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Quiénes son los ministros que ya suenan para conformar el flamante gabinete de Mauricio Macri

El líder de Cambiemos quiere tener seis ministros para manejar la economía: de Hacienda y Finanzas, Producción, Trabajo, Energía, Transporte y Agricultura
23/11/2015 - 13:01hs

El recientemente electo presidente, Mauricio Macri fraccionaría el Ministerio de Economía con un objetivo claro: no quiere tener un superministro que se apodere de la administración de su eventual gobierno.

Este lunes reveló que prefiere tener seis ministros. "De Hacienda y Finanzas, Producción, Trabajo, Transporte, Energía y Agricultura", detalló el líder del PRO en la primera conferencia de prensa que dio en La Usina de Arte luego de ganar el balotaje.

Aunque la información no fue confirmada oficialmente, los nombre que suenan con fuerza son: Alfonso Prat Gay, Francisco Cabrera y Juan José Aranguren.

Un informe técnico oficial confirma que el presidente electo va a asumir con “reservas brutas negativas”; esto es, pasivos dolarizados contra activos dolarizados.

Eso surge de la auditoría que el juez Claudio Bonadio le pidió al ex presidente del Banco Central Martín Redrado por el millonario escándalo de las ventas de dólares a futuro.

En el documento se afirma sobre las reservas: “El poder de fuego del BCRA para controlar y desarmar un proceso de creciente tensión prácticamente quedó desarticulado.” Tras hablar de la incapacidad de Axel Kicillof y de Alejandro Vanoli, se concluye: “La proyección hacia el 10 de diciembre es que esta trayectoria negativa se agrave, a punto que las reservas brutas se volverán negativas.”

Macri tiene una decisión tomada: va a remover a Vanoli y todo el directorio a través del proceso previsto en la Carta Orgánica del BCRA. Primero habrá un DNU. En su mesa de trabajo tiene dos nombres como candidatos. Uno lo promueven Marcos Peña y el PRO: es Federico Sturzenegger, quien fue silenciado por la “mesa chica” a causa de sinceras declaraciones que dejaron mal parado a Jaime Durán Barba. El otro es un tapado de alto prestigio a nivel local e internacional.

Su eventual designación tendría un fuerte impacto positivo y conformaría a todos los partidos de Cambiemos.

Macri tendrá un equipo nuevo para la AFIP: el titular sería el experto Alberto Abad. Esto generaría la vuelta de Horacio Castagnola al frente de la DGI. Castagnola fue separado de la DGI por Néstor Kirchner después de que descubrió las primeras y serias irregularidades de Lázaro Baez.

Otra opción para la AFIP sería menos política, como recurrir a un profesional de un importante estudio contable de Buenos Aires: en el PRO alientan la convocatoria de Cesar Litvin.

Miguel Galuccio quiere quedarse en YPF y para eso utiliza todo el poder económico que le otorga la compañía. El fallo de la Corte Suprema por el caso Chevron lo descalificó, incluso frente a Macri. 

Sin embargo, esta mañana, el jefe de gobierno porteño puso en duda su salida de la petrolera estata. "El caso de Galuccio habrá que evaluarlo", dijo y calificó que su gestión en la compañía fue muy "profesional".

"Lo analizaremos y ahí tomaremos la decisión", confesó.

Hace unas semanas Galuccio cenó con Macri, en una velada íntima junto a sus esposas. Fue en el imponente domicilio donde vive el ejecutivo.

Macri habla bien del directivo, pero a Galuccio no lo ayudan varias cuestiones, que no puede tapar el relato publicitario.

Por un lado, la mediocre gestión que hizo en la petrolera y también los cuestionamientos que recibe de Juan Aranguren, el eventual ministro de Energía y Trasporte de Cambiemos. Aranguren tuvo una actitud crítica frente al poder de los Kirchner, exactamente inversa a la sumisión –por conveniencia– de Galuccio.

Por eso el radicalismo le puso “tarjeta roja” y los expertos Jorge Lapeña y Daniel Montamat comunicaron que no se sumarán a un eventual gobierno si el actual jefe de YPF sigue en su puesto.

Galuccio le acercó a Macri una solución para salvar su carrera: mantenerse un tiempo de transición en la compañía para arreglar sus “desprolijidades”. 

Este jueves en la “mesa chica” del PRO se insistía que en un gobierno de Macri la cúpula de YPF se cambiaría: habría un presidente político y un “ceo” técnico.

Como mínimo Galuccio quiere sugerir al futuro ceo con un objetivo: cubrir su retirada, llena de denuncias por falta de trasparencia. Carlos Melconián es candidato firme a ocupar la presidencia política de YPF. Macri tiene mucha confianza en el economista, lo quiere cerca y con vinculación directa a la Casa Rosada.

También se habló de Rogelio Frigerio, pero el jefe del Banco Ciudad tendría otro destino: el Ministerio del Interior o el de Desarrollo Económico. 

