore: Glencore SA Holdings Limited y Glencore South America Limited.
Este yacimiento de cobre y oro no sólo es uno de los negocios más importantes de la compañía en suelo argentino, sino también el más denunciado por los problemas de contaminación y los delitos fiscales.
En 2010, el Ministerio Público Fiscal de Tucuman la acusó de ocultamiento de ganancias por más de u$s8 millones por año. La Secretaría de Minería de Catamarca la denunció por no cumplir con el pago del 100% de las regalías.
Por su parte, El Pachón es otra mina de Glencore San Juan. Es un yacimiento de cobre controlado por otras dos firmas radicadas en Bermuda: Glencore El Pachón Limited, que a su vez es controlada por Glencore Holdings.
Por las deducciones que recibe la empresa en el país, solo paga en el mayor de los casos un 25% de las exportaciones declaradas.
Pero además de sus negocios mineros, la multinacional tiene una pata en el agro: en el rubro aceites, con Oleaginosa Moreno, en Bahía Blanca; y en arroz, con Molinos Libres (Paso de los Libres, Corrientes). Esta última fue sancionada por cometer irregularidades en la liquidación de divisas por exportaciones.
Pero allí no termina la lista: en julio de 2005, Glencore comenzó a controlar la empresa ArZinc SA (ex Sulfacid), única productora de zinc electrolítico en Argentina, emplazada en el polo industrial de San Lorenzo-Rosario.
De acuerdo con Perfil, los documentos de Paradise Papers señalan que la adquisición se produjo a través de la offshore Glencore Finance Ltd., radicada en Bermudas. La empresa cerró sus puertas en 2016 y dejó a 400 empleados en la calle.
Glencore reportó pagos por cerca de u$s525 millones a la República Argentina, pero no coincide con las cifras de Resource Project, una base de datos de código abierto que releva proyectos de petróleo, gas y minería según información oficial. La suma de regalías e impuestos apenas supera los u$s45 millones.
Por otro lado, la minería es una de las actividades menor carga impositiva según un estudio del Banco Mundial. En la Argentina, Glencore posee nueve clases distintas de beneficios, entre los que se destacan:
*Tope de regalías del 3% (artículo 22 de la Ley 24.196)
*Congelamiento de impuestos nacionales, provinciales y municipales por 30 años y 5 años de gracia sin pagarlos (artículo 8 de la Ley 24.196)
*Descuento del impuesto a las Ganancias en tareas de exploración, compra de equipos, maquinarias y vehículos (artículo 12 de la Ley 24.196)
*Descuento del 100% del impuesto a los combustibles líquidos (Ley 23.966)
*Devolución anticipada y financiamiento del IVA (Ley 24.402)
*Reembolsos por las exportaciones embarcadas en puertos patagónicos (Ley 23.018)
*Exención del impuesto al cheque (Decreto 613 de 2001)
*Evolución de los créditos fiscales del IVA (Ley 25.429)
*Eliminación de gravámenes y tasas municipales que afecten directamente a la actividad e impuesto a los sellos (Ley 24.228).
El Comité de Desarrollo Internacional del Parlamento británico abrió una investigación sobre evasión de impuestos en los países en desarrollo en 2012, en Zambia; y luego una investigación de The Guardian mostró la misma operatoria en el Congo.
También fue investigada por la Justicia Tributaria Italiana, tras acusaciones de evasión fiscal de la fábrica metales Portovesme, en Cerdeña. La evasión habría superado los u$s120 millones.