"Para nuestra bodega, la Bonarda tiene un potencial similar al Malbec"

Al observar un vino de Sur de los Andes, ya desde lejos saltan a la luz sus inconfundibles características. Con la precisión de un cirujano aplicada al Marketing, cada botella que elabora esta bodega nunca pasa desapercibida.

Tal vez porque se está ante una de las primeras empresas que se preocupó realmente en adaptar toda su imagen de marca y su portfolio a las tendencias imperantes en uno de los mercados donde la agresiva competencia está a la orden del día: Estados Unidos.

Sus etiquetas, con colores vivos, y casi "irreverentes" -un estilo al que cada vez más bodegas se suman-, van en contra del clásico modelo de gráficas con colores ocre, estilo "papiro antiguo" y las clásicas postales bodegueras.

Esto está explicado por el hecho de que la bodega, hoy por hoy, exporta el 90 por ciento de su producción, y su principal mercado es, justamente, Estados Unidos.

Pero, ¿qué hay de lo más importante, es decir, la materia prima? Si bien hace apenas cinco años esta bodega salió al mercado, ya lograron hacerse un nombre a fuerza de buenos vinos.

No es para menos, durante 2008 y 2009, Sur de los Andes fue destacada como "Brand Value of the Year", por Wine & Spirits Magazine.

En lo que va del año, Steven Tanzer, uno de los referentes del mercado estadounidense, seleccionó al Sur de los Andes Malbec Clásico 2008 entre los mejores Malbec por relación precio-calidad calificándolo con 88 puntos.

distinguió al vino icono de la bodega –el Infinito Malbec- entre los top 5 de Argentina con 95 puntos.

"En Agosto, la prestigiosa revista Wine Advocate -de Robert Parker- evaluará los vinos de la bodega conjuntamente con mas de 300 muestras de Argentina, así que esperamos tener buenos resultados ahí también", se entusiasma Guillermo Banfi, CEO de Sur de los Andes, quien "cortó las cintas" para inaugurar la bodega en septiembre de 2005.

Banfi es economista de profesión, trabajó durante 10 años en el área de finanzas tanto en la Argentina como en Europa y los EE.UU. y comenzó a incursionar en el mundo vitivinícola hace ocho años.

En lo que respecta a la bodega, los vinos de Sur de los Andes son elaborados de manera tercerizada en Luján de Cuyo. Para ello, previamente adquieren uvas provenientes de las principales zonas vitivinícolas mendocinas, en particular Agrelo y Vistalba, en Luján de Cuyo y San Carlos, en el Valle de Uco.

Con el objetivo de tener un control y una trazabilidad de punta a punta, Sur de los Andes tiene acuerdos con una decena de pequeños productores independientes –cada finca va de las 6 a las 24 hectáreas-, pero el management en el viñedo está a cargo de los expertos de la bodega.

Por último, la elaboración de estos vinos no está librada al azar: el responsable es Pablo Durigutti, uno de los protagonistas de la nueva generación de enólogos.

Desde la carta de presentación de Sur de los Andes destacan que el estilo de sus vinos "es de enología moderna, donde prevalece la fruta, colores intensos, marcada acidez y estructura equilibrada".

Con una estrategia de negocios claramente orientada a los mercados externos, la bodega, en su primer año elaboró 75.000 litros. Si bien en muy poco tiempo llegó a casi triplicar la producción, los volúmenes aún son bajos –en comparación con otros grandes jugadores de la competencia-, dado que el acento está especialmente puesto en mantener el control de cada uva utilizada para la elaboración de sus vinos.

En este contexto, este medio dialogó con Banfi, para conocer el presente y futuro de la bodega, sus próximas apuestas y las perspectivas que se abren para un varietal fundamental, como el Malbec, y una cepa que está reposicionándose entre los consumidores, como la Bonarda. -¿Cuáles fueron las claves para lograr posicionar la bodega en el segmento de los vinos de alta gama?

