Para Dilma Rousseff, el espionaje de EE.UU. a Petrobras responde a fines económicos

Afirmó que la petrolera estatal no representa "una amenaza a la seguridad" por lo que las investigaciones realizadas por la NSA serían estratégicas
ACTUALIDAD - 09 de Septiembre, 2013

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó el lunes que el presunto espionaje de los servicios secretos de Estados Unidos a la gigante estatal Petrobras podría deberse a intereses económicos y estratégicos, y advirtió que tomará medidas para proteger al país.

"Si se confirman los hechos, quedaría en evidencia que el espionaje no es por seguridad o lucha contra el terrorismo, sino que responde a intereses económicos y estratégicos", aseguró la mandataria.

"Sin duda, Petrobras no representa una amenaza a la seguridad de cualquier país. Representa, sí, uno de los mayores activos de petróleo del mundo y un patrimonio del pueblo brasileño", precisó la mandataria.

La cadena brasileña TV Globo denunció que Estados Unidos espió a la mayor empresa estatal de Brasil, el gigante petrolero Petrobras, según documentos filtrados por el ex consultor de inteligencia de la agencia de seguridad nacional estadounidense (NSA), Edward Snowden.

"Estos intentos de violación y espionaje de datos e informaciones son incompatibles con la convivencia democrática entre países amigos", sostuvo Rousseff.

"Tomaremos todas las medidas para proteger al país, el Gobierno y sus empresas", agregó.

Hace una semana, TV Globo ya había denunciado que las comunicaciones de Rousseff y de varios de sus asesores fueron espiadas por Washington, así como las del presidente mexicano Enrique Peña Nieto cuando era candidato en 2012, según otros documentos filtrados por Snowden.

Más temprano el lunes, la gobernante había dicho al portal de noticias G1 que espiar a Petrobras era tan grave como espiarla a ella.

El Gobierno de Brasil espera explicaciones del presidente norteamericano, Barack Obama, antes del miércoles, dijo Rousseff tras una reunión con el jefe de la Casa Blanca al margen de la cumbre del G20 en San Petersburgo la semana pasada.

Precisamente, el canciller brasileño, Luiz Alberto Figueiredo, viajó el lunes a Estados Unidos para dialogar el miércoles o jueves con la asesora de seguridad nacional, Susan Rice, sobre las denuncias de espionaje.

"El Gobierno brasileño está empeñado en obtener aclaraciones del gobierno de Estados Unidos (...), así como exigir medidas concretas que alejen definitivamente la posibilidad de espionaje, que afecte los derechos humanos, nuestra soberanía y nuestros intereses económicos", insistió la presidenta Rousseff.

Petrobras indicó por su lado que cuenta con sistemas altamente calificados y permanentemente actualizados para la protección de su red de comunicación interna.

"Las informaciones internas son clasificadas y tratadas con soluciones tecnológicas, como criptografía, con niveles adecuados de protección", aseguró en una nota de prensa.

No afecta licitaciones

Para el ministro de Educación de Brasil, Aloizio Mercadante, las denuncias de espionaje a Petrobras probablemente no afectarán el proceso de licitación del importante Campo de Libra, el mayor descubrimiento en la historia de Brasil y que se realizará el 21 de octubre.

"No creo (que afecte). Las informaciones sobre el Campo de Libra fueron difundidas para todos los que van a participar", aseguró Mercadante en declaraciones consignadas por AFP. 

"El Estado brasileño asumió el riesgo de exploración (del bloque), descubrió la reserva, demostró que era viable, depositó (los documentos) en una agencia internacional en Londres, y todos aquellos interesados tuvieron la misma información técnica", agregó.

El Campo de Libra tiene reservas por hasta 12.000 millones de barriles de petróleo, según información oficial, casi la misma cantidad que Petrobras ha descubierto en áreas ya licitadas en el país.

En el mismo reportaje, TV Globo también informó que el espionaje alcanzó a la empresa Google, el ministerio de Relaciones Exteriores de Francia y el sistema bancario Swift.

El director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, James Clapper, respondió a las acusaciones en un comunicado.

"Estados Unidos recoge inteligencia extranjera -de la misma forma que hacen otros gobiernos- para mejorar la seguridad de nuestros ciudadanos y proteger nuestros intereses y los de nuestros aliados en el mundo", afirmó Clapper el domingo.

"Lo que no hacemos, y lo hemos dicho muchas veces, es utilizar nuestra capacidad de inteligencia extranjera para robar secretos comerciales de compañías exteriores en nombre de -o dar la información que recogemos a- compañías estadounidenses para mejorar su capacidad competitiva internacional", señaló.

En julio, el diario O Globo detalló que una base de espionaje de la NSA funcionó en Brasil al menos hasta 2002, y también fueron espiados otros países de la región, entre ellos México, Venezuela, Argentina, Colombia y Ecuador.

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