Después de las elecciones, el Gobierno evalúa gravar la renta financiera
El gobierno de Cristina Kirchner evalúa gravar la renta financiera a fin de fortalecer el debilitado superávit fiscal. La medida se complementaría con una colocación voluntaria de bonos a los bancos.
De properar la iniciativa, las nuevas medidas podrían anunciarse dentro de los próximos 15 días.
"La Presidenta pasará el fin de semana en El Calafate y allí habrá una profunda reflexión sobre posibles medidas que se tomarán en las próximas dos semanas", aseguran desde la Casa Rosada a La Nación.
Asimismo, desde el Gobierno no desconocen que un eventual impuesto a la renta financiera y la posible emisión de un bono sobre recursos en poder de los bancos serían medidas que podrían provocar una seria pelea con el sector bancario.
Si bien la colocación de deuda sería voluntaria, desde el Gobierno imaginan algún mecanismo para que los bancos tomen esos bonos y le presten dinero de forma compulsiva al Estado. De esta manera, el Gobierno se hace de nuevas fuentes de financiamiento frente a los fuertes compromisos de deuda.
También se evalúa que la colocación de un bono sobre algunos fondos del sistema financiero podría aplicarse sobre los encajes que los bancos deben hacer por sus depósitos en dólares, iniciativa que ya fue analizada en el pasado y se descartó. Los depositantes del sector privado aumentaron en u$s 660 millones sus colocaciones en moneda extranjera en el segundo trimestre del año, según informó ayer el Banco Central.
Por otra parte, el impuesto a la renta financiera afectaría a bonos, acciones, títulos públicos que conforman el mercado de capitales. En efecto, el hasta ahora secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, le acercó al director de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, una serie de carpetas con diversos proyectos y alternativas. "Echegaray maneja distintos escenarios, sobre la base de iniciativas que le pasó Lorenzino", señalaron al matutino.
Quien no está conforme con la iniciativa es el presidente del Banco Central, Martín Redrado. Desde la entidad aseguraron un impuesto a la renta financiera "subirá las tasas de interés y contraerá el crédito".
Respecto a los ingresos extra que generarían tales medidas, desde Balcarce 50 explicaron al matutino que "todavía no se cuantificó el potencial aumento en los ingresos de estas dos posibles medidas, pero la semana próxima se evaluará ese tema con base en escenarios que manejan Echegaray y Boudou".Avanzada polémicaRespecto al probable avance, Enrique Scalone, titular del estudio que lleva su nombre, afirmó oportunamente a iProfesional.com que "el tema de gravar la renta financiera es complicado por la imposibilidad de medir adecuadamente los efectos que dicha medida podría tener sobre la inversión y capitalización de las empresas".
"Hay una frase que expresa: el capital tiene alas". La competencia entre los mercados financieros de las distintas plazas es feroz. Bastaría un simple anuncio de gravar rentas financieras en el país para producir rápidamente una corrida de capitales hacia plazas del exterior, con el consiguiente vuelco de esos fondos hacia la economía informal.
"Ello podría implicar un desfinanciamiento de las empresas argentinas", agregó el especialista.
Por otra parte, Scalone destacó que "en el pasado han existido tributos específicos sobre la transferencia de títulos-valores, sobre la compra-venta de divisas, sobre las operaciones financieras, entre otros. Todos ellos aportaron escasa recaudación y significaron un escollo al flujo de capitales y al desarrollo de los mercados."
"Por todo lo dicho, creo que, desde el punto de vista de sus efectos sobre la economía del país, gravar la renta financiera puede acarrear mayores problemas que soluciones", concluyó Scalone.