-Concentrarse en producir los tres varietales Argentinos: Malbec, Bonarda y Torrontés, con una muy buena relación precio-calidad. Si bien el 70% de la producción está centrada en el Malbec, Sur de los Andes está haciendo un gran esfuerzo para desarrollar la Bonarda y posicionar a Sur de los Andes entre las bodegas mas reconocidas en este varietal. Estimamos que el potencial de la Bonarda es importante en los próximos años.-Si algo los caracteriza, justamente, es la fuerte apuesta por esta cepa. ¿Cuál es en concreto ese gran potencial?

-Estimamos que la Bonarda tiene un potencial similar al Malbec y hay una gran perspectiva de crecimiento. Existen actualmente grandes cantidades de hectáreas plantadas, por lo que es factible, con un buen trabajo en las fincas y bodegas, conseguir buenos vinos y poder afrontar una creciente demanda de este varietal. -La clave está en cómo se la sigue trabajando de aquí en más...

-Sí. Si bien es una cepa más rústica que el Malbec, bien elaborada es un vino muy amable y fácil de tomar. Creo que el gran potencial de la Bonarda es elaborar vinos de media gama con precios retail en Estados Unidos de entre u$s10 y u$s17, una franja donde ofrezcan una muy buena relación precio calidad. La bodega elabora dos Bonarda: una línea clásica de u$s10 y otra reserva de u$s16. Sabemos que, de a poco, se irán sumando mas jugadores y se ampliará la oferta de Bonarda. -Recientemente, desde Vinos de Chile alertaron que el boom del Malbec en Estados Unidos era apenas una moda pasajera. ¿Cuál es tu visión? ¿Traspasó el umbral para dejar de ser una moda o aún no?

-Creo que el Malbec no es una moda pasajera ya que se adaptó muy bien al paladar americano. Es un vino con buena fruta, en particular de frutos rojos, buena dulzura y amable para tomar. Y además, con buena relación precio-calidad. Sin embargo, estimo que el crecimiento disminuirá en los próximos anos y con una consolidación de marcas. Con el fuerte auge del Malbec han aparecido muchas marcas privadas de importadores oportunistas para aprovechar la fuerte demanda actual.-La bodega tiene cinco años de trayectoria. ¿En qué fase del plan de negocios se encuentra?

-Seguimos en una etapa de crecimiento y consolidación en los cuatro mercados que ha priorizado la bodega: Estados Unidos, Canadá, Reino Unido Y Brasil, que representan cerca del 70% de las exportaciones de vinos finos. Además a partir de este año, hemos puesto un pie en China, a través de un representante que se encargara de desarrollar el mercado asiático. Si bien la bodega no espera una participación superior al 5% del total de sus exportaciones, es un mercado con un importante potencial a largo plazo y creemos importante tener un pie en dicho mercado, que tomará mas tiempo a desarrollar que los más tradicionales. -¿Cambiaron las características de los consumidores en este lustro?

-El consumidor joven, en particular los millenians están muy abiertos a descubrir nuevos varietales y etiquetas. En EE.UU. la participación de este segmento es muy alta y con altas tasas de crecimiento. Es un público con mayor consumo de vino per cápita y que busca la mejor relación precio-calidad, un factor importante para explicar el fuerte crecimiento de los vinos argentinos en el mercado americano. En la Argentina también hemos visto una evolución en los últimos 3 años, con consumidores más ávidos a descubrir nuevas etiquetas. Además el turismo también juega un papel importante en el consumo de etiquetas nuevas. -¿Cómo avanza la estrategia de negocios en un contexto de alta inflación y tipo de cambio "semidormido"?

-La bodega, desde sus inicios, orienta su producción a la exportación. Actualmente, la relación es un 90-10 a favor de los mercados externos. Sin embargo, la idea es llegar en los próximos años a una relación de 75-25, para no depender tanto de las exportaciones, que con un tipo de cambio planchado y una alta inflación compromete altamente la rentabilidad de la empresa.-Para concluir, y saliendo de los datos duros y del negocio, ¿qué vino disfrutás tomar una noche tranquila, con amigos?

-Disfruto mucho del Bonarda Reserva 2005 de Sur de los Andes y, si tengo que escoger un vino que no sea de la bodega, elegiría uno de Rioja, España. Juan Diego Wasilevsky vinosybodegas@iprofesional.com

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