Las baterías "autodestructivas" del Galaxy Note 7 generan pérdidas de u$s17.000 millones para Samsung
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"Aquellos consumidores que tengan o bien un Galaxy Note 7 original o bien un dispositivo de reemplazo deberían apagarlos y dejar de utilizar los terminales",
La curiosa “sugerencia” viene de parte de la empresa Samsung, fabricante de esos teléfonos, que anunció este martes el cese total de la producción de ese modelo por cuestiones de seguridad tras los casos de explosión de la batería de estos aparatos.
El cese de la producción de sus teléfonos de más alta gama podría costarle hasta u$s17.000 millones.
El último incidente conocido es el de un hombre de Kentucky que aseguró que se había despertado en una habitación llena de humo en la que ardía su Note 7 reemplazado.
Ese episodio llegó días después de que un vuelo fuese evacuado en Estados Unidos después de que un celular comenzara a echar humo en la cabina.
Pero eso no es todo: estos casos se suman a una media docena de videos en Youtube que demuestran la terrible peligrosidad de las “baterías autodestructivas”, propias de una pel{icula de espionaje de los años 70.
Éste video en que se ve a una empleada de un Burger King surcoreano que, con unos guantes ignífugos, retira con dificultades un Note 7 que echa humo blanco es el más visto de la serie.
"Hemos reajustado recientemente los volúmenes de la producción para llevar a cabo una exhaustiva investigación y un control de calidad, pero al considerar prioritaria la seguridad del consumidor, hemos tomado la decisión final de parar la producción del Galaxy Note 7", indica la compañía surcoreana.
El anuncio provocó una escandalosa caída en la Bolsa de Seúl, donde las acciones de Samsung se derrumbaron más de 7 por ciento (su mayor desplome en ocho años) ante los temores a que este episodio dañe severamente su salud financiera. n un comunicado.
El mes pasado, a apenas dos semanas del lanzamiento, Samsung ya había ofrecido a sus clientes la posibilidad de cambiar y reemplazar 2,5 millones de Galaxy Note 7, mientras analizaba el problema que generaba el sobrecalentamiento de las baterías del equipo premium, que se vendía a un precio de US$ 882.
Estimaciones iniciales proyectaban que el reemplazo de los dispositivos, y el análisis para identificar y solucionar la falla, podría haberle costado u$s5.000 millones a la compañía.