Un alto funcionario confirmó que el gobierno estadounidense impondrá restricciones de viaje contra ciudadanos de ciertos países, para reemplazar el polémico veto inmigratorio que prohibía la entrada a Estados Unidos de personas provenientes de seis naciones de mayoría musulmana.
Estas nuevas medidas variarán dependiendo el país. Además, pueden incluir una prohibición para viajar a Estados Unidos, o nuevas restricciones en el proceso de obtención de visas que soliciten ciudadanos de ciertas nacionalidades.
Dichas disposiciones reemplazarán el veto inmigratorio contra las personas de Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen, que Trump anunció cuando empezó su mandato y que modificó posteriormente, según CNN.
La polémica política se encontraba bajo una revisión de 90 días, que termina el próximo domingo. Se espera que las nuevas medidas entren en vigor antes o a partir de ese momento.
La Casa Blanca no quiso confirmar los detalles de las nuevas restricciones. Sin embargo, señaló en un comunicado: "El gobierno de Trump se asegurará de que solo admitamos a aquellos que puedan ser correctamente investigados y que no representen ninguna amenaza para la seguridad nacional o la seguridad pública".
Las modificaciones en el veto inmigratorio fueron reportadas originalmente por The Wall Street Journal.
Durante los últimos ocho meses, el camino de la prohibición de viajes ha estado plagado de obstáculos y de salidas en falso. De hecho, las cortes federales neutralizaron su propósito y alcance originales.
Hace poco, Trump sugirió en Twitter que se necesitaba un veto inmigratorio "mucho más grande, severo y específico". Su comentario llegó después del ataque terrorista en Londres. "Pero estúpidamente, eso no sería políticamente correcto", añadió en ese momento.
Desde junio pasado, los ciudadanos de Irán, Yemen, Somalia, Sudán, Libia y Siria -en la primera versión del veto inmigratorio también estaba incluido Iraq-, que no tengan una "relación de buena fe" con una persona o entidad en Estados Unidos, tienen prohibido entrar al país.
Cuando Trump firmó el decreto inicial de la prohibición de viajes, al final de su primera semana en la Casa Blanca, apareció acompañado del vicepresidente Mike Pence y el secretario de Defensa James Mattis. Mientras sostenía una copia del veto inmigratorio que acababa de firmar sonreía y, después de leer su título ("Protegiendo a la nación de la entrada a EE.UU. de terroristas extranjeros"), dijo: "Todos sabemos lo que eso significa".
Pero tras una serie de reveses en cortes de todo el país, no apareció en ninguna parte para lanzar la versión 2.0 del veto inmigratorio.
Y ese decreto revisado de prohibición de viajes era sustancialmente distinto de su predecesor: el cambio más significativo era el de eximir a los que tuvieran una green card o aquellos con visas válidas, que junto con una demora en la entrada en vigor de la norma evitó el caos en los aeropuertos.