El chef que supo convertir a El Bulli en el mejor restaurante del mundo cuenta su "receta" de negocios
Cuando Ferrán Adrià ingresó a El Bulli como aprendiz de cocinero en 1984, nadie pensaba que ese joven chef lograría convertir al restaurante el el mejor del mundo.
Sin embargo, más de 20 años después, logró ese objetivo y consagró a la firma como la mejor del rubro durante cinco años consecutivos -2004 a 2009-. De hecho, recibió la máxima categoría de tres estrellas de la famosa Guía Michelin.
A pesar del éxito obtenido, el español decidió cerrar el restaurante -que pasó a ser de su propiedad al inicio de la década de los '90- por problemas económicos. Por eso, recomienda ser cuidadoso con lo que uno arriesga e invierte.
"El Bulli nunca fue rentable, nunca tuvimos esa finalidad (...) fue un concepto artístico, bohemio, que hasta después nos dimos cuenta que si no teníamos el dinero, no tendríamos para seguir haciendo más cosas. Si no lo clausuraba, el proyecto hubiera muerto ahí", explicó Adrià en entrevista exclusiva con el sitio CNNExpansión.com.
A pesar de la decisión de cerrar el negocio, el chef de origen catalán mantendrá su gusto por la experimentación gastronómica y creará la Fundación El Bulli, una especie de enciclopedia de alta cocina para futuros chefs, que abrirá sus puertas en Barcelona en 2014.
"Las nuevas tecnologías facilitarán el compartir los avances y participar en los logros a diario y en tiempo real", reconoció Adrià, creador de platillos como lazos de zanahoria con sorbete concentrado de mandarina o nudos esferificados de yogurt.
En este marco, se podría decir que el segundo "ingrediente" de su receta de negocios es aprovechar las nuevas tecnologías.
Otro componente clave es la paciencia para esperar el momento adecuado.
En este marco, Adrià les recomendó a los emprendedores analizar la situación y el entorno antes de iniciar una nueva aventura empresarial.
"Bill Gates no hubiera podido existir hace 50 años, porque no existía la tecnología con la que trabajó. Y hacer un negocio tradicional, tampoco es garantía de que funcione. Cada negocio es diferente y debes ver cómo se comporta tu entorno y, comúnmente, si ofreces algo diferente, tendrá resultado", opinó el chef.
Y, como no podría ser de otro modo, el chef reconoció que la suerte y el talento también juegan su parte a la hora de determinar el éxito de un negocio.
En este sentido, un ejemplo de talento se puede citar en el mismo Adrià, quien fundó en 2009 una línea de 'potencializadores' del sabor de la comida, a los que denominó como texturas.
En este marco, el chef destacó se debe confiar en la capacidad personal para conseguir lo que se quiere hacer.
"Si eres un Michael Jordan en tu negocio, no importa que no tengas al principio todo el apoyo, vas a salir adelante sin problemas. También necesitas tener estrategia, ver cómo harás para llegar hasta donde quieres", concluyó en la nota de CNNExpansión.com.
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