Todo lo que hay que saber antes de hacerse una cirugí­a estética

A la hora de pensar en una cirugía estética, es necesario tomar ciertas precauciones básicas que son indispensables para entrar al quirófano con absoluta tranquilidad y sin riesgos.

La primera y fundamental es la elección del cirujano, un profesional competente que pueda demostrarlo con sus títulos y trayectoria.

Muchas veces la recomendación de un amigo o conocido que se haya operado con él es la mejor de las referencias.

Si tiene un perfil académico, mejor: esto asegura su capacitación continua. Si trabaja en un hospital, además de su consulta, uno sabe que esto le dará mucha más experiencia y práctica laboral.

Luego, tendremos que controlar el lugar de la operación. Los procedimientos menores pueden ser hechos en forma ambulatoria en consultorio. Pero, definitivamente, todos los tratamientos quirúrgicos deben ser realizados en quirófano, dentro de una clínica u hospital.

La clínica debe estar identificada como tal en su puerta externa ya que es obligatorio por ley que así sea.

Por último, es importante exigir estudios pre-operatorios, que expresan el estado clínico del paciente. Los básicos son:

• un electrocardiograma informado por un cardiólogo,
• una radiografía de tórax
• y análisis de sangre.

A estos se deben agregar estudios más específicos acorde al tipo de paciente, a sus antecedentes y al tipo de cirugía a realizar.

Más allá de esto, el médico debe generar una historia clínica detallada de los antecedentes del paciente: cirugías a las que se sometió, patologías, medicación que toma, alergias, etc.

De esta forma, se previenen complicaciones, y se da la posibilidad de suspender cirugías en caso de que el paciente no cumpla con los requisitos básicos cuidando, antes que nada, su salud.