"No venía volando bajo; cayó en picada", contó un testigo que vio el accidente de Deutsch
Primero oyeron un avión volando tan cerca que hizo temblar los vidrios. Luego, una fuerte explosión que generó un temblor en las casas. Los vecinos del barrio La Isla, de Nordelta, salieron a las 15.20 a la calle para ver qué había pasado, pero nadie entendía la triste escena: un avioneta se había estrellado en una casa.
Minutos después supieron que quien la piloteaba era el dueño de LAPA, Gustavo Andrés Deutsch, quien viajaba con su mujer Graciela Villarruel. Ambos murieron.
Juan Ignacio Mujica, de 38 años, jugaba al golf junto con su hermano a unos 1.000 metros del lugar del accidente. "La avioneta no venía volando bajo, venía cayendo casi en picada; lo vi como a unos 150 metros del suelo y luego se escuchó como un trueno. Y a los pocos segundos se levantó una cortina de humo negro", dijo Mujica al diario La Nación.
Pese al shock que sufrió en ese momento, el hombre llamó al 911; mientras estaba pidiendo ayuda, escuchó un fuerte ruido. La areronave había explotado.
"Lo vi caer, venía en picada: la explosión fue tremenda. Venía en punta, bien bajo, y no había humo ni fuego. Y estalló sobre una casa. Los vecinos empezaron a salir y se gritaban entre sí que apagasen el gas o que se tiraran al agua, que había un muerto, que llamasen a los Bomberos", contó a Clarín otra vecina que vive en Castores, el barrio de al lado de La Isla y que vio todo mientras llegaba en auto a su casa, ubicada sobre la calle De La Vicuña.
Diego Henin estaba en su casa mirando la televisión, a unos 100 metros del lugar del accidente, junto a su hijo, cuando escuchó el ruido de un avión que volaba muy cerca.
"Por la zona se escuchan aviones volando bajo, porque estamos muy cerca del aeropuerto de San Fernando, pero nunca tan cerca. Sentí el ruido de las turbinas dentro de mi dormitorio. Tembló todo; y a los pocos minutos hubo una explosión", relató Henin.
Según el vecino, muchas personas se congregaron en el lugar conmocionadas por el accidente. "Comenzaron a llegar autos a toda velocidad desde distintos puntos de Nordelta, nervios, gritos, y pedían que cierren el gas porque temían que haya más explosiones", comentó Henin.
Y agregó que varios testigos comentaron que el piloto habría intentado aterrizar en el lago, a pocos metros del lugar donde chocó, pero no lo consiguió. Además, el viento de ayer hizo que el fuego de la explosión incendiara parte de una casa lindera a la vivienda donde se estrelló la avioneta. "Todos los vecinos estábamos shockeados, porque nos podría haber pasado a cualquiera", dijo Henin.