Habló el nieto de Estela de Carlotto: "Me siento cómodo con la verdad que me toca"

"Soy Ignacio o Guido. Quiero agradecerles a todos. Estoy conmocionado". Esas fueron las primeras palabras que dijo Guido Montoya Carlotto, quien habló por primera vez desde que recuperó su verdadera identidad, el martes pasado.

Pasadas las 15, desde la sede de Abuelas de Plaza de Mayo, acompañado por su abuela y titular de la organización, Guido se dirigió a la prensa, tras unas breves palabras que pronunció Estela de Carlotto, quien volvió a agradecer "a dios y a la vida este regalo".

"Me siento cómodo con la verdad que me toca, estoy muy feliz", manifestó el nieto de la titular de Abuelas, en un escenario que rompió en aplausos tras su aparición. "Es mágico lo que está pasando, veo en ellos (por su verdadera familia) la alegría en sus ojos, lo estoy disfrutando", aseguró.

Vestido de campera de cuero, y con la compañía de Carlotto cuyo rostro era de pura alegría, el nieto recuperado número 114 pidió entender la importancia de que a través de la restitución de su verdadera identidad "se cierran heridas". Además solicitó seguir manteniendo el nombre Ignacio, que le pusieron sus padres adoptivos.

El joven, de 36 años que hace menos de una semana se enteró quién es, se refirió al encuentro con su abuela materna y dijo que fue algo "maravilloso, muy lindo". "Para mí es diferente que para ella. Yo hace unos días apenas sé quién soy o sé quién no era", sostuvo.

La búsqueda de Ignacio
Tras ser consultado por los periodistas acerca de las razones que lo motivaron a hacerse los análisis para saber si era o no hijo de desaparecidos, dijo: "Hay como unos ruidos que tenés en la cabeza y hay cosas que no las sabés pero las sabés y empezás a darte cuenta".

Asimismo contó que tuvo miedo de "no poder dar nunca" con sus verdaderos padres.

Y sobre lo que fue el proceso, sostuvo que todo se dio "muy rápido". Seguido a ello y con cierta ironía, criticó que se haya difundido su nombre. "El proceso de búsqueda que inicia cualquier persona es confidencial, salvo esta vez porque se filtró. He estado escondido estos días para llegar al encuentro íntimo que es lo verdaderamente importante", dijo al respecto.

"Pacho", como lo llaman sus cercanos, fue criado por Juana y Clemente Hurban, empleados en un campo en Olavarría de Francisco Aguilar, ya fallecido y quien habría tenido fluido contacto con los militares de la última dictadura. Los Hurban lo llamaron Ignacio, y así lo inscribieron, en junio de 1978, en el Registro de las Personas.

En sintonía con ello, Ignacio reveló que se practicó la extracción hace 18 días y que hace dos meses supo que era adoptado. Y sólo tuvo palabras de agradecimiento para quienes lo educaron. "Me criaron en el mayor de los amores", aseguró. Y apuntó: "Tuve una vida extraordinaria, y a esa vida feliz se le suma esta maravilla".

"Más allá de que tuve una vida alejada de Abuelas, mi vida cotidiana no tuvo nunca un tinte distinto a lo que pregonan las Abuelas: trabajar para construir con los elementos que tienen a mano un mundo mejor", dijo.

"Evidentemente hay una memoria genética y una energía que llega a que yo esté de vuelta hoy en el lugar de donde nunca me debería haber ido", agregó poco después.

A su vez dijo que la intención de su aparición es "generar conciencia colectiva". Y expresó: "Doy la cara para que el inmenso colectivo de gente que está feliz con este encuentro pueda verlo y sentir que es verdad".

Casi al final de la conferencia, se produjo lo que todos esperaban: abuela y nieto se fundieron en un cálido abrazo. "Estoy conmocionado, hace muy poco que me pasó esto. Me parece maravilloso. Espero que esta situación que me pasó a mí sirva para esta búsqueda", concluyó el nieto de la titular de Abuelas.