Temer fue hospitalizado mientras los diputados deciden si va a juicio
El presidente brasileño, Michel Temer, fue hospitalizado el miércoles por problemas urológicos, mientras la Cámara de Diputados discutía si frenaba o daba luz verde a una denuncia en su contra como presunto jefe de una "organización criminal" de corrupción.
El mandatario conservador, de 77 años, "tuvo un malestar al final de la mañana", informó la Presidencia en un breve comunicado.
El médico de guardia en el palacio presidencial "constató una obstrucción urológica y recomendó que se le efectúen exámenes en el Hospital del Ejército, donde se encuentra (...) para el debido tratamiento", agregó.
La noticia trascendió poco después de que la Cámara, de mayoría oficialista, hubiera empezado a discutir la segunda denuncia contra el jefe de Estado, que podría llegar a costarle el cargo.
Sin embargo, analistas estiman que Temer superará esta prueba, como lo hizo cómodamente en su primera denuncia por corrupción, en agosto.
Temer, que asumió el poder en 2016 tras el impeachment a la izquierdista Dilma Rousseff, encabezó en los últimos días las negociaciones para asegurarse que la oposición no consiguiera la mayoría especial de 342 votos (dos tercios de los 513 escaños) necesaria para que la causa sea encaminada al Supremo Tribunal Federal (STF).
La hospitalización de Temer tomó a todos por sorpresa, después que el pasado 11 de octubre la Presidencia asegurara que su salud era "excelente", relativizando la detección de una obstrucción arterial coronaria "leve", que solo debería tratarse con aspirina y dieta.