El efecto conjunto de disminución en retenciones a la soja y devaluación del tipo de cambio provocó una crisis total del sector Pyme de biodiesel, obligando a la totalidad de las plantas a detener su producción por falta de materia prima.
Si no se hace una excepción a la fórmula de fijación de precio, de manera de contemplar esta situación extraordinaria, será imposible retomar un esquema productivo por al menos los próximos cuatro meses.
El 90% de los costos del biodiesel están dolarizados y a su vez el aceite de soja, principal materia prima, tuvo una baja del 5% en las retenciones.
En conjunto ambas medidas implicarán un aumento en los costos superior al 50%. Debido a la lógica de la fórmula para la determinación del precio, no se verá reflejado el aumento de los costos hasta el mes de marzo aproximadamente.
En el corto plazo será imposible seguir trabajando, al ser el aceite de soja el 80% de los costos, no cubriríamos ni tan siquiera los costos variables.
Las Pymes no tenemos “espaldas” para soportar la estructura sin poner nuestras plantas en marcha. Necesitamos una medida de excepción con carácter de urgencia.
Hoy somos 23 plantas Pymes diseminadas por todo el país que abastecemos prácticamente la totalidad del corte con gasoil.
Ya se está sintiendo muy fuertemente el efecto en los pueblos del interior donde estamos instalados.
Somos optimistas en el mediano plazo dado que este programa fue creado por Ley y votado por unanimidad en el congreso en el año 2006.
A su vez, el mismo Presidente Macri ha manifestado en reiteradas ocasiones:
a) Fomento de energías renovables
b) Apoyo al desarrollo de las economías regionales
c) Seguridad jurídica y respeto por las reglas de juego.
Este programa está totalmente en línea con todos estos conceptos. La preocupación es poner las plantas en funcionamiento rápidamente para evitar consecuencias mayores.
Tomás Lorda es vicepresidente de la Cámara de Empresas PyMEs Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (CEPREB).