Fue uno de los films más esperados, tanto por los escándalos personales que surgieron en la filmación como por la similitud de la historia con la vida real
ACTUALIDAD - 23 de Mayo, 2016

Dio mucho que hablar, y en apenas 24 horas desde su estreno, se había convertido en un récord para el cine argentino.

El hilo rojo es el film que protagonizan el actor chileno Benjamín Vicuña y la argentina Eugenia "la China" Suárez. Él, conocido por ser durante 10 años el esposo de Pampita, la modelo más cotizada del país; y ella, por haber enamorado y tenido una hija con uno de los hombres más "difíciles" del espectáculo, Nicolás Cabré.

Los protagonistas se conocieron durante las grabaciones de la película y al poco tiempo confirmaron su noviazgo, una vez que Vicuña y Pampita hicieron público su divorcio.

Por eso, fueron muchos los escándalos que rodearon a la grabación, y aunque muchos especulan con lo útil que fue la vida personal de cada uno de ellos como promoción, detrás de todo hay una historia mucho más potente que inspiró el libreto, y que nace en Japón.

El hilo rojo es una vieja leyenda reconocida en Asia, la cual surgió cuando se descubre que la arteria ulnar conecta el corazón con el dedo meñique. Al estar unidos por esa arteria se comenzó a decir que los hilos rojos del destino unían los meñiques con los corazones; es decir, simbolizaban el interés compartido y la unión de los sentimientos. Por eso también el hecho de hacer promesas en algunos países al entrelazar estos dedos con el otro.

La historia en sí cuenta que entre dos o más personas que están destinadas a tener un lazo afectivo existe un "hilo rojo", que viene con ellas desde su nacimiento. El hilo existe independientemente del momento de sus vidas en el que las personas vayan a conocerse y no puede romperse en ningún caso, aunque a veces pueda estar más o menos tenso, pero es, siempre, una muestra del vínculo que existe entre ellas.

Algunas historiasUna de las leyendas sobre este hilo rojo cuenta que un anciano que vive en la luna, sale cada noche y busca entre las almas aquellas que están predestinadas a unirse en la tierra, y cuando las encuentra las ata con un hilo rojo para que no se pierdan.

Pero la leyenda más popular y la que se recita en casi todos los hogares japoneses a los niños y jóvenes es esta:

"Hace mucho tiempo, un emperador se entero de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa que tenia la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mando traer ante su presencia.

Cuando la bruja llegó, el emperador le ordeno que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa; la bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevo hasta un mercado en donde una pobre campesina con una bebe en los brazos ofrecía sus productos.

 

Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invito a ponerse de pie e hizo que el joven emperador se acercara y le dijo : "Aquí termina tu hilo" , pero al escuchar esto, el emperador enfureció creyendo que era una burla de la bruja , empujo a la campesina que aún llevaba a su pequeña bebe en los brazos y la hizo caer haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente, ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.

Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda y el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente.

Al levantarle el velo vio por primera vez que este hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente. " Una cicatriz que él mismo había provocado al no ver al destino que había pasado frente a él".

Así, el hilo rojo indica que no se puede imponer el capricho de cada uno, no se podrá romper ni deshilachar. Un hilo rojo directo al corazón, que conecta a los amores eternos, a los profundos, esos que simbolizan el antes y por los que no hay después. El amor de una madre, de un padre, de un hermano, de un niño, de un amigo, de un hombre o de una mujer...

Un hilo rojo que simboliza el amor y el interés común

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