Macri está analizando la "creación de un organismo de lucha contra la corrupción". Al principio quería que estuviera a cargo de Ernesto Sanz, a quien ya le había prometido el Ministerio de Justicia, pero en las últimas horas el propio radical se bajó de cualquier cargo en el futuro gobierno. 

"Acabo de recibir una carta, donde me explicó que se trata de una decisión estrictamente personal", contó el líder del PRO esta mañana.En el escrito, Sanz avisó: "No voy a ocupar ningún lugar ni en el Gobierno ni en mi Partido".

"He decidido recuperar el espacio de hombre, que es el espacio de mis amores, de mi lugar en el mundo y también el espacio de sueños de vida que fui postergando mucho -demasiado- tiempo y que ha llegado la hora de concretar", escribió.

Por otro lado, también se confirmó al diputado y ex candidato a gobernador de Tucumán, José Cano (UCR), como ministro de Salud de la Nación, mientras que el Ministerio de Defensa sería para el diputado Oscar Aguad, aunque en este caso aún no hay confirmación.

También desde Cambiemos confirmaron a la actual ministra porteña Carolina Stanley para Desarrollo Social de la Nación, la tarea que desempeña actualmente en la Ciudad, y dejaron trascender que el ex legislador y actual titular del Ente de Turismo porteño, Fernando De Andreis podría ser el Secretario General de la Presidencia, aunque también podría ocupar otra secretaría.

El jefe de Gabinete sería el actual jefe de campaña de Cambiemos, Marcos Peña.

También su equipo más cercano pasaría a la órbita de la Jefatura de Gabinete.

Esteban Bullrich sería el futuro titular de la cartera de Educación. Bullrich estaría analizando los dos nombres que acercaría para la Provincia y para la Ciudad. Baraja a Alejandro Finocchiaro para la Ciudad, mientras que podría sumar al massista Gustavo Iaies para su equipo. El trabajo del Area Metropolitana, así como la compleja relación con los gremios docentes bonaerenses -cuya cara visible es Roberto Baradel (Suteba)-, son algunos de los desafíos que le esperan.

Otro que tendrá equipo dividido en varios frentes es Guillermo Dietrich, futuro ministro de Transporte. Un ejemplo concreto: dado el plan para crear cinco líneas de metrobuses en la Provincia, en una primera etapa, y al menos dos más en la Ciudad, "Guillo" trabaja en un gran equipo para las jurisdicciones que permitan articular las obras. Bullrich y Dietrich tienen pensado reclutar dirigentes del ámbito privado y trabajan con el G25 (el grupo de empresarios del PRO) para recibir los cientos de currículums que llegaron en los últimos tiempos.

Hernán Lombardi recalaría en Cultura, y ya delegó en Alejandro Gómez el cargo para la Provincia

Los cargos a  definirA nivel nacional, en primer lugar están los 17 ministros, 71 secretarios y 165 subsecretarios que dependen de la Presidencia. Son 253 nombres que trabajarán junto al Jefe de Estado en el diseño y la ejecución de las políticas públicas. Es posible que haya fusiones o desdoblamientos, ya que aún se desconoce el organigrama que el futuro mandatario tiene en su cabeza.

Macri también deberá nombrar a los encargados de los más de cien organismos descentralizados. En este punto hay tres cargos estratégicos: los jefes de la AFIP, la ANSeS y el PAMI. Son funcionarios que tendrán un alto nivel de exposición y cuyo desempeño repercutirá directamente en la confianza que genere el Gobierno.

No obstante, algunos mandatos, como el de los titulares del Banco Central, Alejandro Vanoli, y del AFSCA, Martín Sabbatella, vencen luego del 10 de diciembre, por lo que habrá que ver la actitud de Macri, que se debatirá entre romper las leyes o respetar gestiones con otro color político. 

El presidente electo, además, deberá nombrar más de 2.900 directores de los ministerios y organismos descentralizados. Este punto no es menor, ya que un cambio drástico podría literalmente paralizar el Estado hasta que se acomoden los nuevos funcionarios, por lo que es posible que las modificaciones sean graduales y que algunos nombres sean ratificados.

Por último, Macri deberá designar a los directores de las sociedades anónimas en las que el Estado tiene participación (96 titulares y 58 suplentes) y los 25 embajadores políticos que no pertenecen al cuerpo diplomático. Esos más de 3.500 funcionarios son el equipo con el que alardeó durante la campaña.

Por otro lado, habrá más nombres que dominarán la agenda mediática y que aún se desconocen: las autoridades del Congreso y los presidentes de bloque. En cuanto al primer grupo, es transcendental, porque el presidente provisional del Senado será el segundo en la línea de sucesión presidencial. Y dado que el Frente para la Victoria tiene más de la mitad de los legisladores de su lado, es muy probable que se quede con el cargo. En Diputados, en cambio, será el fruto de una negociación, algo que en los últimos años escaseó.

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