Moody's dejó a pocos pasos del "bono basura" a trece bancos italianos

La agencia remarcó que la disminución del puntaje fue producto del debilitamiento del perfil crediticio del Gobierno del país europeo
ACTUALIDAD - 16 de Julio, 2012

La agencia Moody's rebajó este lunes de uno a dos escalones la calificación de diez bancos y tres instituciones financieras italianas, tras degradar la semana pasada su nota de la deuda soberana de Italia hasta "Baa2" con perspectiva negativa.

"Esta rebaja llega tras el debilitamiento del perfil crediticio del Gobierno italiano (...) que conlleva un mayor riesgo de que las autoridades no puedan ofrecer asistencia financiera a los bancos en caso de dificultades económicas", afirmó Moody's en un comunicado citado por EFE.

La agencia estadounidense detalló que la rebaja de un escalón afecta a la calificación que otorga a siete entidades financieras mientras que en el caso de los otros seis la degradación es de dos peldaños.

Los afectados por la rebaja de dos escalones son UniCredit, Intesa Sana, Carifirenze, Banca IMI, Cassa Depositi e Prestiti, y el Istituto Servizi Mercato Agricolo Alimentare, todos al mismo nivel que la deuda soberana, en "Baa2" ("aprobado").

La rebaja de un escalón afecta a Banca Monte Parma, Cariparma, Banca Popolare Friuladria y GE Capital, hasta "Baa2" ("aprobado"), mientras que UniCredit Leasing, Banca Carige y Credito Emiliano quedan en "Baa3" ("aprobado bajo"), a un paso de "bono basura".

Mientras, la agencia mantuvo la nota que otorga a Banca Nazionale del Lavoro en "Baa2" (aprobado), a dos pasos de quedar en "bono basura", al considerar que hay una "alta probabilidad" de que reciba apoyo de parte de su matriz, BNP Paribas.

Moody's justificó la rebaja de la deuda soberana de Italia por una confianza de los mercados "cada vez más frágil", por el "riesgo de contagio" de Grecia y España, y los riesgos que puede acarrear un clima político de preparación para las elecciones generales de 2013.

La agencia añadió entonces que las perspectivas a corto plazo de la economía italiana "se han deteriorado", como muestra un crecimiento más débil y un mayor desempleo, lo que "crea un riesgo de incumplir los objetivos de consolidación fiscal".

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