Orientación vocacional, la difí­cil tarea de descubrir el talento

Una falla en el reconocimiento de las capacidades, propias o de los empleados, puede derivar en el aburrimiento, la frustración y el abandono de la carrera
ACTUALIDAD - 02 de Julio, 2012

La vocación, que surge naturalmente en algunas personas, es para otros algo imposible de detectar sin el asesoramiento correcto. Y este problema no se reduce a la etapa de la educación formal de los profesionales sino que puede manifestarse de diversas formas a lo largo de su vida laboral. 

"Muchas veces al realizar evaluaciones de potencial en empresas descubrimos que hay personas que se encuentran muy disconformes con su carrera y buscan reorientarla", dijo a Campus - iProfesional.com Gisela Gilges, directora ejecutiva de la consultora en desarrollo de talento Giga Minds.

"Generalmente, cuando esto sucede se debe a dos causas. Algunos se encuentran desmotivados y son infelices aunque les vaya bien. A otros, por el contrario, les va mal en su trabajo porque tienen potencial pero en el área equivocada", contó la experta.

¿El resultado? Profesionales frustrados en el momento de su salida al mundo laboral o empleados estresados o aburridos en su etapa de desempeño.

La buena noticia es, según Gilges, que "nunca es tarde para barajar y dar de nuevo" ya que "con el asesoramiento indicado, todos pueden cambiar su situación y reenfocarse en la dirección correcta".

En este sentido, la directora ejecutiva de Giga Minds apuntó que resultan útiles los cursos de posgrado, especializaciones y maestrías. "En esta instancia muchos profesionales pueden adquirir rápidamente las herramientas y conocimientos que necesitan para redirigir su trabajo hacia un área más satisfactoria, o incluso para elegir aquello que no pudieron seguir cuando iniciaron su formación académica".

Para descubrir las áreas de mayor potencial para cada persona Giga Minds, que trabaja tanto con individuos como con empresas (para la selección y evaluación de personal directivo) cuenta con el sistema IFP, un detallado informe que permite conocer el perfil profesional del postulante y las alternativas del mercado en las que podrán desplegarlo exitosamente.

El IFP toma en cuenta la orientación vocacional, la disposición emocional de una persona y su capacidad potencial, para determinar cuál será el puesto más indicado en cada caso. De esta manera, evita el stress y la frustración que puede representar el estar sobrecalificado para un trabajo, o por el contrario, que las tareas a realizar excedan el propio potencial

Errores de arrastreEn muchos casos, el problema de la disconformidad con el puesto de trabajo es consecuencia del arrastre de errores producidos tempranamente, en el momento de la elección de la profesión.

"Encontramos que muchos chicos no ponen en juego ninguna de las tres variables fundamentales a la hora de definir la carrera a seguir; ni la capacidad ni la vocación o la disposición emocional", dijo Gilges.

"Se guían por lo que escuchan o lo que ven en las películas, en las experiencias de conocidos o familiares cercanos y en lo que desean sus padres. Recién en la carrera reciben una noción de lo que es el mundo adulto, y entonces se produce el desencanto cuando esto no se corresponde con sus expectativas", agregó

Así es que, según datos de Giga Minds, entre el 30% y el 50% de los estudiantes atraviesa por una crisis durante el primer año en la universidad, que termina con el abandono de los estudios. De éstos, casi la mitad -el 42,5%- expresa una falta de motivación como causal. Es decir, al ganar visión practica sobre el campo de desempeño de lo que están estudiando, deciden bajarse y cambiar de orientación.

Otro 22% afirma que no encuentra un desafío por el nivel académico de la institución en la que cursa. Por último, el 15% no logra compatibilizar los estudios con el trabajo o encuentra más atractivo el empleo por el rédito que le genera y termina abandonando la universidad.

Es por eso que recientemente, Giga Minds decidió trasladar los beneficios del sistema IFP al campo de la orientación vocacional para jóvenes que inician su camino académico, a través del método RISE. Se trata de un sistema desarrollado exclusivamente por la consultora, está destinado a trasladar los beneficios de una evaluación de personal -que típicamente se aplica a profesionales en carrera- a los chicos de entre 17 y 22 años.

La orientación que puede brindar este método, además de colaborar en la identificación el área en la que tendrán más chances para desarrollar sus capacidades, los ayuda a conocer la diferencia entre vocación "ideal" y "aplicada".

Según explicó Gilges, "muchas veces los chicos tienen un concepto idealizado de la profesión. Es decir, quieren ser como el abogado que ven en las películas, o como el psicólogo con el que hicieron terapia, etc. Así tienen una noción limitada y frecuentemente errónea respecto de la carrera que elijen al salir del secundario".

"Se consigue que descubran su vocación aplicada cuando logran un mejor entendimiento de quienes son, qué quieren y cuál es el escenario para desempeñar la profesión que elijen en el contexto del país en el que residen", explicó la experta quien además es autora del libro "Cómo encontrar el empleo ideal" de la editorial Gran Aldea.

Con este conocimiento, y el apoyo de sus padres, los chicos tienen mejores herramientas a la hora de definir su futuro profesional. "Nuestra misión es aportar valor en la elección para reducir la cantidad de errores y lograr que las personas se dediquen a aquellas tareas por las que tienen vocación y en donde serán capaces de explotar al máximo sus capacidades", sentenció Gilges.

Asimismo, una vez realizada la elección, Giga Minds ofrece a los chicos el acompañamiento de profesionales que brindan soporte psicológico, orientativo, profesional y académico durante toda la carrera universitaria.

El secreto: la vocaciónA la hora de definir cuál es el papel de la vocación en la elección de la profesión, Gilgés recordó un relato: "Una vez un profesor preguntó en una clase quiénes tenían un hobby, y aproximadamente diez levantaron la mano. Luego consultó quiénes trabajaban en algo vinculado a ese hobby, y menos personas alzaron el brazo. Por último, quiso saber quiénes ganaban dinero con su hobby, pero nadie pasó al frente".

"La persona que tiene una vocación vive el trabajo como un hobby. Es capaz de pagar para hacer lo que le gusta, de invertir tiempo y esfuerzo en mejorar, en capacitarse, y hasta de trabajar gratis en lo que le gusta", agregó.

Asimismo, consideró que "la vocación es hacer un trabajo con la pasión que genera un hobby. Sin pasión no aprendo más".

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